La imagen de apertura corresponde a dos noticias de la edición de ayer del diario del "Loco Lindo": ésta que da cuenta que a 4 meses del atentado contra la casa de Bonfatti la causa no tiene juez; y ésta otra, que cuenta que el fiscal del juzgado federal apeló la decisión del juez Rodríguez de declararse incompetente en la causa abierta por sedición, contra los policías amotinados en diciembre pasado.
Dos hechos en apariencia distintos y que nada tienen que ver entre sí, pero íntimamente conectados, porque expresan la profunda crisis de seguridad que atraviesa la provincia, de la cual el aparato policial es protagonista principalísimo.
Después de 4 meses del tiroteo a Bonfatti, y de que el propio gobierno provincial alentara desde los primeros minutos las hipótesis más variadas (desde la "venganza de los narcos" hasta el pase de facturas de la interna policial por supuestas reformas), no hay ningún avance: no quedan detenidos (llegaron a sumar 26, en diferentes etapas), no hay sospechosos ni pistas firmes y toda la carne podrida que los de la gorra le vendieron al socialismo y Lamberto y sus muchachos compraron con ansias, se reveló eso: podrida.
Tanto que desde el propio gobierno se le puso sordina al tema, y ya nadie habla de él; como si no importara que los santafesinos supiésemos quiénes y por qué tirotearon impunemente nada menos que la casa del gobernador de la provincia.
Y en el medio, le aceptaron la renuncia a una jueza, otra está de vacaciones y el fiscal pasó al nuevo sistema procesal; con lo que quedan claros los primeros beneficios de éste: barrer bajo la alfombra las causas viejas, para que nunca sean resueltas.
Otro tanto pasa con la causa por el motín policial de diciembre; donde parece que el juez federal le quiere esquivar el bulto y comparte los "pataleos" del "¿ex? procurador Barraguirre, para que la causa quede radicada en la justicia provincial.
Donde perfectamente podría pasar -como con la causa de la balacera a la casa de Bonfatti- que se quede sin juez, o no se sepa quien la toma; y termine quedando en la nada.
En el medio y por presiones de los canas, Bonfatti vetó la ley que creaba la policía judicial (necesario complemento de la reforma en marcha); para reemplazarla por una "policía de investigaciones" creada por decreto, y conducida por el anterior jefe de la Unidad Regional de Rosario; que dejó su puesto con el triste récord de 253 muertos por hechos violentos en el Departamento, en todo el año pasado: un currículum impresionante como para aspirar al nuevo puesto, y desempeñarlo con eficacia.
Si se puede tirotear impunemente la casa del gobernador y que ni siquiera haya un juez o fiscal que investigue los autores y los motivos, y si se puede alzarse en armas contra las autoridades electas para obtener reclamos a punta de pistola sin que se considere sedición, nos surgen un par de preguntas, a saber:
¿Qué justicia federal defendía la oposición el año pasado cuando se opuso a los proyectos de reforma impulsados por Cristina, ésta que no quiere ver lo obvio: que un grupo de policías armados extorsionando a un gobierno (con éxito, diremos) cometen sedición?
¿Cómo quiere el gobierno provincial que los santafesinos creamos que vamos a estar más seguros porque creó una policía de investigaciones a cargo de los mismos que no atendían el 911 durante el motín y los saqueos, o porque entró a regir un nuevo código de procedimientos?
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