Hace poco veíamos acá como les había entrado a todos el fervor revisionista, y competian entre sí a ver quien dejaba menos en pie de las leyes kirchneristas, en caso de ser gobierno.
Decíamos entonces la trampa que encerraba el latiguillo -común a todos ellos- de derogar "las leyes que no le sirvan a la gente", porque en rigor las que les preocupaban eran otras.
Decíamos entonces la trampa que encerraba el latiguillo -común a todos ellos- de derogar "las leyes que no le sirvan a la gente", porque en rigor las que les preocupaban eran otras.
Y muy errados no estábamos, según podemos ver en esta nota de Clarín de hoy: "La ley de Abastecimiento, la de Emergencia Económica, la Antiterrorista, la de blanqueo de capitales, parcialmente la ley de medios y el nuevo Código Civil y Comercial, las reformas del Consejo de la Magistratura, la Carta Orgánica del Banco Central y la Comisión Nacional de Valores. Cada uno con su borrador, los sectores de la oposición van armando la lista. Saben que tendrán que ponerse de acuerdo -sobre todo en cómo cambiar las que no proponen derogar-, porque difícilmente algún espacio tenga mayoría en el próximo Congreso.
Massa, ...de la “lista enorme” del FR subrayó la derogación de la ley de Abastecimiento, los cambios a la ley de Mercado de Capitales, artículos de la ley Antiterrorista y de “todas las resoluciones” sobre retenciones para impulsar una ley única y eliminar una parte, volver a la “vieja” Carta Orgánica del BCRA y modificar una parte del Código Civil. Federico Pinedo, jefe del bloque de diputados macristas... (entre) las principales, mencionó los superpoderes, el Consejo de la Magistratura, la regulación de los DNU (para que deban ser aprobados por ambas cámaras), la ley de Abastecimiento, las reformas del BCRA y de la CNV, y “alguna parte” de la ley de Medios y del Código Civil. “ Julio Cobos, y como prioridad enumeró los superpoderes, la ley de Abastecimiento, la ley de Medios (“con actualizaciones en función de la nueva tecnología y autonomía de la AFSCA”) y la composición de la AGN “para que no la controle” el oficialismo. “ Binner, ...en su lista anotó además de las mencionadas la ley de blanqueo de capitales, la de Responsabilidad del Estado y el Memorándum con Irán. Los consultados coincidieron también en convertir en ley la Asignación Universal por Hijo.". (las negritas son nuestras)
Así que de a poco se le van viendo las patas a la sota, y queda claro (como era previsible) que la preocupación por "la gente" es un subterfugio para plantear un programa regresivo y conservador (casi sin matices entre los diferentes sectores opositores): quieren volver a la Argentina pre-kirchnerista, que al parecer sería el "país normal" del que suele hablar Binner; algo así como aquéllos carteles que decían "Cristina, devuélvannos el país" que aparecían en los cacerolazos..
Las leyes en las que han puesto el ojo para voltearlas son las que lesionan intereses de los grupos del poder económico, lo demás es puro cotillón; hasta la misma aprobación por ley de la AUH: si no tienen intención de voltearla ¿qué tanto les preocupa que quede establecida por ley? ¿Acaso no establecieron por ley en el 2011 la intangibilidad de los depósitos un par de meses antes de implantar el "corralito"?
Un discurso naftalinoso, con reminicencias del 55' y la Junta Consultiva que acompañó a la Libertadora; que instauraba las "juntas de investigación patrimonial" como cortina de humo de la derogación de la Constitución del 49', la desnacionalización del Banco Central y los depósitos bancarios, la disolución del IAPI y el ingreso de la Argentina al FMI.
Y un discurso burdamente funcional a los que verdaderamente mandan, o mejor aun: a los que verdaderamente los mandan; cosa que se pudo ver con particular claridad en estos días; cuando Lanata los zamarreó en público por inútiles desde los fierros mediáticos del Grupo Clarín un día, para que al siguiente desfilaran todos por esos mismos fierros para dar el presente en la defensa de los intereses del grupo, amenazado por la adecuación de oficio a la ley de medios.
No hacía falta ser adivino para saber como venía la cosa, como tampoco hace falta serlo para advertir que -llegado el caso- a ese mismo poder económico al que le siguen quemando incienso en el altar de la "gobernabilidad", una vez logrados sus propósitos en un eventual gobierno opositor, poco le importará lo que hagan con el Consejo de la Magistratura, los DNU, los superpoderes, la AGN, el Indec o la publicidad oficial: en todo caso los dejará jugar tranquilos en el pelotero institucional, en tanto no afecte sus intereses.
En todo esta sobreactuación de promesas a futuro hay también algo de ansiedad transformada rápidamente en desesperación, porque el kirchnerismo nunca termina del todo -de una buena vez y para siempre- de estallar definitivamente por los aires.
Así que de a poco se le van viendo las patas a la sota, y queda claro (como era previsible) que la preocupación por "la gente" es un subterfugio para plantear un programa regresivo y conservador (casi sin matices entre los diferentes sectores opositores): quieren volver a la Argentina pre-kirchnerista, que al parecer sería el "país normal" del que suele hablar Binner; algo así como aquéllos carteles que decían "Cristina, devuélvannos el país" que aparecían en los cacerolazos..
Las leyes en las que han puesto el ojo para voltearlas son las que lesionan intereses de los grupos del poder económico, lo demás es puro cotillón; hasta la misma aprobación por ley de la AUH: si no tienen intención de voltearla ¿qué tanto les preocupa que quede establecida por ley? ¿Acaso no establecieron por ley en el 2011 la intangibilidad de los depósitos un par de meses antes de implantar el "corralito"?
Un discurso naftalinoso, con reminicencias del 55' y la Junta Consultiva que acompañó a la Libertadora; que instauraba las "juntas de investigación patrimonial" como cortina de humo de la derogación de la Constitución del 49', la desnacionalización del Banco Central y los depósitos bancarios, la disolución del IAPI y el ingreso de la Argentina al FMI.
Y un discurso burdamente funcional a los que verdaderamente mandan, o mejor aun: a los que verdaderamente los mandan; cosa que se pudo ver con particular claridad en estos días; cuando Lanata los zamarreó en público por inútiles desde los fierros mediáticos del Grupo Clarín un día, para que al siguiente desfilaran todos por esos mismos fierros para dar el presente en la defensa de los intereses del grupo, amenazado por la adecuación de oficio a la ley de medios.
No hacía falta ser adivino para saber como venía la cosa, como tampoco hace falta serlo para advertir que -llegado el caso- a ese mismo poder económico al que le siguen quemando incienso en el altar de la "gobernabilidad", una vez logrados sus propósitos en un eventual gobierno opositor, poco le importará lo que hagan con el Consejo de la Magistratura, los DNU, los superpoderes, la AGN, el Indec o la publicidad oficial: en todo caso los dejará jugar tranquilos en el pelotero institucional, en tanto no afecte sus intereses.
En todo esta sobreactuación de promesas a futuro hay también algo de ansiedad transformada rápidamente en desesperación, porque el kirchnerismo nunca termina del todo -de una buena vez y para siempre- de estallar definitivamente por los aires.
Tanto que así como se apuran (a un año de las elecciones) a prometer lo que harán si ganan, se apuran también a exigirle al gobierno que no gobierne hasta el final de su mandato: acá los vemos a Sanz diciendo que -si renuncia Zaffaroni a la Corte- Cristina debería dejar que la vacante la cubra el próximo gobierno; cuando de acuerdo con la Constitución se requieren los dos tercios de los miembros presentes del Senado para prestar acuerdo a los candidatos, y estos deben pasar primero el procedimiento de publicidad de sus antecedentes (con posibilidad de formular impugnaciones) que reglamentó Néstor Kirchner por el Decreto 222/03.
¿O en realidad quieren cubrir ellos en un futuro gobierno una o varias vacantes eventuales en la Corte volviendo al método tradicional, porque el decreto de Néstor también caería bajo la andanada derogatoria?
Lo bueno de todo esto es que las cartas están cada vez más claras, y ya nadie podrá llamarse a engaño sobre lo que propone cada uno: el que los vote, sabe a que se está ateniendo, y no podrá quejarse después, o negar que los ha votado.
De todos modos, un módico consejo: como dicen, nunca hay que apurarse a vender la piel del oso, antes de cazarlo.
¿O en realidad quieren cubrir ellos en un futuro gobierno una o varias vacantes eventuales en la Corte volviendo al método tradicional, porque el decreto de Néstor también caería bajo la andanada derogatoria?
Lo bueno de todo esto es que las cartas están cada vez más claras, y ya nadie podrá llamarse a engaño sobre lo que propone cada uno: el que los vote, sabe a que se está ateniendo, y no podrá quejarse después, o negar que los ha votado.
De todos modos, un módico consejo: como dicen, nunca hay que apurarse a vender la piel del oso, antes de cazarlo.
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