Recién hoy "podría" conocerse el cronograma de eliminación de los subsidios, pero el hermano de Altamira (en realidad la columna parece escrita por el propio Altamira) ya sabe a cuantas familias afectará, y en que medida.
Obviamente los comerciantes y las empresas trasladarán -dice, apelando a los fantasmas remarcadores del inconciente- los aumentos en sus costos (por las dudas, después vemos) a los precios, y la espiral inflacionaria se retroalimentará, habrá otro golpe al bolsillo de la clase media, y dos de cada tres hogares se volverán pobres, o algo por el estilo.
"Se supone" que los jubilados y beneficiarios de planes sociales quedarán afuera del inevitable tarifazo, y recién en marzo "comenzaría" el cronograma de eliminación de los subsidios al transporte, pero para entonces será tarde: la Argentina habría desaparecido bajo los escombros de la híper.
Y 45.000 millones de pesos del consumo desaparecerán de inmediato, y los índices de precios (el del INDEC y los privados) se irán a las nubes (porque por ahora no se puede estimar como impactarán los aumentos que no sabemos de cuanto son, pero seguro vendrán y nos ensartarán como una brochette, aunque no sabemos hasta donde), aunque todos estos años de tarifas planchadas parecía que los servicios públicos ni entraban en las mediciones de inflación.
Y en el medio del huracán hiperinflacionario, y sin que podamos hacer nada para evitarlo, todos moriremos.
Después del fracaso de la corrida contra el peso, para provocar una estampida bancaria y la devaluación, este modo de ejercicio del terrorismo informativo es el elegido por Clarín para seguir intentando limar al gobierno de Cristina, y disolver en el aire el mazazo que fue para ellos el resultado electoral del 23 de octubre pasado.
De estas cosas hablaba Luis D'Elía cuando decía que el Grupo era una pistola puesta en la cabeza de la democracia: para defender sus intereses en todo plano (desde Papel Prensa a las licencias de radio y televisión, Fibertel o la fusión de los cables) no van a vacilar en apelar a este tipo de maniobras.
Cabalgando sobre hechos reales -como los aumentos de los impuestos- apuestan a generar un clima de terror e incertidumbre, que active los resortes de la memoria colectiva de los argentinos sobre la hiperinflación, y que al final, termine provocándola; porque saben que es la forma más eficaz de llevarse puesto a un gobierno, por más amplio respaldo popular que haya tenido.
A esto es a lo que nos enfrentamos de ahora en más, y habrá que estar atentos en todos los planos: desde mejorar la comunicación oficial de las medidas, hasta afinar los detalles de su puesta en ejecución, pasando por la parte que nos toca a cada uno en el boca a boca con nuestros vecinos, amigos y conocidos.
Para no permitir que estos hijos de puta lo vuelvan a hacer, como tantas veces; provocando un gigantesco río revuelto en que ellos esperan sacar su ganancia de pescadores de negocios.
5 comentarios:
Lo que me gusta cuando suben notas de Clarín o La Nación es que hay más subrayado en rojo que otra cosa. Ya fue, suban la nota entera con una referencia al pié indicando algo tipo "Léase todo subrayado".
No queda claro si te gusta o no te gusta, ¿qué sos, profesor de bricollage?
Esto es una idea montada sobre otra. Por que no se implementa una "trazabilidad total". Control de precios sobre toda la cadena apoyada por una especie de GRAN HERMANO informático. Todos los nenes grandes están informatizados.
Ses una idea nada más..
Salute y no aflojemos!
PD: Aparte de todos los beneficios hay que pensar lo que serían los comentarios de Jorge "Aerocámpora" Lanata!!
Ah, pero eso sería ocuparse del problema de la inflación viendo quienes aumentan los precios, sin arreglar el INDEC, ¿dónde se ha visto? lo cuestionaría Lozano por ejemplo.
No, a mi si me gusta, era una sugerencia que hace, creo, a la practicidad de ustedes.
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