NADA

 

Entrás al Boletín Oficial buscado enterarte en que anda al gobierno, y se te viene esto a la mente: https://t.co/mHaiIU2FNY

— La Corriente K (@lacorrientek) February 16, 2022

La gestión de un gobierno no se agota en el Boletín Oficial, pero sí se expresa, en buena medida, a través de las normas que allí se publican: leyes, decretos, resoluciones, decisiones administrativas.

Es de ese modo como la gestión supera el estadio del "comentarismo" que "analiza", "evalúa" o "no descarta", para pasar al terreno de las "efectividades conducentes", como diría Ubaldini. O cuando se pone en práctica aquello de "mejor que decir es hacer, mejor que prometer es realizar", que decía Perón.

El gobierno (el Estado) resuelve algo, y lo plasma en una norma jurídica, que impone obligaciones, crea derechos, resuelve situaciones concretas, dispone el manejo de los recursos públicos aplicándolos a finalidades determinadas: una obra pública, un programa, una regulación. 

De allí que siempre es importante entrar a ver que se publica en el Boletín Oficial, costumbre que acá tenemos diariamente. Y en honor a la verdad, con frecuencia no hay mucho para ver, aunque sí haya mucho publicado: en no pocos casos (pueden hacer la prueba por ejemplo en la edición de hoy), si sacan las designaciones de empleados o funcionarios, no queda mucho por rescatar.

Y no pasa solo hoy, sino la mayoría de las veces; y no pasa siempre: prueben de buscar aleatoriamente ediciones del Boletín de los tiempos de Néstor o Cristina, y nos cuentan. Y si prefieren, aunque con otro sentido, de los tiempos del macrismo; cuando era frecuente encontrarse allí con los estropicios del día.

Por estos tiempos el Boletín Oficial es una radiografía bastante certera de la gestión del gobierno nacional, e incluso de sus diferentes áreas: Guzmán por ejemplo (cuya única gestión parecen ser las interminables tratativas con el FMI), solo firma resoluciones referidas al personal de su Ministerio, y en otros casos los "Planes de acción" de las empresas y sociedades del Estado nacional o donde éste tiene participación, porque se trata en esos casos de una exigencia impuesta por la Ley 24156 de Administración Financiera.

Pueden comprobar lo que decimos buscando esas resoluciones, y estamos hablando nada menos que del ministro de Economía, pero el hallazgo se repite con Kulfas, Cafiero y otros tantos funcionarios, muchos de los cuáles parece que -tal como dijera Cristina- "no funcionan". 

O no se sabe muy bien en que andan; incluyendo el propio presidente: no vayan a creer que el repaso de los decretos (hoy por ejemplo no salió ninguno) arroja resultados demasiado diferentes. Así como el Boletín Oficial es el registro de lo que se hace desde la gestión, también es el registro (por contraste) de lo que se deja de hacer.

El Secretario de Comercio Felletti acaba de decir que el problema de la inflación se resuelve con más y mejores regulaciones públicas, por ejemplo. Pues bien, esas regulaciones no aparecen donde debieran estar: en el Boletín Oficial. Y no aparecen porque no están.