LA FRASE

"EN LUGAR DE APLICAR LA LEY DE DERRIBO QUE PUEDE OCASIONAR VÍCTIMAS INOCENTES, ESTAMOS IMPLEMENTANDO UNA POLÍTICA DE ENTREGA VOLUNTARIA DE LAS AVIONETAS POR LOS GRUPOS DEL NARCOTRÁFICO." (MAXIMILIANO PULLARO)

martes, 3 de noviembre de 2015

EL PROGRESISMO DESNUDO


Ahí tenés el texto completo del "documento" donde estos muchachos anunciaron lo que van a hacer frente al balotaje: votar en blanco. Pobre el documento, como pobre es la postura; ni siquiera se tomaron el trabajo de explicar demasiado por qué se terminan lavando las manos ante una coyuntura histórica trascendente para los destinos futuros del país. 

Como pobre y vacía fue la campaña de las tijeritas de Binner (aunque coherente con éste final: les daba lo mismo cualquier candidato a presidente), y el carriotismo exacerbado de Stolbizer; que teniendo la oportunidad de captar por centroizquierda votos disconformes con el kirchnerismo o su candidato, optó por ningunear a priori la voluntad popular con el argumento inverosímil del "voto ganado", y por ceñirse exclusivamente a la agenda del "honestimo"; de la mano de las denuncias en tribunales y atando su suerte a las piruetas del extorsionador profesional Bonadío.

Estos muchachos y sus socios menores de las múltiples Pymes "progresistas" (como las Liebres del Sur, o Pino Solanas y su Proyecto Yo) atravesaron los 12 años del kirchnerismo sin poder hacer nunca pie, y creyendo que les alcanzaba para convertirse en una alternativa con el mismo -y limitado- arsenal conceptual y político que usaron contra Menem; cuyos límites comprobamos dolorosamente con la experiencia de la Alianza.

Son a la política lo que Pergolini y Lanata a la comunicación supuestamente "transgresora": el kirchnerismo los desangeló, dejando expuestas sus flaquezas y limitaciones. 

Allá en los inicios de la experiencia kirchnerista coquetearon con acercarse a través de la transversalidad, con la idea de "conducir" conceptualmente a la nueva fuerza emergente, y "depurarla" de sus excrecencias peronistas; y cuando no lo lograron volvieron a lo de siempre:  practicar una forma impura del gorilismo más visceral.

En todo ese tiempo y tal como lo habían hecho antes de la Alianza, fueron armando y desarmando uno y otro mecano electoral, de duración cada vez más efímera: el último de los experimentos fue el hoy fenecido FAUNEN, en el que compartieron escenario con la UCR de Sanz y Cobos y con Carrió; hasta que los compelieron a irse o acompañar la alianza con Macri. 

Y ahora en éste tramo final de la campaña cuando las cartas están echadas y todo se define a suerte y verdad en el balotaje, optan (al igual que los troscos) por la más indigna de las actitudes que es no jugarse por ninguna de las alternativas; con lo cual si termina ganando Macri terminarán siendo (también al igual que el FIT) responsables del resultado y de lo que haga en su gobierno, les guste o no. 

Si bien se mira, con esa actitud terminan siendo coherentes con lo que votaron en el Congreso ante cada iniciativa del gobierno (generalmente en contra); aun cuando en casos puntuales acompañaran: vimos reiteradas veces en éste blog como apoyaron la ley de medios pero no la cláusula de desinversión del artículo 161, o la estatización de los fondos de las AFJP pero no el artículo que establece como se deben invertir esos recursos en la economía real; o la regulación de las bolsas y los mercados de capitales, pero no el artículo que autoriza a la CNV a actuar en defensa de los intereses de los accionistas minoritarios; para no ir en contra de los intereses de Clarín y La Nación en Papel Prensa, o de Techint en Siderar, entre otros casos.

Es posible que en su fuero íntimo supongan que para su futuro sea mejor un gobierno de Macri, respecto del cual podrían volver a encarnar (tal cual lo fueron del menemismo) la "oposición de su majestad" de cierta "centroizquierda" democrática; absolutamente funcional a la derecha, porque no tienen la más mínima intención de disputar el poder. 

Cosa que incluso blanqueó Stolbizer en plena campaña, apostando a que votaran sus listas legislativas para sobrevivir en las bancas del Congreso (y su carga anexa de contratos, becas y subsidios), y convertirse en "los encargados de controlar al poder". 

Un camino por el cual corren el riesgo cierto de perder ese poder aun allí donde gobiernan, como en Santa Fe; donde Corral (convertido en el virtual referente de Macri en la provincia) les muestra los dientes y hace todo tipo de guiños al PRO, con la amenaza de romper el FPCyS e ir por la suya en la próxima elección a gobernador; replicando el esquema de "Cambiemos" a escala provincial. 

Claro que la gente que los votó y votó a Stolbizer no es necesariamente lo mismo que ellos, ni tampoco puede verse compelida a obrar en un sentido determinado por su ponciopilatismo: se trata de electores que creen en la idea de una sociedad más justa e igualitaria, con un Estado presente y activo, que garantice bienes públicos accesibles a todos como la educación, la salud, la vivienda o la seguridad social.

Por ende, un electorado que nos puede votar a nosotros cuando la otra alternativa es Macri; y sobre esos votos también tenemos que ir.

No hay comentarios: