LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

martes, 23 de agosto de 2011

LA NACIÓN DEL ODIO


Por Víctor Astesiano

Estupefactos ante el monitor, leemos la editorial dominguera del diario de Mitre. Y no porque en él se editen mentiras o mensajes antipopulares, características fundacionales, sino porque todavía tenemos acné juvenil en nuestro espíritu, a pesar de haber transitado unos cuantos años de observadores.

Dice la oligarquía, en su boletín oficial, que no cree en el mensaje conciliador de Cristina. Hace bien, no está dirigido a ella.

A renglón seguido refiere a que deben implementarse correctivos en lo institucional, en la gestión y en la moral. No mencionaremos los valores que conforman el plexo de pautas de La Nación, porque no queremos dar golpes bajos. Y en lo institucional y la gestión, quizá se refiera a las llevadas adelante por Menem, de la Rúa y las que prometen los candidatos que instalaron conjunta y sucesivamente en los últimos meses  (Duhalde, Alfonsín, Carrió…), hasta tratando de mostrar que, ahora,  Binner es el reaseguro ante este gobierno populista y extremista.

Sí, en el diario de Mitre alaban a un socialista, aunque ya sabemos que si Binner es socialista, nosotros somos alienígenas.

Por supuesto que tacha el contenido de la política de gobierno, porque no se trata de una mera gestión, y exige el ajuste como solución a sus males. Como diría Néstor, pretende un gerente, no un gobernante.

Pero luego van por más y hablan de pacificación. A la justicia le llama venganza y vuelve con la teoría de los dos demonios, pretendiendo reinstalar que el terrorismo de Estado, desde el cual se han cometido los crímenes más atroces -denominados internacionalmente “delitos de lesa humanidad”-, es lo mismo que cualquier levantamiento o alzamiento de grupos armados.

Ensaya la crítica a la política de justicia y derechos humanos más importante que se haya elaborado en la historia de Latinoamérica. Y lo hace desde la posición que siempre ha tenido.

Fue la oligarquía la que ordenó los sucesivos golpes militares desde la década del 30 y la que fogoneó la guerra sucia a través del estado. Se siente tocada porque los militares juzgados son sus hijos, son el brazo armado de ella y ahora están sentados donde debieron estar desde hace 28 años.

Manda a Duhalde a decir que “son subversivos, siempre lo han sido”, palabra muy en boga durante el Proceso, y que nada costó a quien obtuvo el voto de los que quieren a Videla. Sabe que irá retrocediendo cada vez más y no sólo en el plano de la justicia, sino en el económico, que es lo que más le duele.

Trata de enlodar a Perón, tergiversando la historia -como siempre lo ha hecho-, intentando hacerle creer a las generaciones posteriores que López Rega y Perón eran lo mismo. Cachafaces, ¿tanto les ha dolido que vuelva el peronismo? Y sí, evidentemente. El pelaje le sale por las tintas, es más fuerte que ellos.

Pero lo peor para la oligarquía ha sido estar en el banquillo del acusado, como delincuente político, económico, terrorista... Y ha comprobado nuevamente que el pueblo siempre juzga a tenor de la realidad, más temprano o más tarde.

El veredicto del 14 de agosto no fue un voto materialista, como pretende su representante legal en el confesionario y repite en la editorial comentada. El veredicto del 14 fue la voluntad de seguir el rumbo iniciado en 2003. Y ese rumbo no está enmarcado en la posibilidad de comprar un plasma en cuotas, como quieren hacer creer.

Porque la política iniciada en 2003 es una posición ante la dominación. Se terminaron los jueces adictos, los gerentes, las políticas de exclusión y la apropiación de la comunicación. Se vino un gobierno con el pueblo atrás que lo apoya. Y cuando hablamos de pueblo, la editorial de La Nación retoma los pasos iniciados hace más de ciento cuarenta años de mentiras.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Ladran Sancho,señal que cabalgamos.
El Colo