LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

lunes, 1 de septiembre de 2014

PAOLO ESTÁ PREOCUPADO


¿Serán los empresarios argentinos -como decía Borges de los peronistas- incorregibles?

Envalentonado por el reverdecer del discurso neoliberal (ahí anda Cavallo por los medios, como si hubiera nacido ayer), Paolo Rocca decidió abandonar su habitual perfil bajo para expresar su preocupación por la situación económica.

Leemos en Infobae su receta para superar las dificultades: "restablecer el diálogo con la comunidad financiera internacional" (pagarles a los buitres, en criollo) para que las empresas argentinas puedan volver a los mercados a tomar deuda (deuda que quizás en el futuro otro gobierno estatizará o licuará "pesificando"), "recrear condiciones para otorgar mayores niveles de certidumbre a la economía local" (apertura indiscriminada de la economía, devaluación), e indicó que eso se lograría "corrigiendo desequilibrios macroeconómicos y aliviando la presión tributaria" (bajando impuestos y ajustando el gasto público).

Nada nuevo, nada original o que no se haya hecho antes en el país; con los resultados conocidos. Que no fueron malos para Paolo Rocca y sus empresas, por supuesto.

Casi en simultáneo y por intermedio de su empleado Jaime Campos, Rocca y los demás miembros de la AEA fogonearon el comunicado empresarial contra la ley de abastecimiento, que amenazan impugnar en la justicia.

Como dato de color, estos mismos empresarios que enfocan sus cañones contra el Estado protochavista, no dedicaron siquiera un párrafo o una línea del comunicado, a criticar el paro organizado el miércoles y jueves pasado por el troscomoyanismo: al parecer, los piquetes de la izquierda y sus aliados Moyano y Barrionuevo, no les estarían preocupando mucho que digamos. 

Probablemente porque (tal como se dijera acá) no les estaban dirigidos, y hasta les pueden resultar funcionales, en tanto buscan esmerilar al gobierno que los quiere poner en cintura con los cambios en la ley de abastecimiento; o si prosperara el reclamo por Ganancias, podrían colar el suyo de ajustar los balances por inflación.

Roca se queja pero mal no le ha ido a sus empresas: veíamos acá como la devaluación de enero le reportó ganancias exhorbitantes a Siderar (la nave insignia del grupo Techint), fundamentalmente por la expansión de la industria petrolera; ya que proveen tubos sin costura que son utilizados por ella: probablemente el agresivo plan de inversiones de YPF controlada por el Estado, algo tenga que ver con eso.

Rocca apunta como una dificultad la situación de la industria automotriz (a la cual la misma Siderar destina el 10 % apenas de su producción, el resto en su mayoría la exporta), pero no dice que sus propios colegas de las automotrices que comparten con él sillones en AEA, vienen saboteando el Proceauto: tanto que están planteando que no sea prorrogado a su vencimiento. 

Sin embargo, hay más cosas interesantes que dijo Paolo Rocca: "El hombre que en numerosas ocasiones fue blanco del gobierno nacional (Axel Kicillof llegó a amenazar con "bajar el precio de la chapa para fundir al señor Paolo Rocca") señaló que Techint Ingeniería y Construcción está afectada desde el año pasado "por la postergación o suspensión de algunos grandes proyectos de infraestructura privados derivadas de las dificultades económicas y cambiarias de la Argentina".

"Pese a su inquietud por la realidad económica nacional, Rocca dio un dato tranquilizador respecto de las fuentes laborales: "La adjudicación de la provisión de caños de conducción para el Gasoducto del Noroeste Argentino (GNEA) para nuestra planta productora de tubos con costura nos permitirá mantener los niveles de empleo hasta fines de 2015".

Un gasoducto que vino demorado -entre otras cosas- porque la licitación se declaró desierta cuaando el Estado nacional descubrió maniobras de cartelización entre dos empresas del grupo Techint ; que abusando de su posición dominante en el mercado del acero, elevaron inustificadamente los precios que cotizaron para la obra; por lo cual se terminó dividiendo la adjudicación de los tubos sin costura, de la obra civil propiamente dicha. Antes -y por las mismas razones- hubo que dividir la obra total en tramos: ver acá.

Rocca aduce que sus empresas están afectadas en sus niveles de venta porque otros empresarios privados postergaron decisiones de inversión por las "dificultades económicas y cambiarias" de la Argentina: es decir, esperan otra devaluación, y la eliminación de toda restricción al acceso a las divisas, o a girar utilidades al exterior.

Sin embargo el mismo Rocca nos cuenta que no teme que sus empresas deban producir despidos, porque el nivel de demanda de tubos sin costura creado por la obra del gasoducto del NEA (es decir, una obra pública, con multimillonaria inversión del Estado nacional) asegura los empleos existentes.

Una obra que estuvo a punto de caerse por las maniobras especulativas del grupo Techint abusando de su posición dominante en el mercado del acero; grupo que -con razón- se opone a los cambios impulsados por el gobierno a la ley de abastecimiento y de defensa de la competencia. 

Resumiendo entonces lo que pretendería Rocca es que el gobierno disminuya la presión impositiva bajando impuestos, la compense disminuyendo el gasto público menos en la parte destinada a la compra de tubos sin costura a Siderar para construir el gasoducto del NEA, que devalúe otra vez para que Siderar vuelva a tener ganancias exhorbitantes como desde enero y que rectifique la política económica volviendo a los mercados de deuda y generando una mayor apertura; mientras desiste de todo intento de regular las distorsiones a la competencia en el mercado interno, o en el proceso de formación de los precios por abuso de posición dominante.

Y que el Estado no se meta en sus negocios, pero le garantice un cierto nivel de inversión pública en áreas donde son únicos o preponderantes proveedores, para compensar los negocios que se le caen porque otros privados no quieren invertir; hasta que la economía no rumbee para el lado que plantea Rocca; mientras que al mismo tiempo satisface las exigencias de los fondos buitres para poder salir del default trucho de Griesa, y que las empresas puedan volver a endeudarse; tomando una deuda que llegado el caso, absorba el mismo Estado.  

No es tan difícil de entender, si en el gobierno no acceden es porque son unos cerrados que están obstinados en que sigamos aislados del mundo; y en crear un clima anti.empresas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Si Paolo Rocca quiere que la economía del país se oriente en función de sus intereses empresarios, que se presente en el 2015 de candidato a Presidente. Que le explique a la población que hay que acceder al fallo de Griesa y que las consecuencias de la hemorragia de divisas que se produciría, habría que pagarla con el hambre de los sectores asalariados. Y eso para que sus empresas consigan crédtos en el exterior, los que después terminamos pagando todos y no Paolo Rocca.
Y que le explique que “abriendo la economía al mundo”, la industria nacional no podría competir con grandes economías que subsidian sus productos para lograr precios de dumping y ganar mercados, lo que traería el cierre de establecimientos industriales y desocupación en Argentina.
Y que le explique a la gente que él quiere una devaluación del peso para que sus ganancias se incrementen magicamente, aunque el asalariado con la devaluación pierda su poder adquisitivo, es decir que diga claramente que así se transfieren los recursos de los asalariados al bolsillo de Rocca.
Es decir todos trabajando para que Rocca embolse.
Que se presente, a ver cuantos votos saca.
O que siga apostando a Massa.
El Colo.