LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 12 de junio de 2011

ESCRIBANO Y LA MÁQUINA DE HACER PRESTIGIOS


Leemos en la tribuna de doctrina esta nota de Escribano en la que anuncia la incorporación de Santiago Kovadloff a la Academia de Ciencias Morales y Políticas.

Escribano es aquel tristemente célebre personaje del pliego/ultimátum dirigido a Kirchner antes de asumir el gobierno, mismo que -ante el rechazo de sus exigencias- auguraba que la Argentina tendría entonces un gobierno que duraría un año.

Hoy columnista, por años fue secretario de redacción del diario de los Mitre; siempre una de sus plumas principales, miembro conspicuo además de ADEPA y las SIP, y varias veces premiado por ellas por sus "méritos periodísticos".

En "Los profetas del odio", Arturo Jauretche decía sobre las Academias: "La calidad de académico da más alta jerarquía al figurón...el personaje sirve lo mismo para un barrido que para un fregado, siempre que trabaje de cipayo barriendo para adentro. Es académico porque es personaje, y es personaje porque es académico. Que sepa la técnica de la Academia...es inimportante; ...lo que importa es que la academía sea prestigiosa porque siendo prestigiosa la academia, son prestigiosos los académicos, y siendo prestigiosos los académicos, es prestigioso lo que dicen."

Y sobre la Academia a la que se acaba de incorporar Kovadloff decía entonces (1957) Jauretche: "Recuerde que hay una Academia de Ciencias Morales, de la que es miembro el Almirante Isaac Rojas; sí, precisamente él...(y) Recuerde ahora también que a la misma Academia de Ciencias Morales a que pertenece el Almirante Rojas pertenece Norteamérico Ghioldi, consejero y ejecutor de aquéllo de "se acabó la leche de la clemencia"; deben sacar de allí su título para tan original Academia de Ciencias Morales...".

De Rojas, Ghioldi y su tristemente célebre frase no ocupamos hace poco aquí, al conmemorar un nuevo aniversario del levantamiento de Valle.   

Hace poquito también nos ocupamos de Kovadloff, a raíz de esta nota suya publicada en La Nación, casualmente el diario que por años dirigiera Escribano.

Como ven, en la nota el escritor ahora homenajeado por la Academia de Ciencias Morales y Políticas clama con acento apostólico por el cumplimiento de la profecía incumplida de Escribano en 2003: el pronto fin del kirchnerismo.

Como hace muchos años Ghioldi y Rojas pedían y ejecutaban lo que, entendían, sería el fin del peronsimo.

Es decir entonces que la máquina de fabricar y dispensar prestigios de la que hablaba Jauretche sigue vigente, con los mismos métodos y respondiendo a los mismos fines.

Es de esperar que sea con los mismos resultados.

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