LA FRASE

"NO DOY ABASTO REPRIMIENDO PIQUETES, REQUISANDO GENTE QUE DUERME EN LA CALLE Y PERSIGUIENDO TERRORISTAS IMAGINARIOS, Y PRETENDEN QUE CUIDE A LOS PRESOS PARA QUE NO SE ESCAPEN DE LAS COMISARÍAS." (WALDO WOLF)

jueves, 2 de junio de 2011

LOS HIJOS DE ERNESTINA Y LAS DISTINTAS FORMAS DE OCULTAR LA VERDAD


Hoy se conoció el fallo de la Cámara Nacional de Casación Penal sobre la extracción compulsiva de ADN a Marcela y Felipe Noble Herrera, para determinar si son o no hijos apropiados de desaparecidos.

Aquí la noticia en Página 12, donde se comentan las partes principales del fallo: queda ratificada la obligatoriedad de aportar material genético para Marcela y Felipe, y en consecuencia que se les puede extraer compulsivamente si no prestan su consentimiento, y que deberán cotejarse con las muestras obrantes en el Banco Nacional de Datos Genéticos.

Como pedían los querellantes: Abuelas de Plaza de Mayo y los familiares de víctimas de la represión que sospechan que pueden ser hijos de sus hijos; y nada más ni nada menos que lo que dice taxativamente el Código Procesal Penal de la Nación desde su reforma por la Ley 26.549 de 2009, y como se ha procedido en todos los demás casos similares, en que no hay detrás un multimedios que pugna porque no se sepa la verdad, con un ejército de abogados y jueces a su servicio.

Pero en cambio a la hora de disponer como se cotejarán las muestras extraídas, el fallo se aparta del criterio seguido en todos los restantes casos, al disponer que sólo podrán compararse con las muestras de ADN que obraren en el BNDG de familiares de detenidos o desaparecidos con anterioridad a la fecha de nacimiento de cada uno de ellos (Marcela y Felipe), registradas en sus respectivos expedientes de adopción.

Expedientes que han sido adulterados -como lo demostró claramente en su momento el ex juex Marquevich-de la primera a la última foja. Fruto del árbol envenenado llaman los procesalistas a algo como lo decidido por Casación: valerse de un elemento obtenido de forma fraudulenta o sospechosa.

Pero no sólo los abogados de Ernestina, ella misma, Marcela y Felipe han ensayado en éste caso mil y unas formas de ocultar la verdad, tantas, que ya todos la intuimos con tanta certeza como si la supiéramos.

Con este fallo "salomónico" que dilatará aun más las cosas (es presumible que ambas partes de la causa apelen ante la Corte) también los jueces de Casación hacen lo suyo para continuar con el ocultamiento.

Y los medios no se quedan atrás: esta es la captura de pantalla de Clarín un rato largo después de conocerse la noticia:

     

Tardaron más de dos horas en colgarla, y cuando lo hicieron, la encabezan mandándole un mensaje a la Corte.

En La Nación, la noticia estuvo una hora antes, como pueden ver acá:


Rápidamente quedó desplazada a un lugar secundario por otras noticias mucho menos importantes, pero de todos modos se puede apreciar algo: ambos socios de Expoagro y Papel Prensa actúan casi al unísono, coordinando cuando y como mostrar la noticia; sobre todo cuando es particularmente sensible a los intereses de uno de ellos, o de ambos: el golpe mortal para la poca credibilidad que les queda, que signicaría que se demuestre fehacientemente que los hijos de Ernestina son apropiados de padres desaparecidos, no es algo para tomar a la ligera.

Por eso todo vale para ocultar la verdad, o disfrazarla: abogados, jueces, periodistas, medios, lo que venga.

La descripción que hace Clarín de los avatares de la causa acá es, sencillamente, canallesca: ahora la culpa de la demora de más de diez años en resolver la causa es...de los querellantes y del gobierno.

El arsenal del grupo despliega otra arma, la mentira (y no una, muchas); cuando el ocultamiento simple ya no alcanza para evitar que se sepa la verdad.

La Nación -que fue la pionera en condicionar a la Corte invocando sus precedentes- no se priva nunca de dar lecciones sobre independencia del Poder Judicial, acudiendo incluso a editorialistas fantasmas.

Precedentes que, dicho sea de paso, no son tales en tanto son anteriores a la Ley 26.549, que además establece otros métodos distintos a la extracción de sangre para determinar la cadena de ADN.

Pero nada de eso importa cuando de lo que se trata es de ocultar la verdad.

Y los jueces de la Cámara de Casación (al igual que los de la Corte con la ley de medios) actuaron con un claro sentido político: pateando la pelota para adelante, a la espera de mejores tiempos y oteando el panorama político y electoral.

Esas son otras razones para votar a Cristina en octubre, para que el triunfo sea rotundo y para que el mensaje de las urnas se escuche fuerte y claro, y llegue a todas partes.

También a Tribunales.

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