(*)
“Una vez más, a Cristina Fernández y Daniel Scioli no los une el
amor, sino el espanto. (No son como Mauricio y Lilita, que se nota la química natural que hay entre los dos) Después de tanta negación, la ex presidenta parece haber
comprendido que una de las pocas alternativas que le quedan para no ser
condenada y, eventualmente, detenida es participar de alguna manera en las
elecciones legislativas del año que viene. (¿Como fiscal de mesa sirve también? Ah, o sea que la condena no depende de las pruebas judiciales, sino de la candidatura. Se entendió perfecto el apriete Luis, capaz que la idea era que se notara menos la vinculación entre ambas cosas) Y el ex gobernador, que tiene un mal
diagnóstico sobre los motivos por los que algunos periodistas publicamos las
denuncias en su contra (imagináte: piensa que son unos pelotudos que mandan cualquier verdura que encuentran, está desorientado pobre) e investigamos a los hombres de su entorno, parece haber
llegado a la misma conclusión: o se presenta como aspirante a legislador
nacional o las causas en su contra lo van a terminar corriendo de la política. (¿y si se presenta y pierde, como le pasó cuando fue candidato a presidente, que pasa Luis, es una prueba en contra para condenarlo?)
En las últimas horas la ex presidenta mandó a avisar que no va a
ser candidata, pero eso sólo parece una maniobra para desorientar a sus
adversarios inmediatos. (Pero mirá si te va a desorientar a vos, que sos una luz, por favor, cuanta subestimación del talento) La pura verdad es que ella necesita los fueros más que
nunca (¿más incluso que cuando dejó de ser presidenta y todos ustedes decían que iba a ser candidata porque ya entonces necesitaba los fueros?) y cuanto antes anuncie su participación en las próximas elecciones,
mejor. (Claro, así empiezan a inventarle más causas para sacarla de la cancha) Porque los fiscales y los jueces que estén en condiciones de meterla
presa lo van a pensar más de una vez, si parte de la opinión pública lo percibe
como una proscripción a su derecho a participar en política. (¿Vos decís entonces Luis que la justicia se maneja con las encuestas y no con las tremendas pruebas que estarían acumuladas en los expedientes contra Cristina? de ser así ¿por qué razón no habría que tomarlos como truchos apretadores y creer en sus fallos?) Más allá de las
especulaciones y los deseos del Gobierno, algunos de cuyos funcionarios abonan
la teoría de que no conviene que Cristina vaya presa (dos o tres boludos, pero ya les van a avisar que tienen que pensar que les conviene) ahora porque es mejor que
siga en el candelero para resaltar el contraste con Mauricio Macri,(que consiste en que estando más sucio que una papa, goza del poder que da impunidad, y los jueces y fiscales no se meterán con él mientras sea presidente. Lo dijiste vos, respecto de néstor y Cristina. ¿O con Mau no funciona la regla?) los tiempos
de la Justicia, por lo menos en Comodoro Py, tienen su propia dinámica. (Alimentada por el gobierno de Macri, o puesta a su servicio, como lo confirmás vos mismo vinculando todo en ésta nota) Y en la
provincia de Buenos Aires, con sede en La Plata, también. (la provincia de Buenos Aires no tiene sede en La Plata, en todo caso su gobierno Luis. Ya empezamos a matar la sintaxis, de muerte lenta)
El fiscal
Gerardo Pollicita ya lo adelantó en el último dictamen en el que pidió y logró
la indagatoria a la ex presidenta por la causa que investiga su responsabilidad
en los contratos de obra pública que denunció el actual titular de Vialidad,
Javier Iguacel. (¿Qué adelantó, que la provincia de Buenos Aires tiene sede en La Plata? segundo corchazo a la sintaxis: su estado pasó a ser grave y reservado) Pollicita considera esa maniobra (¿cuál Luis? hasta acá no describiste ninguna: la sintaxis, en estado desesperante) como parte de un entramado que
podría terminar ratificando la existencia de una asociación ilícita de la que
Cristina haría las veces de jefa. (ratificaría todo el potencial digamos, clarísimo) Es decir: un delito no excarcelable (esa es la idea: para que no pueda ser candidata, lo dijiste implícitamente antes) y por el
que sería privada de su libertad en el caso de que el juez entendiera que
podría fugarse o entorpecer la investigación. (si el delito no es excarcelable es por la pena, no depende de que se quiera fugar o entorpecer la investigación o no, Luis, no te metás en la parte honda de la pileta conceptual sin saber nadar) Peligro de huida, por ahora, no
parece haber. (pero por las dudas pongan a Pato Bullrich a vigilar las fronteras, que son un colador) Independientemente de su sobreactuación política enfrente de los
tribunales de Comodoro Py, ella siempre se presentó cada vez que la Justicia
demandó su presencia. (es que sobreactuó para presentarse Luis, no para fugarse. Imaginátela armando una marcha de 200.000 tipos para fugarse) Pero bien podría suceder que sus acciones por ocultar información que la compromete en el
caso de los denominados CristiLeaks (que no tienen nada que ver con ella, pero bueno, dále si te entusiasma) fuera interpretada como un acto de rebeldía. (Rebeldía, Platero, es no ir a declarar) Y eso sería suficiente para ponerla entre rejas.(A ver si entendimos: asociación ilícita o ruidos molestos, pero al final iría presa pero por ocultar información que no le pidieron, en una causa que no se inició, por hechos que no la mencionan. Perfecto, sigamos)
Pollicita trabaja en línea (¿tirando el achique?) con sus colegas Guillermo Marijuan y
Carlos Rívolo, (y Moldes, y Pleé, y Sanz. No los dejás afuera) por sugerencia de la Sala II de la Cámara, integrada por Ignacio
Irurzun, Horacio Cattani y Eduardo Farah. La dinámica del trabajo conjunto
llevará a los fiscales, necesariamente, a competir para demostrar quién
terminará siendo más rápido y mejor. (¿desde cuando la dinámica del trabajo en conjunto lleva a la obsesión por el lucimiento individual, Luis? tenés que hablar más con Mauricio sobre las bondades del trabajo en equipo) Entonces, si los tiempos procesales no se
demoran demasiado, Pollicita podría llamar otra vez a Cristina a indagatoria
como sospechosa de ser jefa de la mentada asociación ilícita entre el final de
este año y el principio del otro. (O sea que además de dejarse influir por las encuestas y las candidatutras, los fiscales se guiarían por la envidia contra sus colegas. Perfecto, esa es la justicia que está reclamando la sociedad) Y el juez Julián Ercolini terminaría
absorbiendo casi todas las causas en las que aparece involucrada la ex
mandataria, menos la del dólar futuro. (¿La de la denuncia de Nisman también? ¿qué catzo tiene que ver, o hay un "fuero Cristina" en la justicia federal?
De acuerdo con gente que estuvo con ella en los últimos días, la
ex presidenta parece tomar cada vez más conciencia de que lo peor estaría por
llegar. (Esta es la parte en la que hay que creerte que la gente que está con Cristina va y te cuenta a vos lo que piensa) Por eso, la última vez que se pronunció en público, no sólo criticó a
Marijuan. Además le envió una señal de solidaridad a su socio, Lázaro Báez, al
pedir su libertad de manera indirecta (tan indirecta que no la pidió) y con el egocentrismo que la caracteriza:
diciendo que lo mantienen encerrado como un rehén, para transformarlo en un
arrepentido y así lograr que se la acuse de un crimen que no cometió. (O sea, dio en el clavo: con ésta solo vos ya llevás 78 columnas diciendo que Báez es un pichi, al que tienen preso para que declare contra ella. De hecho lo anticipaste como algo inminente unas 50 o 60 veces) Una de
dos: o Cristina no conoce cómo funciona el código o no lo conoce al Marijuan. (O sea que tiene al menos una cosa en común con vos, que lo conocés a Marijuan. Igual, tal vez esto te sorprenda, pero son dos códigos: el Penal y el Procesal) Porque fue el fiscal, con su paciente trabajo de persuasión, el que logró que
Leonardo Fariña terminara de complicar a Lázaro.(¿Vos decís que además de manejarse por encuestas, candidaturas electorales y envidia contra colegas los fiscales manipulan testimonios, Luis? que feo todo, deberías denunciarlo y no ponerlo como ejemplo) Y fue Marijuan, además, el que
activó los mecanismos legales para que Fariña pudiera salir en libertad. (Tráfico de influencias, se llama, es un delito Luis, pero la que no conoce el Código es Cristina) Él
está convencido de que la ex jefa del Estado no es inocente. (ah, es un problema de convicción, no de pruebas. Como ha cambiado el código, así es difícil conocerlo, si lo modifican todos los días) Y por eso también
intenta persuadir a los hijos de Báez para que entiendan que lo mejor que les
puede suceder tanto a su padre como a ellos es que Lázaro apunte para arriba. (es decir entonces que sigue traficando influencias, y haciendo promesas para que la gente haga o deje de hacer cosas. Debería considerar una candidatura electoral)
Una
abogada muy experimentada y asidua visitante de los tribunales federales de la
ciudad (¿la que hace los divorcios de los famosos, la que baila en lo de Tinelli, Stolbizer, Carrió, cuál Luis) sostiene que los hijos de Báez saben mucho más de lo que dicen:
"Saben todo, desde dónde están los asientos contables y las cuentas
bancarias (¿buscaron en las Bahamas o Panamá? porque ahí hay una bocha, preguntále a Mau) hasta los lugares donde se encuentra el dinero físico de los
Kirchner", me explicó, (una pena que no le avisaran a Marijuan, así le ahorrábamos al erario público cientos de horas de alquiler de retroexcavadoras) como sugiriendo que habría mucho más de lo que afirma
tener la familia en sus declaraciones juradas. (¿vos decís entonces que hacen lo mismo que los Macri? que feo, Luis)
Scioli, (volvió, lo tuviste olvidado toda la nota) aunque parece tan apurado como Cristina, (se lo nota siempre apurado, sí) todavía supone
que lo que le está pasando forma parte de una conspiración. (pero por favor ¿a quién se le puede ocurrir que esto sea una opereta, Luis?, vos tranqui) Descuenta que el
sistema de protección del que gozó mientras fue candidato y en parte sigue
gozando por razones de empatía personal (¿con quién, con Macri?) o interés económico (¿de quiénes, de lo fabricantes de lanchas?) va a seguir
funcionando en este nuevo escenario político. (Que como sabemos, es lo que define si vas preso o no) Pero la cruel verdad es otra y no
parece muy distinta a lo que acontece a nivel nacional. (¿a nivel nacional o a nivel Cristina, Luis?) Los fiscales y los
jueces de La Plata ya no se sienten obligados a cajonear expedientes o hacer la
vista gorda frente a las denuncias de corrupción que los involucran a él y a
sus colaboradores. (Que suerte pobres, les llegó la hora de ser independientes, lo que habrán sufrido antes) La gobernadora María Eugenia Vidal, igual que Mauricio
Macri, todavía no levantó ningún teléfono para llamar a los fiscales y los
jueces y pedir que aceleren o cierren tal o cual expediente. (Remarquemos el "todavía" y hagamos de cuentas que somos tan pelotudos como para creerte. Lo importante es que sugerís que llegado el caso podrían hacerlo. Eso se llama coacción, y es otro delito, Luis) Pero al mismo
tiempo dio instrucciones para que se realicen las auditorías necesarias en
áreas sensibles y bajo sospecha de corrupción. Y ordenó a sus ministros y
secretarios que aporten, de inmediato, cualquier información que pida la
Justicia. (Y si no la pide, también se la mandan, porque para eso hicieron las auditorías, no porque estuvieran al pedo) Y no sólo sobre presuntos delitos perpetrados durante la
administración Scioli. También los que pudieran señalar a los actuales
funcionarios. (Ah, como hizo Macri con Gómez Centurión. Ah, no, pará...)
Aunque el gobernador no lo termine de comprender (O aunque vos no termines de comprender que ya no es gobernador) y
mande a sus perritos falderos a ladrar a periodistas (¿los caniches de Perón, Balcarce?) para intentar detener la hemorragia, (¿perdió el otro brazo? pobre Daniel) la megacausa que se generó para investigarlo a partir de la denuncia de Carrió (ah ¿no fueron los fiscales y jueces que se sintieron liberados de los aprietes entonces?) podría representar algo similar a lo que representa la denuncia por asociación
ilícita que la propia legisladora impulsó ante el juez Ercolini y el fiscal
Pollicita en 2008, y que todavía permanece abierta. (es que las denuncias de Carrió son así: abiertas las 24 horas) Y sus hombres de confianza,
como Alberto Pérez, Walter Carbone, el hombre del dragón, Luis Alberto
"Chiche" Peluso, (¿en qué quedamos, son dragones o perros? ponéte de acuerdo al menos en los animales, Luis) ex titular de Lotería Nacional, y muchos otros,
podrían llegar a transformarse en asiduos visitantes de los tribunales de La
Plata, (la sede de Buenos Aires) igual que los ex ministros y secretarios de Cristina que hoy desfilan
por Comodoro Py sin que el poder ni el dinero que acumularon desde 2003 en
adelante consigan evitarlo.” (¿Macri evita pasar por lo mismo porque acumuló poder y dinero antes, o porque tiene ahora el poder de llamar por teléfono para que cajoneen causas, y llegado el caso y de ser necesario lo usaría?)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.
1 comentario:
Como me gustan estos posteos. Gracias muchachos. Pablo
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