Leemos en Clarín: "el golpe de ayer contra Alejandro Vanoli tiene otra lectura política: el titular del Banco Central, atornillado a ese sillón mediante una ley, había avisado que no lo abandonaría si Macri llegara a la presidencia, tal como pretende el líder de Cambiemos. Su derrotero judicial -que podría empeorar de aquí a diciembre- debilitó aquella resistencia. Es el primer servicio de Bonadio al candidato favorito.".
Y leemos en Infobae: "Acorralado por el derrumbe de las reservas y el escándalo por las operaciones con dólar futuro, Alejandro Vanoli sabe que si el domingo gana Mauricio Macri la presidencia de la Nación tendrá las horas contadas. Pero a pesar de que deje vacante la silla de la presidencia, los directores (en su mayoría afines a Axel Kicillof) prometen dar pelea. ¿Puede un presidente nuevo en el Central aplicar otras políticas con un directorio kirchnerista? En el macrismo saben que no y tienen la clave para deshacerse de los funcionarios K.
"...si es electo Macri, se pueden amparar en el artículo 3 de la Carta Orgánica del BCRA que justamente modificó el kirchnerismo en 2012. Lo hicieron para que no haya otro caso "Redrado", o sea un funcionario que no quiera cumplir las ordenes del Ejecutivo. Ahora, cerca de perder el poder, el macrismo puede utilizarlo en contra de los deseos kirchneristas. Ese artículo en particular dice que "el banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social".
La clave es "en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno". "Si bien el BCRA en el ejercicio de sus funciones y facultades no está sujeto a órdenes, indicaciones o instrucciones del Poder Ejecutivo nacional, debe desenvolverse coordinadamente en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno", dice el nuevo estatuto del Central.
De ser así, entonces, no puede convivir un presidente del BCRA orientado a mover el tipo de cambio o devaluar la moneda para unificar el mercado del dólar con estos directores. Si no están alineados a la política cambiaria y monetaria que pueda llegar a imprimir un gobierno de Macri, deberán renunciar. De no renunciar, serían acusados de "mal desempeño de funcionario público". (las negritas son nuestras).
Es buenísimo que la campaña electoral sirva para nos esclarezcan a los argentinos, y nos cuenten la verdad, que a veces los candidatos quieren esconder; a saber:
* Un funcionario designado con acuerdo del Senado por un mandato de 6 años que termina en el 2019 está "atornillado por ley a su cargo". No sabemos si el concepto rige también para los que son votados, o para los jueces. En éste último caso, el artículo deja claro que fallan conforme los resultados de las elecciones, o los sobres que reciben; lo cual haría imprescindible encarar alguna vez una democratización de la justicia, alguien la tendría que proponer.
* La autonomía del Banco Central es una paparruchada en la que no cree nadie, y nos parece bien: el BCRA se tiene que alinear con la política económica del gobierno de turno; al como sostuvo tradicionalmente el peronismo, y tal como lo sostuvo el kirchnerismo al reformar la Carta Orgánica en el 2012; con la oposición de todos los que hoy conforman "Cambiemos". Estaríamos en presencia de otro caso en el que Macri "cambio de opinión", y apoya lo que antes combatió.
* El actual directorio del Banco Central se opone a devaluar, y un eventual gobierno de Macri (que jura que no piensa devaluar) apelará a las herramientas legales impulsadas por el kirchnerismo a las que se opuso, para echarlos a todos; y reemplazarlos por otros que devalúen.
O sea que la "autonomía" solo funcionaría cuando el Banco Central es un coto de caza de los economistas neoliberales alineado con la city y los bancos, y la política económica del gobierno tiene otra orientación. Si es al revés, hay que tirarla al canasto.
* Para poder echar al presidente del Banco Central ("atornillado por ley" a su cargo, recordemos) será fundamental la intervención de un juez; que respondiendo a una denuncia formulada en un diario opositor y levantada por los presidentes de los bloques de las dos principales fuerzas opositoras, allana el Central con la policía manejada por el gobierno del candidato opositor; para pedir documentación que ya tiene.
O sea que la independencia de la justicia serviría más o menos para lo mismo que la autonomía del Banco Central: para usarla en el momento en que se lo crea oportuno, y para el fin que uno estime necesario.
Pero ojo: creámosle a Macri que no piensa devaluar, ni "perseguir al que piensa distinto" ni "politizar la justicia", sino "respetar su independencia".
1 comentario:
Y sí cro. estas hdeputeces entre contradictorias y desopilantes ocurren cuando aplicás carriotismo, similar al, en su momento, affaire del ocupa concubino (o ex que se yo) de Lulypop
Hoy es en defensa del interés del república o algo así.
En aquella oportunidad el "mal uso de las reservas" y el comprometimiento del BC o porái.
La cuestión de fondo, que es la que importa:
Hoy: es el margen de maniobra para la devalueta (como las blindajes de ciertas temas que se dio en estos días pasados en el congreso) el kernerismo apelando a su maldad intrínseca le complica la gobernabilidad al futuro heredero para hacerle un poco más difícil el abroche para tod@s por venir.
En aquella oportunidad:
El tema era obligar al gobierno a COMPRAR los dólares para pagar, ante esta situación tenés dos opciones:
1 – hacés un ajuste fiscal para generar el excedente necesario para efectuar dicha compra
2 – o pedís la guita prestada (dólares en este caso)
Por supuesto, la shegua fiel a su condición, hoy te manda al frente con una corrida bancaria judicial y en aquella época un "shot de cul" y a la mierda.
Que’ va’ce’ cro. vamos a tener que cuidarnos por que hasta nosotros corremos riesgo de que nos metan en cana
Saludos
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