Al principio pensamos que se trataba de una joda de la MAK, pero no, era cierto.
Parece que Majul armó una especie de "Museo del periodismo" de los últimos 40 años, titulado "De Rodolfo Walsh a Lanata": o sea del tipo que le puso el pecho a la dictadura, al que le entregó el marrón a Clarín, una falta de respeto descomunal.
Parece que Majul armó una especie de "Museo del periodismo" de los últimos 40 años, titulado "De Rodolfo Walsh a Lanata": o sea del tipo que le puso el pecho a la dictadura, al que le entregó el marrón a Clarín, una falta de respeto descomunal.
De hecho, las fotos que ilustran el post las sacamos de esta nota de Infobae donde pueden ver la galería completa, imperdible (¿qué hacía ahí Osvaldo Bayer, por Dios?)
A lo mejor estaba para homenajear a Rodolfo Walsh, que justamente (mirá vos) si algo era, es un ejemplo de lo que hoy Majul -entre muchos otros, varios presentes en el evento- descalificarían como "periodismo militante".
Alguien que además de "grietas" sabía bastante, y algo escribió; pero no le pidamos peras a los olmos; o lecturas a los Majules.
En la ocasión hubo nutrida presencia de dirigentes políticos (opositores, todos ellos): Macri, Cobos, Binner, Pino Solanas, Prat Gay, Massa, entre los más destacados. A los que no les importó que uno de los presentadores fuera Jorge "Tarro de Bosta" Lanata, por ejemplo.
Y se pudieron escuchar estupideces notables, como ésta por ejemplo: "El periodista Jorge Fernández Díaz, secretario de redacción del diario La Nación, fue quien presentó la sección de libros. "Es un hito para el periodismo lo que ha ocurrido hoy aquí, lo que ha ocurrido en la cabeza de Luis Majul, que representa hoy la prepotencia de trabajo, esa famosa frase de Roberto Arlt. Él nos trajo hace un año a un grupo de amigos, esto era todo escombros y nos dijo 'voy a construir acá un museo del periodismo que nos una a los periodistas..".
Y se pudieron escuchar estupideces notables, como ésta por ejemplo: "El periodista Jorge Fernández Díaz, secretario de redacción del diario La Nación, fue quien presentó la sección de libros. "Es un hito para el periodismo lo que ha ocurrido hoy aquí, lo que ha ocurrido en la cabeza de Luis Majul, que representa hoy la prepotencia de trabajo, esa famosa frase de Roberto Arlt. Él nos trajo hace un año a un grupo de amigos, esto era todo escombros y nos dijo 'voy a construir acá un museo del periodismo que nos una a los periodistas..".
O esto otro: "Jorge Lanata definió el lugar como el fruto "de la hinchapelotez de Majul". "Solamente Majul puede lograr una cosa así. Esto es un tipo que no tiene paz. Haber logrado esto en este momento, a pesar de que el gobierno dice que no existe la grieta, en un momento de grieta, tiene un valor simbólico alto, importante. No va a arreglar las cosas pero las encamina en una dirección", afirmó." (las negritas son nuestras)
Majul ni se debe haber dado cuenta que le dijeron hincha pelotas, pero si se llega a enterar Roberto Arlt que lo usaron para elogiar a Luisito, se vuelve a morir del disgusto. Y en un punto lo envidiamos a Fernández Díaz: debe ser alucinante saber que pasa por la cabeza de Majul.
Majul ni se debe haber dado cuenta que le dijeron hincha pelotas, pero si se llega a enterar Roberto Arlt que lo usaron para elogiar a Luisito, se vuelve a morir del disgusto. Y en un punto lo envidiamos a Fernández Díaz: debe ser alucinante saber que pasa por la cabeza de Majul.
Un "museo" inauguraron, y buena parte del estrellato periodístico y político dio el presente: si uno incursionara en la psicología berreta podría decir que los unió la nostalgia por otros tiempos; que esperan que regresen.
Esos tiempos donde todo era más sencillo, cualquiera podía pasar por un tipo piola, con ideas progresistas, "rebelde" (por ahí andaba Pergolini, otro de los disertantes), "cuestionador del sistema", corrosivo.
Tiempos en los que Binner era de izquierda, y Lanata el héroe civil de buena parte de la progresía vernácula porque les resolvía el problema de la orfandad de representación política. El mismo rol que hoy cumple para los cacerolos, sin ir más lejos.
Y al igual que los cacerolos, este brote naftalinoso de Majul participa de esa idea que ellos supieron expresar con carteles en las protestas: "Devuélvannos el país", ese país donde todo era más sencillo; y no estaba atravesado por las complejidades de la política, cuando ésta (como viene pasando -para bien o para mal- desde el 2003 para acá) decide hacerse cargo de la parte que le toca en la solución de los problemas del país; y no delegarla en otros, por ejemplo los periodistas.
Tiempos en los que Binner era de izquierda, y Lanata el héroe civil de buena parte de la progresía vernácula porque les resolvía el problema de la orfandad de representación política. El mismo rol que hoy cumple para los cacerolos, sin ir más lejos.
Y al igual que los cacerolos, este brote naftalinoso de Majul participa de esa idea que ellos supieron expresar con carteles en las protestas: "Devuélvannos el país", ese país donde todo era más sencillo; y no estaba atravesado por las complejidades de la política, cuando ésta (como viene pasando -para bien o para mal- desde el 2003 para acá) decide hacerse cargo de la parte que le toca en la solución de los problemas del país; y no delegarla en otros, por ejemplo los periodistas.
Un país que tenemos la esperanza que no vuelva nunca más, aunque a los duela a muchos boludos que necesitan indispensablemente que la tele, la radio o los diarios les digan qué pensar, como interpretar la realidad e incluso, a quien votar; aliviándolos de la pesada carga de tener que hacer todo eso por sí mismos.
Un país que también añora una dirigencia política que sigue sin entender lo que ha pasado en todos estos años, y juega al mismo juego de los periodistas que se sienten "amenazados", "perseguidos", "divididos": el de hacernos creer que hasta el 2003 vivíamos en un mundo idílico, sin "grietas" ni conflictos.
Y no se trata -como se dijo alguna vez- de soñar con un mundo sin periodistas (habrá que ver cuantos de los que estaban en Majulópolis son merecedores del título, o que significado le damos); sino de entender que los periodistas son apenas una parte del mundo, no la más grande, ni de lejos la más importante ni central.
Muchos menos el ombligo, como creen muchos de ellos.
6 comentarios:
La buena noticia es que Majul se transformaría en estatua para quedar establecido en forma permanente en el museo.
Seguramente inspirada en "El Pensador" de Rodin, va con él.
http://news.eldsd.com/victor-hugo-los-mira-desde-arriba/
Ibsen afirmaba que habiendo periodistas es absurdo seguir utilizando ratas para los experimentos científicos. Acaso varios, por no decir todos, de los presentes en Majulópolis justifican plenamente la desmesura del notable dramaturgo
Ustedes critiquen, pero piensen lo que hubiera pasado si a luisito se le ocurría poner una academia de redacción y sintaxis, y él de director.
Si el tema es un lugar para albergar a los perioditas con un bar tobara en cualquier lugar seria mas adecuado.
En realidad no es un museo, es un zoologico con esos ejemplares que se ven en las fotos.
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