LA FRASE

"ELCOMITÉ DE CRISIS POR LA GUERRA EN MEDIO ORIENTE LO DISOLVÍ AL DÍA SIGUIENTE DE CREARLO PARA QUE VEAN QUE VOY EN SERIO CON LO DE ACHICAR EL ESTADO." (JAVIER MILEI)

viernes, 2 de diciembre de 2022

SECRETOS BIEN GUARDADOS

 

Que la persecución judicial contra Cristina sigue vivita y coleando, incluso con más fuerza que antes de diciembre del 2019, no caben dudas: basta con leer los titulares de los diarios. Y que su propósito sustancial es sacarla de carrera para las elecciones del año que viene, es obvio.

Tan obvio como que el próximo martes el tribunal que ¿juzga? la causa Vialidad la condenará, porque no tiene margen de sus mandantes reales para hacer otra cosa. Y tan obvio como que esas elecciones de 2023 se definirán -esencialmente- por el humor social imperante al momento de votar, y ese humor social depende de las condiciones materiales de existencia de cada uno, o sea en criollo: de la economía.

También es obvio que en el peronismo y los partidos que hoy (recalcamos el "hoy") conforman el "Frente de Todos" no parece haber espacio para otra candidatura presidencial que no sea la de la propia Cristina, aunque en su momento algún trasnochado decía que "el único con volumen electoral en el peronismo es Alberto". 

Tanto es así que son esos trasnochados y otros que soñaron con el "albertismo", son los primeros que están pidiendo pista en el Senado o el Instituto Patria, para ser readmitidos al redil; y la discusión "PASO sí, PASO no" pasó a segundo plano desde el último acto masivo de Cristina en el que no pocos creyeron ver la oficialización de su candidatura.   

Y a esta altura resulta claro que el "peronismo de Perón" 100 % puro sin mezcla de kirchnerismo ni aditivos progresistas ni siquiera ensaya en ésta oportunidad alguna alquimia o candidatura "post kirchnerista" con el fantasmón de ocasión. Será quizás porque intuyen que el FDT marcha a una derrota tan segura, que ni siquiera necesita de su colaboración, dividiendo el voto peronista: no jugando zafan de exponer su insignificancia electoral, y suponen que de ese modo el día de mañana pueden volver a ofrecerse como alternativa.

Por el lado de la oposición, es tan cierto que son una bolsa de gatos donde todos se pelean con todos, como que han conseguido fidelizar a una buena porción del electorado, dispuesta a votar al msimísimo Drácula si les garantiza que puede derrotar a los candidatos del peronismo, lo cual pone a las peleas internas en su contexto de real incidencia. 

Si uno sumara todos los puntos anteriores como si hiciera un dibujo siguiendo las líneas de puntos, y le agregara que todo lo concerniente a la "agenda judicial" en sentido amplio (desde el "lawfare" de las causas truchas, hasta el culebrón del Consejo de la Magistratura) no le importa a nadie salvo los núcleos más intensamente politizados a ambos lados de la "grieta", pareciera que la suerte de los próximos comicios ya está definida, y Cristina marcha hacia una derrota segura, siendo aún así la única que puede garantizar que ésta sea más o menos digna.

Y sin embargo, se mueve: si las cosas fueran estrictamente así, o si desde el otro lado se percibieran así, bastaría con dejar correr la causa Vialidad por los carriles que viene transcurriendo hasta ahora, y listo: el trabajo de desgaste (porque la proscripción efectiva requeriría de una condena firme) estaría hecho.

Pero al parecer ellos ven cosas que algunos de éste lado no ven. Si no se entiende que apelen a personajes menores como Stiusso, que intenten volver a sacar del frezzer a Nisman, que soliciten la reapertura de cuanta causa trucha hubo dando vuelta y terminó con archivo o sobreseimiento de Cristina por inexistencia de delito, de pruebas o de ambos; desde el memorándum con Irán al dólar futuro.

Acaso la voz de alerta -que parece haber pasado desapercibida en medio de la gritería mediática- la dio hace unos días Clarín (nada menos), publicando una encuesta que decía que Cristina era la candidata con el mejor piso de votos consolidados, y que éste era "altísimo". Tomando siempre con pinzas todo lo concerniente a encuestas (especialmente las que se difunden tantos meses antes de las elecciones, y sin candidaturas formalizadas) ¿tendrá ésta gente secretos bien guardados, que nosotros desonocemos?  

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1 comentario:

Anónimo dijo...

Tienen los números, por eso lo mandaron a Sabag.
El Colo.