LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

miércoles, 26 de abril de 2023

TENDENCIAS

 

Mañana en La Plata habla Cristina, a propósito de los 20 años de las elecciones del 2023 que lo dejarían a Néstor en el balotaje, del que luego se bajaría Menem para empiojarle el gobierno tirándole por la cabeza un país incendiado. El título de la charla se nos ocurre lo más acertado para describir aquel momento histórico, y la realidad actual: 

En efecto, el kirchnerismo fue la salida inesperada por arriba del laberinto de la crisis del 2001, apelando a herramientas tradicionales de la política, abandonadas en los años en que imperaron las pautas del Consenso de Washington: recomposición del poder arbitral del Estado, de su solvencia y de la autoridad presidencial y su peso institucional, mediación de la política recuperando su capacidad de arbitrar frente a las lógicas corporativas que tienden a imponer sus dinámicas excluyentes, priorización de demandas sociales (empezando por los más postergados), distribuir de modo distinto al ensayado hasta entonces las cargas y costos de las crisis.

Esas fueron las premisas que se sostuvieron -pese a todas las dificultades- entre el 2003 y el 2015, y los resultados (económicos, sociales y por consecuencia, electorales: dos elecciones presidenciales resueltas en primera vuelta, por amplia mayoría) estuvieron a la vista. Desde entonces para acá (incluyendo el macriato y el actual gobierno) la lógica fue la inversa, y los resultados también están a la vista.

La crisis actual no es consecuencia de que el presidente hay desistido de su absurdo intento de reelección y "los mercados" lo vean como el "pato rengo", sino a la inversa: Alberto debió bajarse porque licuó por sí mismo su credibilidad, su capital político (no propio, sino transferido), su legitimidad de origen y su autoridad institucional, sistemática y concienzudamente, con cada decisión que tomó o dejó de tomar (sobre todo esto) en 40 meses de mandato.

Y tal como sugiere Cristina desde el título de su charla -y lo ha venido diciendo en todas las formas- la combinación de niveles cada vez mayores de concentración económica, con niveles cada vez mayores de fragmentación política es explosiva. Para resolver los problemas de la economía y sus derivados sociales, e incluso en términos institucionales: los argentinos tenemos triste memoria respecto a la vinculación entre ambas cuestiones; o peor aun: cuando las tendencias en ambos casos son contrapuestas, porque nada más peligroso para el sistema institucional que un poder económico concentrado que tiene enfrente a un poder político fragmentado.

Más que a una corrida cambiaria estamos asistiendo a un asalto desembozado de todas las fracciones del capital concentrado sobre un gobierno débil porque eligió debilitarse, desde el inicio; buscando sus apoyos en los que lo confrontaron, en lugar de hacerlo en los que lo llevaron al poder, empezando por Cristina y siguiendo por su base electoral. Con un amor no correspondido, claro está: si la idea con la candidatura de Alberto era hacer una ofrenda de

En una muestra de delaruísmo explícito, la disparada del dólar encuentra al presidente jugando a los soldaditos,  plantando candidaturas inviables con su auspicio, con el sólo efecto de empiojarle las cosas  Cristia y al kirchnerismo; y comprometiendo en esas empresas (tan absurdas como su fallida reelección) a buena parte de su gabinete, mayormente compuesto por anclas electorales con ínfulas de ganadores.

Hoy como en 2003 (cuando Néstor Kirchner se encontró frente a un panorama similar, no necesariamente igual porque la historia nunca se repite sin matices), la solución al atolladero es política. Y así como entonces él fue el candidato "inesperado" que no estaba en los planes de nadie, esa solución hoy está en manos de la candidata esperada. 

No solo de ella, claro: nosotros también tenemos que hacer nuestra parte, aunque no tenemos las responsabilidades del gobierno ni los instrumentos de la gestión. La pregunta es si -dada la dinámica de los acontecimientos- todavía se está a tiempo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Seguir dando charlas para explicar la situacion politica/economica no nos lleva a ningun lado. Son tiempos de decisiones, de obligar al gobierno a tomar medidas que frenen la especulacion y la inflacion. Seguir con esta letania solo lleva a agrandar la crisis y al fracaso electoral. Pedir mas deuda para frenar al blue es hundirse en el barro. Hay q activar la manera de acaparar los dolares de la exportacion. Los precios internos se tienennq desligar del valor del dolar: retenciones y cupos de exportacion. En los tiempos q corren parecen ideas descabelladas. La alternativa devaluatoria y de shock es mas de lo mismo, empeora las condiciones de vida de las mayoria y no resuelve la restriccion externa.

Anónimo dijo...

Ahora uno se entera que Massa era maoista, fundamentalista de los yenes. Bien por ahi,Sergio Tomás.
No era tan difícil darse cuenta que de la embajada del norte solo pueden llegar problemas, nunca soluciones.
Y el maoista dice " quiero a alguno de los que jugaron a la desestabilización presos". Bien, es por ahí. Esperamos las imágenes. Casquito y chaleco.
El Colo.