Con 57 días de atraso respecto al plazo previsto por la Constitución provincial, se presentó ayer el proyecto de presupuesto provincial para el 2016.
Y como ha sido la constante estos años, trae como "novedad" el aumento de impuestos: la duplicación de la alícuota de Sellos, un aumento promedio del 30 % al 50 % en el inmobiliario rural y urbano, "retoques" en Ingresos Brutos.
En el caso del Inmobiliario Rural, el aumento (que lleva el monto mínimo de cada partida de $ 324 a $ 420 anuales) la emisión prevista es de 1057 millones de pesos, en un presupuesto que estima recursos por $ 103.668.618.000: el 1,02 % de los recursos totales, siempre que se lo cobre todo y no haya "emergencia agropecuaria" o "desastre", y quede diferido o condonado. Ya es un chiste que las partidas del inmobiliario urbano sufran el mismo porcentaje de aumento; cuando los avalúos rurales no se actualizan desde 1993.
Los "retoques" en Ingresos Brutos apuntan a bajar la carga sobre empresas que facturan menos, mantenerla igual sobre las de facturación media y aumentarla para las 1300 que más facturan, lo que no es mala idea, salvo que las alícuotas siguen siendo desparejas; en perjuicio de las empresas más chicas.
Al mismo tiempo Aguas Santafesinas reclama un aumento del 48 % en las tarifas para el año que viene (con el visto bueno del gobernador electo), y la EPE ya tiene decidido aumentarlas en más de un 30 % a partir de diciembre. Queda pendiente de tratar en la Legislatura la llamada "tasa vial", supuestamente destinada a solventar obras en la red de rutas provinciales; y consultado al respecto Lifschitz (que ratificó los aumentos de tarifas de las dos empresas de servicios públicos) dijo que "no la descarta".
Pese a que esta misma semana se conocieron los dos fallos de la Corte nacional a favor de Santa Fe (por el descuento del 15 % de la coparticipación que iba a la ANSES en un caso, y del 1 % destinado a la AFIP en el otro); que significarán en lo inmediato -según calculó Sciara- recursos adicionales para el año que viene por unos 7200 millones de pesos (nosotros creemos que es un poco más, unos 9060 millones).
Hay que recordar además que hace poco la Legislatura aprobó un pedido del Ejecutivo para emitir pagarés, letras de cambio, cheques de pago diferido y otros medios sucedáneos de pago por 2000 millones de pesos, para hacer frente al pago de sueldos y proveedores.
En la presentación del proyecto Sciara destacó que wn el mismo "las partidas destinadas al rubro Construcciones, que se incrementarán en un 50 %, pasando de 4 mil millones a más de seis mil. ". Recordemos que Bonfatti atribuyó el déficit de éste año a la "sobre-ejecución de obra pública".
Fijáte lo que dicen las propias cuentas públicas provinciales al 31 de agosto pasado (último dato disponible):
Explicamos: te dicen que éste año contemplaron 4000 millones de pesos en obra pública, pero al 31 de agosto llevaban gastados menos de la mitad.
Y sobre la base de lo presupuestado (sub ejecuado) te cuentan lo mucho que van a hacer el año que viene. La obra pública fue el 2,15 % del total de los gastos del Estado provincial el año pasado, y el 3,32 % al 31 de agosto de éste: de nada a casi nada, digamos.
El propio Lifschitz prometió gastar "hasta el último centavo" de lo que les entre por el fallo de la Corte (que no se conocía al elaborar el presupuesto) en obras de infraestructura: tendrían que multiplicar por cuatro la capacidad de ejecución, o por siete si contamos las partidas que ya estaban en el presupuesto, más las que vendrán tras el fallo.
Pura sanata, para encubrir que gobernando son un barril sin fondo.
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