LA FRASE

"LOS OTROS DÍAS EN EL LLAO LLAO SONABA TODO EL TIEMPO "FUGA Y MISTERIO" PORQUE SIEMPRE FUE UNO DE MIS TEMAS FAVORITOS." (EDUARDO ELSZTAIN)

viernes, 18 de febrero de 2022

INFLADOS

 

Leemos en La Política Online que desde sectores del oficialismo se le reclama al gobierno que haga algo para contener la inflación, a cuya persistencia en niveles altos adjudican incidencia directa en la derrota en las elecciones legislativas del año pasado.  

Chocolate por la noticia: con una inflación anual superior al 50 % y que no muestra tendencia a descender, en las vísperas de cerrar un acuerdo con el FMI que conllevará un ajuste (aunque se lo niegue), la receta parece ser el combo perfecto para volver a perder en el 2023. 3,9 % de inflación en enero, 4,9 % en alimentos y bebidas, son registros que -ya se puede decir- van a pulverizar el 33 % anual previsto en el presupuesto que el Congreso rechazó, e incluso el 40 % que se está mencionando como pauta de ajuste de los salarios en las paritarias.

Sobre todo si no se advierte reacción desde el gobierno frente al problema, con medidas concretas. Porque no alcanza -claramente- con el empeño individual de Feletti, un funcionario puesto a desgano por Alberto en el gabinete, y acompañado en su gestión con más desgano aun, tanto que no lo acompañan, directamente. Feletti que planteó que a la inflación se la ataca con mayores regulaciones públicas que, o están y o se aplican por decisión política, o no están y tampoco se dictan o plantean, con los cambios legislativos correspondientes, si ese fuera el caso.

Tampoco alcanza con explicaciones teóricas sobre el carácter "multicausal" de la inflación, menos cuando en los borradores del acuerdo con el FMI se hacen concesiones a la ortodoxia monetarista, pues se compromete una sostenida "reducción del financiamiento al Tesoro vía emisión monetaria del Banco Central". Una receta que -sin ir más lejos- fracasó estruendosamente en el macrismo.

Estamos en presencia de un problema grave -de los más graves, sin dudas- porque impacta en los niveles de pobreza, en la distribución del ingreso, en el nivel de vida y consumo de las personas, las familias, los hogares; y el gobierno no hace nada. Literalmente: parece confiar en que el mercado -como la justicia- se "autodepurará" para contener los precios, en especial los de los alimentos.

Tanto no hace nada, y durante tanto tiempo, que uno se pregunta si no hay en esa inercia, en el fondo, un plan. Que lo expone acá -acaso sin querer- el ministro Kulfas, cuando dice que los empresarios tienen margen suficiente para otorgar aumentos salariales por encima de la inflación, lo que de darse permitiría recomponer en parte el poder adquisitivo que vienen perdiendo los salarios los últimos seis años, si contamos los cuatro del macriato, y los dos de Alberto, en pandemia.   

Hemos dicho otras veces que el gobierno (si entendemos por tal el núcleo duro del presidente y sus funcionarios de confianza, a la hora de la toma de decisiones) parece creer que es posible recrear las condiciones de que gozó el duhaldismo en 2002 después de la implosión de la convertibilidad, para recomponer niveles de rentabilidad empresaria a costa de la depresión de los salarios medidos en dólares, en especial en aquellos sectores que pueden exportar, y generar ingresos de divisas; en la esperanza de que esos mayores niveles de rentabilidad "derramen" en mejores salarios, que impulsen el consumo.

Basta repasar las políticas "ofertistas" diseñadas para sectores como el complejo agropecuario, las petroleras y mineras, o las automotrices, para entender como es posible que convivan un crecimiento de más del 10 % interanual, con una acentuación de la distribución regresiva del ingreso, una moderada baja del desempleo y una ínfima recuperación salarial el año pasado, solo para los trabajadores formalizados, y haciendo un promedio del conjunto de las retribuciones. Recuperación que, por supuesto, no alcanza ni de lejos a compensar lo perdido en estos años en términos de capacidad adquisitiva de los salarios, lo mismo sucede con las jubilaciones.   

De los dichos de Kulfas -¿el ministro de la AEA en el gabinete del "Frente de Todos"?- se desprende que siguen apostando a ese "derrame", porque generaron las condiciones para que los empresarios tengan margen (o sea, incremento del nivel de rentabilidad) para dar aumentos por encima de la inflación, pero nada indica que estén generando las políticas para que, efectivamente, lo hagan. Por ejemplo conteniendo la inflación. 

Tuits relacionados: 

4 comentarios:

Anónimo dijo...

La inflación de enero anualizada es de "apenas" 58,3%, muestra que el ministro gestor de deuda vive en la nube de Úbeda con su 33%.
Dese el presidente (sic) hasta el último de los funcionarios de su riñon no funcionan, si tuviesen un poco de vergüenza renunciarían ya mismo.
Pero desde el 10 de diciembre de 2019, día a día, han demostrado que esa palabra ni siquiera figura en su diccionario.

Anónimo dijo...

Para volver a perder en 2023?
Si, pero también para un conflicto social tipo 2001 y un aumento inmediato y proporcional de los crímenes violentos

Anónimo dijo...

Exportadores, petroleras y mineras, son los que aportan los votos, por eso Fernandez los favorece con sus medidas.

Anónimo dijo...

Y bue, ya no hay elecciones hasta el 23... El momento pasó... En las PASO justamente...
Ajuste? Al contrario, hubo un crecimiento del gasto en términos reales... (Será una sensación de ajuste nomás,entonces...)