LA FRASE

"LE DIJE AL PRESIDENTE MILEI QUE ESTOY MUY INTERESADO EN INVERTIR EN SU PAÍS, ESPECÍFICAMENTE CONTRATANDO A LOS CIENTÍFICOS DEL CONICET, ARSAT Y EL PLAN NUCLEAR QUE SU GOBIERNO ESTÁ DESPIDIENDO." (ELON MUSK)

martes, 28 de mayo de 2013

SI HASTA ELLOS LO DICEN...


Leemos en Ambito Financiero: "Un informe del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) recomienda reducir la proliferación de incentivos fiscales a empresas debido a que éstas erosionan la base del impuesto a la renta "sin generar un beneficio en términos de inversiones adicionales y creación de empleo". 

El estudio "Recaudar no basta. Los impuestos como instrumento de desarrollo", difundido en Washington, precisa que en el caso de la Argentina el peso de las tasas reducidas y exenciones a compañías se estima en 8,9% del total de lo recaudado. 

El volumen de recaudación perdida en el país, como consecuencia de esos estímulos (denominados "gastos tributarios, en la técnica contable) fue equivalente a 2,3% del Producto Interno Bruto, en el primer decenio de este siglo. 

"Cuando se combina la generosidad de los gastos tributarios con la intensidad de las prácticas evasoras, el resultado es una severa pérdida de recaudación de los impuestos, especialmente los que gravan las rentas personales y de las empresas", señala el BID."

A propósito de la discusión por el mínimo no imponible de Ganancias para los sueldos más altos, hace un tiempo en éste post choréabamos la investigación del twittero @Queruzo sobre la viabilidad del pliego de reclamos de la CGT de Moyano y la CTA de Michel; y en esa oportunidad exponíamos los números del llamado "gasto tributario", es decir el costo de las exenciones o deducciones impositivas de que gozan ciertas actividades.

Reiteramos acá el cuadro extraído del Presupuesto nacional 2013, que además como lo decíamos en el post anterior pone en contexto algunos mitos, como la incidencia real de los beneficios de que gozan las mineras, o la renta financiera:


Lo que el BID estima en un 8,9 % de la recaudación tributaria del Estado nacional y en un 2,3 % del PBI serían unos 65.658 millones éste año, en realidad más porque la recaudación viene superando las previsiones del presupuesto.

Si bien la necesaria discusión de una reforma tributaria en el país (tema de compejidad política si los hay) no se agota en éste punto, no deja de ser interesante que la cuestión se plantee desde un organismo multilateral de crédito que suele hacer recomendaciones más alineadas con la ortodoxia económica.

Y en todo caso más que propone la eliminación masiva de estos beneficios fiscales, es un desafío para la sintonía fina poner en discusión cuáles se justifica verdaderamente mantener, en virtud del impacto positivo de la actividad en el crecimiento del país, la generación de empleo y (en el caso de los que exportan) la sumatoria de divisas genuinas.  

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