Si el ser humano es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra, el argentino gorila es el único animal que les da oportunidades a Federico Sturzenegger para destrozarlo todo, en tres gobiernos diferentes. Y el tipo no las desaprovecha: ante el inminente vencimiento de las facultades extraordinarias otorgadas a Milei en la ley bases, se fueron llenando las ediciones diarias del Boletín Oficial con decretazos que ejecutan otra fase del plan de la motosierra del topo que está -efectivamente, como prometió- destruyendo el Estado desde adentro.
Vialidad Nacional, la Agencia Nacional de Seguridad Vial, el Instituto del Cáncer, el Instituto de la Agricultura Familiar, los fondos fiduciarios de Desarrollo Regional, Manejo del Fuego y Desarrollo Productivo. Antes habían corrido la misma suerte o parecida el Banco Nación, los medios públicos, el Plan Procrear, el Garrahan, el INTI, el INTA: nada se salva, nada se rescata, ni se mejora, ni se refuncionaliza. Todo es curro y cajas de la política, menos los curros reales, como la deuda para financiar la fuga de capitales: de hecho, el mismo lunes se publicó un DNU por el cual Milei autorizó emitir deuda por 50 billones de pesos, para rollear los títulos públicos en poder de los bancos.
Inútil es buscar en los decretazos salidos de la usina de calamidades de Sturzenegger algo parecido a un argumento racional en el que se sustenten las medidas: simplemente se alega la necesidad de desburocratizar el Estado, eliminar regulaciones que se califican como innecesarias, ampliar la libertad de los argentinos, dejar que el mercado resuelva los problemas porque lo hará más eficazmente, y paparruchadas similares, y no mucho más.
O algunos desatinos sueltos, como por ejemplo lo que pasó con la desregulación del sector eléctrico, instrumentada por el Decreto 450 publicado éste lunes en el Boletín Oficial. La norma se basa -según dicen sus considerandos- em el artículo 162 inciso b) de la Ley 27742 (ley de bases) que estableció como uno de los fines de la delegación de facultades del Congreso en el Poder Ejecutivo "Asegurar la libre comercialización y máxima competencia de la industria de la energía eléctrica, garantizando a los usuarios finales, la libre elección de proveedor;..." (las negritas son nuestras). A tono con ese disparate el decreto (que modifica las Leyes 15336 y 24065 que rigen el servicio público de electricidad en todas sus fases) dice la siguiente idiotez: "Que sin afectar el carácter local de la distribución de energía eléctrica, se fortalecen las herramientas regulatorias para que el usuario pueda libremente elegir su proveedor y se extienda la libre contratación en el mercado eléctrico.". O sea elegir quien te da luz en tu casa o empresa, como elegís que celular o zapatillas comprarte.
Cuando Milei era apenas un panelista televisivo y llamaba la atención por sus dotes de showman, y ya siendo candidato, se viralizó el video de apertura, en el cual explicaba gráficamente lo que pensaba hacer con el Estado si llegaba al gobierno, y por eso -en buena medida- muchos lo votaron, sin detenerse a pensar un minuto en las posibles consecuencias: quizás les pareció que simplemente se trataba de un loquito arrancando papeles en un pizarrón, que los hacía reír, y no mucho más. Bueno, ahora estamos en el punto en el que la cosa se puso seria, y algunos empiezan a lamentar las consecuencias, aun habiendo acompañado al gobierno "dándole herramientas de gobernabilidad", como la ley bases.
Gente perspicaz -o autopercibida como tal- con años en la política como Pichetto, Cobos, Randazzo o Stolbizer, que descubren que no fue tan buena idea darle facultades extraordinarias a un demente, o dicen muy sueltos de cuerpo que jamás pensaron que realmente las fuera a usar. En ese sentido se parecen bastante a los que votaron a Milei con la idea de que "no va a hacer lo que realmente dice", en fin, casos de salud mental. O en el caso de la "oposición razonable" (que incluye a buena parte de los gobernadores), se trata de gente que comparte el rumbo del gobierno y cree -como Milei- que no había otro posible, pero ahora se empiezan a bajar del barco porque -como dijo Cristina- se dio vuelta el reloj de arena.
Porque de ser otra cosa (por ejemplo advertir que se equivocaron, o subestimaron hasta donde podía llegar el experimento libertario), la solución -como lo advierten los tuits de Germán Martínez y Julia Strada que cierran el post- es muy sencilla: rechazar en el Congreso todos y cada uno de los decretos dictados por Milei en uso de las facultades extraordinarias delegadas, conforme al procedimiento establecido por la Ley 26122, que es exactamente el mismo que rige para que el Poder Legislativo ejerza el control de los DNU's (decretos de necesidad y urgencia).
Lo que supone que el Poder Ejecutivo, dentro de los diez días de dictado un decreto de delegación legislativa debe someterlo a consideración de la Comisión Bicameral Permanente (artículo 12 de la ley), y esta debe debe expedirse acerca de su validez o invalidez el dictamen al plenario de cada Cámara para su expreso tratamiento (artículo 13). Si el Jefe de Gabinete no remite en el plazo establecido a la Comisión Bicameral Permanente los decretos ésta se abocará de oficio a su tratamiento (artículo 18).
De acuerdo con el artículo 20 de la misma ley, si se vence ese plazo sin que la Comisión Bicameral Permanente haya elevado el correspondiente despacho, las Cámaras se abocarán al expreso e inmediato tratamiento del decreto de que se trate, y si ambas Cámaras (que lo tratan por separado) lo rechazan, el decreto queda derogado (artículo 24 de la ley).
Como la misma Ley 26122 aclara -por si hiciera falta- en su artículo 25, el mecanismo de control que establece no obsta a que el Congreso en uso de sus facultades ordinarias derogue las normas de carácter legislativo (es decir los DNU's y los decretos delegados) emitidos por el Poder Ejecutivo. Lo que significa que rechazar y derogar todos y cada uno de los decretazos de Milei y Sturzenegger (pronunciamiento de las Cámaras que además el presidente no puede vetar, porque son resoluciones y no una ley) no es excluyente con tratar en Diputados el DNU 70/23 y rechazarlo como ya hizo el Senado por amplia mayoría, y derogar la ley de bases en su totalidad, sin conformarse con que se hayan vencido las facultades extraordinarias que le daba al presidente.
Pero ya, ahora, no esperar al 2027, antes de que los daños que está haciendo éste gobierno sean irreparables. Menos lamentaciones y arrepentimientos o asombros en las redes sociales, y más culo en las bancas y manos levantadas en el Congreso. Tuits relacionados:
La Ley Bases se votó 3 veces en Diputados. En todos los casos, nuestro bloque votó en contra.
— GERMAN MARTINEZ (@gerpmartinez) July 7, 2025
Pero en 3 ocasiones hubo diputados que - queriendo darle "las herramientas" a Milei - votaron a favor de la Ley Bases y de la "reforma administrativa" que ejecuta Sturzenegger.
Si…
Al Garrahan y al Posadas hay que defenderlos ahora, no en 2027.
— Ricardo Aronskind (@RicardoAronski1) July 8, 2025
A nuestros científicos, docentes, jubilados y discapacitados hay que defenderlos ahora, no en 2027.
Que el 2027 no se transforme en una excusa para no enfrentar a la barbarie y denunciar a quienes la fomentan, AHORA.
Hoy de repente muchos diputados muestran preocupación por la destrucción de organismos estratégicos del Estado. Léase INTI, INTA, VIALIDAD, INSTITUTO DEL CÁNCER, sólo por mencionar los últimos atacados.
— Julia Strada (@Juli_Strada) July 8, 2025
Pero hay que tener memoria:
1) La ley Bases tuvo 142 votos afirmativos en… pic.twitter.com/GarRQoXZ3j
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