LA FRASE

"CON EL PRETEXTO DE LA EDUCACIÓN SEXUAL, KICILLOF FOMENTA LA PEDOFILIA, SI FUERA EL INCESTO, VAYA Y PASE." (KARINA MILEI)

martes, 24 de marzo de 2020

NO HAY MAYOR SOLIDARIDAD QUE PAGAR IMPUESTOS


Ayer nomás y a propósito de las enseñanza que debiera dejarnos la crisis del coronavirus, decíamos acá: "Y ya que hablamos de empresarios y para concluir: recordemos a los que hoy, mientras todos estamos angustiados y preocupados, aumentan los precios, especulan con insumos críticos, despiden empleados, desabastecen y luego (y antes y después, y siempre) piden rebajas de impuestos, reglas de juego claras para invertir y se alzan como voces autorizadas para decirle a los gobiernos que es lo que tienen que hacer.".

El mismo día -ayer- leíamos en Infobraden que un grupo de los más poderosos empresarios del país lanzan una iniciativa "solidaria" para recaudar 100 millones de dólares, y destinarlos a la compra de respiradoras y otros gastos necesarios en la infraestructura sanitaria, para hacer frente a la emergencia. 

Repasando la nómina de los promotores de la iniciativa, coincide casi exactamente con el famoso "grupo de whatsapp" que estos mismos empresarios armaron en plena campaña electoral, para apoyar la reelección de Macri; o sea, de un gobierno que suprimió el Ministerio de Salud, y desfinanció al Estado en general, y al sistema de salud pública en particular. Y lo desfinanció atendiendo los reclamos y exigencias de esos mismos empresarios, que siempre piden lo mismo: rebajar impuestos, y achicar el gasto público. 

La misma nota da cuenta de que la poderosa Asociación Empresaria Argentina (AEA), el "club" que agrupa a los empresarios más poderosos del país, "bendijo" los esfuerzos coordinados de las autoridades de distintos niveles, con prescindencia de colores políticos, para hacer frente a la emergencia: un gesto que da cuenta cabal de como se ven a sí mismos estos personajes, y cual es el rol que creen que deben cumplir en la sociedad, algo así como el "sello IRAM de calidad" de la política, y la gestión de la cosa pública.

Lo cierto es que, si esos empresarios que organizan ahora una campaña solidaria por intermedio de la Cruz Roja (o colgándose de su prestigio, para ser más precisos) y auditada por una invariable consultora que da el sello de transparencia y honestidad en el manejo de los fondos (la pregunta sería quien se los da a ellos), pagasen en tiempo y forma todos los impuestos que deben pagar acorde a sus ingresos, ganancias y capacidad contributiva, estas "campañas solidarias" no serían necesarias, y no habría que apelar a ONG's, por más prestigiosas que sean: bastaría un Estado activo y bien financiado con recursos genuinos, aportados por los que más tienen, actuando para socorrer a todos, especialmente a los que menos tienen.

No es, ciertamente, una ideas novedosa, ni trasnochada, ni pura ocurrencia nuestra: de hecho esto es precisamente lo que se estaba discutiendo ahora en los propios países centrales, cuando sobrevino la pandemia. Eso, sin contar con que estos muchachos (que capan un mosquito al vuelo) plantear hacer donaciones, porque luego pueden deducirlas de los impuestos que tienen que pagar.

Estos mismos empresarios presionaron (no tuvieron que hacerlo mucho, a decir verdad) para que el gobierno de Macri gestara el más amplio y generoso blanqueo de capitales de la historia argentina del cual se benefició personal y familiarmente el ex presidente y sus empresas; sin la obligación (por primera vez) de repatriar lo blanqueado. Solo poniendo la lupa fiscal en esos patrimonios "negros" ocultos en el exterior (en su mayoría en paraísos fiscales), y cobrando los impuestos consiguientes, hay recursos de sobra para afrontar la pandemia, y más también.

La solidaridad dejémosla para otros, o en todo caso: que la pongan en práctica pagando impuestos. Tuit relacionado:

1 comentario:

Miguel dijo...

Me hace acordar a Evita y las damas de beneficencia