Un logro que nos enorgullece como país, como reclama acá Campanella; que quiere vivir en un país que justamente lo enorgullezca por sus logros; en éste caso bastante más importante que ganar un Oscar, o un premio Goya.
Y un logro que es indiscutiblemente mérito del grupo de científicos argentinos que hicieron el hallazgo, demostrando que nuestros hombres de ciencia están al nivel de los mejores del mundo, en muchos campos.
Pero también un logro que no hubiera sido posible sin el decidido apoyo financiero del Estado argentino (a través del CONICET y la UBA), como lo han reconocido expresamente los propios investigadores; señalando que nunca tuvieron tanto apoyo de un gobierno como ahora. Si no pareciera que a Lino Barañao (presente en la imagen) lo invitaron al acto de onda, porque se conocían del secundario.
Y un apoyo que se puede medir (ahora que están de moda las mediciones) con cifras concretas en mayores recursos humanos, más becas para investigadores, científicos repatriados o inversión en infraestructura para los institutos y centros de investigación; mientras otros planean aulas contáiners o con paredes de durlock en los pasillos de las escuelas: acá tienen algunos gráficos demostrativos.
Un dato para tener en cuenta cuando se critica el excesivo gasto público, y se apela siempre a ejemplos socorrido como el "Fútbol Para Todos" (sólo el CONICET y el ministerio, sin contar las partidas de investigación de las Universidades, representan 7 veces ese gasto); por no citar a los gorilas que sin complejos critican la AUH o el gasto social.
La inversión en ciencia, técnica e investigación también es "gasto público", y termina produciendo estos resultados.
1 comentario:
Lamentablemente ese plus de "gasto público" para la universidad lo termina administrando la UCR o el socialismo (UNL o UNR) a favor de sus filas. Y encima despotricando por los "enormes" sueldos que cobran los no docentes (según ellos son esos negros que no hacen nada).
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