LA FRASE

"ME DICEN QUE ESTÁ VINIENDO PARA ACÁ EL MINISTRO CAPUTO, ASÍ QUE TRÁIGANME ESA REMERA QUE DICE "NO HAY PLATA"." (KRISTALINA GEORGIEVA)

lunes, 27 de marzo de 2023

GARRAPATAS

 

El canje compulsivo de bonos en dólares que tenía en su cartera el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS) de la ANSES por bonos duales en pesos todavía sigue haciendo ruido al interior del FDT. porque al igual que otras medidas anteriores del mismo tenor (la recompra de 1000 millones de dólares de deuda y el canje de deuda con los bancos por las LELIQS) nunca son debidamente explicadas por el gobierno; como si hubiera algo que ocultar.

Al respecto, de lo más completo que hemos leído es ésto de Horacio Rovelli en "EL Cohete a la Luna", de lo cual nos quedamos con éstos párrafos: "El problema real es que el Ministerio de Economía está privatizando deuda externa (títulos que tienen los distintos estamentos del Estado) a precio vil (La lámina del AL 30, que vence en el año 2030, de 100 dólares, se cotiza en torno a los 25 dólares), y se permite que quienes los compren (bancos, aseguradoras y fondos de inversión) giren sus utilidades a través del CCL con esos títulos. Obviamente esa operatoria de venta a precio vil y fuga frenará los distintos paralelos, pero a costa del Estado nacional que deberá pagar al valor nominal (100 dólares la lámina) a su vencimiento.".

"El problema fiscal es el constante subsidio de Macri y de Alberto Fernández al capital concentrado. Por ejemplo, el BCRA le paga, este año 2023, una renta a los diez bancos privados más grandes de no menos de 5 billones de pesos (unos  20.000 millones de dólares) y, sin embargo, el FMI exige que el BCRA no puede prestarle más al Tesoro para el corriente año 2023 que el 0,6 % del PIB ($ 883 mil millones a precios de septiembre 2022, año en el que se elaboró el presupuesto nacional).". 

"Y son esos mismos bancos, más las compañías aseguradoras y los fondos de inversión, los que propician que el Estado se desprenda de títulos en dólares para comprarlos ellos. Títulos que, cuando se convirtieron en el canje que realizó el 31 de agosto 2020 el por ese entonces ministro Martín Guzmán, cotizaban en torno a los 46 dólares la lámina de 100 dólares y se lo van a vender a los nombrados a 25 dólares promedio y el Estado nacional a medida que venzan debe rescatarlos al 100 % de su valor. De esa manera y por decreto (DNU), los organismos públicos nacionales deben desprenderse de sus títulos en dólares que totalizan unos 35.000 millones nominales, para hacer frente a los pagos externos y normalizar los valores del contado con liqui y el MEP.".

Ahora agregamos nosotros a lo apuntado por Rovelli que la medida de mostrar que estás dispuesto a gastar los bonos en dólares, se toma en medio del terremoto financiero internacional, y en la avanzada que te armaron acá desde el lunes pasado, a través del dólar MEP y del blue, porque no hay reservas suficientes en el BCRA; y "los mercados" tienen la capacidad de provocar una corrida cambiaria y que se vaya todo a la mierda. Entre el MEP, el CCL (Contado con Liquidación) y el "blue" mueven unos 200 millones diarios; y con el canje de bonos el gobierno quiere mostrar que tiene entre 31.000 y 32.000 millones de bonos en dólares para jugar, lo que tuvo efecto enseguida, bajando las cotizaciones. 

Pero claro, se empapeló al FGS, y se le dio a Economía el libre manejo de todos los bonos en dólares, lo cual es peligroso. Eso sin contar el interrogante sobre si esas tenencias en bonos serán suficientes para contener la avanzada cambiaria del mercado por una devaluación hasta que lleguen las elecciones; en un contexto en el que la sequía complica la entrada de dólares genuinos a las reservas del Banco Central, que incluso con superávit comercial sosteido no se han visto fortalecidas en éstos años. 

También existe la posibilidad de resolver -como plantea Rovelli- el problema fiscal por el lado de recomponer los ingresos del Estado afectando rentas de los sectores que han ganado con la crisis, o adoptar medidas regulatorias sea a través del Banco Centra interviniendo bancos, financieras y sociedades de bolsa que están incendiando el mercado, o aplicando el artículo 141 de la 26.831 que regula los mercados de capitales, y señala lo siguiente: "La Comisión Nacional de Valores podrá interrumpir transitoriamente la oferta pública de valores negociables u otros instrumentos financieros u operaciones, cuando se encuentre pendiente la difusión de información relevante o se presenten circunstancias extraordinarias que lo tornen aconsejable y hasta que desaparezcan las causas que determinaron su adopción.".

Claro que entonces entramos en otro terreno, que es de la política y sus límites: no parece ser Sergio Massa el adecuado para avanzar en ese sentido, ni tampoco parece que el gobierno tenga la más mínima intención de ir por ese lado. De hecho, en casi 40 años de democracia el sistema político en su conjunto (incluido el kirchnerismo) nunca tuvo la decisión ni el músculo necesario para avanzar en la modificación sustancial de la Ley 21.526 de entidades financieras aprobada por Videla y Martínez de Hoz en plena dictadura.

Aunque sí el kirchnerismo fue en sus gobiernos el único en darle algunos arañazos a los intereses del sistema financiero con los canjes de deuda del 2005 y 2010 con quitas sustanciales del capital, la Ley 26425 que liquidó las AFJP, las reformas a la Carta Orgánica del Banco Central -aumentando sus capacidades regulatorias- de la Ley 26739 de 2012, y la ya citada Ley 26831 de los mercados de capitales. 

Sin embargo, en esta versión deascafeinada en la que no "volvimos mejores", el BCRA no usa todo su poder regulatorio, nunca se intentó siquiera reponer el texto original de la Ley 26831 mutilada en 2018 -como pasó con la ley de medios- por la Ley 27440 en el gobierno de Macri, y ahora se está poniendo en riesgo la solvencia del FGS, aunque se diga que el canje de bonos le generará en el mediano plazo una ganancia contable.

Y mientras tanto no se avance en alguna de esas direcciones. recomponiendo el poder regulatorio del Estado para poner en cintura a un sistema financiero cuya contribución a la economía real (vía crédito y financiamiento a la producción) deja bastante que desear, jugando con las reglas de ellos -es decir, las del mercado- lo único que queda es ensayar estos pases mágicos para ir saltando de una crisis (real o potencial, lo mismo da) a otra, hasta que el estallido no se pueda contener. Un estallido generado por ellos (los bancos, las sociedades de bolsa, las financieras), para su propio beneficio, como siempre. Tuits relacionados:  

No hay comentarios: