LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

miércoles, 10 de junio de 2020

SOMOS TODO OÍDOS


Toda la campaña de las elecciones provinciales del año pasado fue planteada por el socialismo bajo el eje "Perotti es la derecha menemista de los noventa, que viene a hacer el ajuste y privatizar todo como hizo con el Banco Provincial y coso". En ese encuadre, se reservaban ellos el rol de una hipotética "izquierda progresista" que defendía lo público, la necesidad de la intervención del Estado regulando cuando hiciera falta y sosteniendo en su esfera distintas actividades críticas; cosa que -en ese relato- solo ellos garantizaban.

Que los santafesinos no hayan comprado el buzón y Perotti ganara las elecciones, no los disuadió de seguir con el mismo eje, que ahora pasó a ser el metro patrón desde el cual juzgaban al nuevo gobierno, sin importar los hechos concretos que este desarrollara: en eso estaban y siguieron igual, aunque el nuevo gobernador terminara con los subsidios provinciales a las low cost, aprobara el protocolo del aborto no punible, retomara para el Estado provincial el control de la autopista Santa Fe-Rosarioexpropiara el uso de una clínica privada para destinarla a la atención de casos derivados de la emergencia por el coronavirus, transfiriera los fondos reservados de la Policía al Ministerio de Seguridad o estableciera la aplicación de la Ley de Abastecimiento en lugar de dejarlo librado todo "a la mano invisible del mercado", como proponía Binner.

Y así los sorprendió el anuncio de la expropiación de Vicentín por parte del gobierno nacional de Alberto Fernández, frente al cual quedaron descolocados: primero y por reflejo (tal como ocurrió en el conflicto por las retenciones móviles con las patronales del campo en el 2008) se alinearon con los directivos de la empresa (a la cual quisieron prorrogarle hasta el 2057 la concesión del puerto de Rosario a su controlada TPR); para luego y con el curso de las horas, pasar a adoptar una posición híbrida e indefinida, en la que sin entrar en el fondo de la cuestión cuestionan las formas (la intervención dispuesta por DNU, porque la expropiación va a pasar sí o sí por el Congreso), o le reprochan a Perotti que no hubiera estado sentado en la mesa con el presidente, al hacer el anuncio: se entiende la pirueta, quedaron desacomodados con la movida presidencial, y tienen que cuidar la quinta "progresista".   

Sin embargo, el Frente Progresista que gobernó Santa Fe entre 2007 y 2019 también está integrado por sectores de la UCR, y en el viejo partido no hubo fisuras a la hora de alinearse en defensa de Vicentín, contra la expropiación: si en el caso de los que ficharon en "Cambiemos" se entiende (al fin y al cabo, el grupo Vicentín fue su principal aportante de campaña, y los créditos del Banco Nación en condiciones ruinosas para el interés públicos fueron responsabilidad del afiliado radical González Fraga), para los radicales "progres" no hubo otra posición -al parecer- que el silencio estruendoso, o el alineamiento incondicional y destemplado con los intereses del grupo empresario, como hicieron Corral, Barletta, el intendente de Avellaneda o el senador por el Departamento General Obligado.

Y si bien al interior del gobierno provincial hay una clara diferencia entre la posición del gobernador y la de su ministro de Producción Costamagna (quien sin embargo tuvo que reconocer que los caminos alternativos a la expropiación intentados fueron infructuosos), en el campo opositor al peronismo que gobierna en Santa Fe la cosa es más compleja, y acaso los que más fácil la tengan sean los del PRO: defendiendo a Vicentín se defienden a sí mismos, porque Nardelli (el CEO de la empresa junto con Padoán) es uno de los suyos, tanto que estuvo a nada de ser candidato a gobernador.

Desde acá esperamos escuchar ansiosos la posición final (definitiva, clara, rotunda, sin ambigüedades) del socialismo y de sus corifeos periodísticos, sobre todo si no alinean con la estratégica decisión del gobierno nacional de expropiar la empresa, a través del gerenciamiento de YPF y disponiendo que parte de la indemnización se cancele con los créditos pendientes del Banco Nación. A ver como se las apañan para, desde un supuesto "progresismo", encontrarle la vuelta para oponerse a todo eso, y correrlo a Perotti por izquierda, como suelen hacer. 

3 comentarios:

canalla dijo...

De acuerdo. Correcto. Veremos que dicen los "progresistas"

Anónimo dijo...

Barletta no come vidrio. Le prometieron pagarle en especie.
El grupo Vicentin compró una bodega en 2016, los vinos son marca Family Wines y Sottano. De vender al inicio 80.000 botellas, pasaron a vender 1,2 millones en 2018.
Pero pagan en especie porque andan sin plata (hasta que el Banco Nación les apruebe otro crédito).

https://www.cronista.com/apertura-negocio/empresas/El-vino-la-joya-oculta-del-grupo-Vicentin-que-apuesta-a-la-exportacion-20190407-0002.html

Anónimo dijo...

Ya empezó el partido. ¿Vos para quien jugás, Costamagna?