Con la proximidad del Día del Niño (invento comercial si los hay) parece que el gran problema nacional es que no entran al país juguetes importados, sobre todo los más demandados por ser de las marcas más promocionadas.
Dejemos de lado el análisis sociológico del consumismo, los niños demandantes, la penetración cultural y todo eso.
La misma nota dice que la falta de juguetes obedece a que el gobierno dispuso restricciones a las importaciones para preservar el saldo positivo de la balanza comercial, y evitar presiones sobre el dólar; y que Mattel (la principal empresa mundial del rubro) está sancionada por la Aduana por infracciones.
Y también señala que el aluvión de importaciones indiscriminadas de la década del 90' fue fatal para la industria nacional del juguete: de las 250 fábricas que existían en el país, quedaron 70; las demás sucumbieron a la competencia del exterior.
Del mismo modo que señala que a partir del 2007 (en realidad antes) las restricciones a las importaciones permitieron que aumentara el número de fábricas nacionales de juguetes, y los puestos de trabajo que ocupan.
Pese a todo eso, no falta el vendedor de juguetes que dice que la cuestión es que a "esos" juguetes que les han metido en la cabeza a los pibes, las empresas de acá no los pueden hacer para satisfacer la demanda.
En tiempos del primer peronismo, con las mismas gansadas se descalificaba a la producción industrial del país que empezaba a sustituir a la importada con heladeras, cocinas, lavarropas y hasta autos: "flor de ceibo", les decían despectivamente los tilingos a los productos argentinos, hechos en el país y que les daban trabajo a obreros argentinos.
Pero para Clarín el problema -que da título y foto a la nota- son los padres que le prometieron a los pibes "ése" Hot Wheel y no otro, y no lo pueden conseguir; y como se lo explican a los chicos.
Podrían probar diciéndole "sabés que pasa, papá es un boludo que no entiende nada, ni de chicos, ni del país, y por eso promete boludeces".
1 comentario:
¿No se consigue un Hot Wheel? Dios mio...¿ adonde vamos a ir a parar?
El Colo
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