LA FRASE

"ESTOY CANSADO DE TENER QUE BANCARME LAS AGRESIONES DE CRISTINA PORQUE ES ACCIONISTA Y ME PAGA EL SUELDO." (MARCOS GALPERÍN)

viernes, 19 de abril de 2024

COMO JUSTIFICAR UN TARIFAZO (O UNA PRIVATIZACIÓN)

 

Leemos al periodismo amigazo en Rosario 3 anticipando los resultados de una auditoría que el gobierno de Pullaro hizo en la EPE sobre la gestión de la distribuidora estatal de energía en el gobierno anterior.

Nos cuentan allí que "...con los números a 10 de diciembre de 2023, el déficit proyectado a marzo dió (sic) de 30 mil millones.", lo cual es imposible de corroborar por la simple y sencilla razón de que no está disponible aun la Cuenta de Inversión del último ejercicio de la gestión de Perotti. Lo que sí es novedoso es sacar conclusiones proyectando los datos de un ejercicio presupuestario, a una parte del otro que aun está transcurriendo: es toda una nueva técnica de contabilidad pública.

Sobre todo un dato como el déficit (es decir la diferencia entre los gastos y los recursos), que además de estimarlo con tan original método, descontextualizado de todo otro dato carece de absoluta relevancia. Como por ejemplo de cuanto fue el presupuesto total ejecutado por la EPE el año pasado (para dimensionar el tamaño del déficit), porque el presupuestado era de 156.919 millones de pesos, y seguramente terminó siendo mucho más, por la incidencia de la inflación.

O discutir si, más allá de tener o no tener déficit, como eso indica (si es que lo hace) si la gestión de una empresa pública es eficiente o no, acorde con sus objetivos: el gobierno de Lifschitz (por poner el ejemplo que los ex Frente Progresista tienen como modelo) tuvo déficit en la EPE en los cuatro años de su mandato, y el del 2019 (último año) fue el mayor de todos, más que cuadruplicando en plata el déficit del año anterior. 

Para encontrar un año en el que la EPE tuviera superávit en las gestiones del socialismo/radicalismo hay que remontarse al 2015, y ése fue el único de los cuatro años del mandato de Bonfatti  en que la gestión de la distribuidora provincial de electricidad arrojó superávit. En el gobierno de Perotti tuvo déficit en el 2020 (con pandemia), superávit en 2021 y 2022 (este casi cuatro veces mayor que el del año anterior), y -como dijimos- no están aun disponibles los datos del 2023 que la auditoría "proyecta". Otra vez: el déficit o superávit por si mismo y sin ningún otro contexto, no explica nada.

Sigue diciendo la nota que otro hallazgo de la auditoría es que "...por no haber actualizado la tarifa en 2023 (subió148% contra inflación de 211%) se perdieron $34.800 millones.". Tomemos nota del dato: con el criterio de la auditoría (que es el que hace suyo el gobierno de Pullaro, Perotti debió (en un año electoral) aumentar un 63 % más las tarifas de la EPE, y de esa manera la empresa hubiera tenido superávit.

O aumentar la tasa de interés por los planes de pago de deudas de los usuarios con la empresa: "...tenemos en el 2023 una tasa del 30% cuando la inflación corría al 211%. Eso también es una herencia que tenemos, lo hemos revertido, pero hubo pérdidas importantes en el orden de los $ 26.000 millones..., dice el actual presidente del directorio Marcucci. Ni a Milei se le hubiera ocurrido. Aunque pensándolo bien, si se le ocurrió. 

Lo raro es que Pullaro no hizo campaña para gobernador prometiendo aumentar aun más las tarifas de la EPE (que están entre las más caras del país) o subir los intereses por mora, sino por el contrario hablaba de "sacarles el pie de la cabeza con impuestos a los que producen". Pues bien, ahora nos están diciendo -como en el caso de ASSA- que las tarifas están atrasadas, y hay que aumentarlas; y los intereses también.

Y lo que pasa con el déficit, también pasa con la inversión, que según dice la nota mermó durante el gobierno de Perotti (este argumento de que hay que aumentar las tarifas para garantizar las inversiones ya lo escuchamos antes, lo tenemos en la punta de la lengua el nombre del presidente y los gobernadores que lo planteaban, ya nos va a salir): si vamos a medir con esa vara, el gobierno de Lifschitz (que recordemos, se creía tan bueno que intentó reformar la Constitución para ser reelecto) arrancó teniendo un 8,04 % de los gastos totales de la EPE como gastos de capital en 2016, para ir descendiendo desde allí, todos los años: 5,71 % (2017), 4,99 % (2018) y 3,80 % (2019).

El gobierno de Perotti en un contexto adverso (pandemia y crisis mundial de la energía) pasó del 3,28 % en 2020, al 4,30 % en 2021 y 4,96 % en 2022. Otra vez: si van a tirar un dato, dénles un contexto porque si no parecen fruta. O excusas para otra cosa, como aumentar otra vez las tarifas, o privatizar la empresa.

Cosa que se está notando tanto que hasta los plumíferos estipendiarios de la pauta oficial se dan cuenta de lo que advertíamos nosotros acá, solo que ellos lo ponen como elogio, y se esperanzan con que el gobernador podrá hacer lo que se le cante la chota porque "la gente está de acuerdo por el clima de época que ha creado Milei" y coso, y porque -esto es cierto- tiene amplia mayoría en ambas Cámaras de la Legislatura:

3 comentarios:

Anónimo dijo...

H de P
Corcho frena el despojo.

Anónimo dijo...

Marcucci no puede auditar ni un puesto de praliné.
El Colo.

Anónimo dijo...

Pensar que Marcucci puede haber ideado ésta contabilidad "creativa", es como pensar que una ameba puede resolver problemas de trigonometría.
Los privados que quieren quedarse con la EPE hacen los "informes", y la mucama Marcucci firma. ¿Cobrará en negro o lo tienen inscripto?
El Colo.