LA FRASE

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sábado, 14 de septiembre de 2019

VACA MUERTA: ELIGE TU PROPIO MODELO


Unos meses atrás y a propósito de lo que bien puntualiza Cristina en "Sinceramente", marcábamos nosotros en esta entrada la flagrante contradicción de Macri y su gobierno en hacer bandera con Vaca Muerta como uno de los logros de su gestión, cuando siendo opositores votaron en contra la recuperación de YPF que hizo posible poner en valor los recursos del lugar; con la petrolera estatal como punta de lanza en el proceso de inversiones. 

Destacábamos entonces algo que ahora y con mejor conocimiento que nosotros del tema, puntualiza bien Federico Bernal en ésta nota de Ambito Financiero, a propósito de los dichos de Alberto Fernández en España en cuanto a que no tiene sentido tener petróleo, para que lo se lleven las compañías multinacionales que operan en el país, sin dejar casi nada acá:  pese a la propaganda del macrismo al respecto, la producción en la cuenca neuquina es menor en estos años que durante el período 2012-2015; o sea, desde que el Estado recuperó el control de YPF, hasta el final del mandato de Cristina.

Y dice más Bernal: dice que cuando se comenzó a recuperar el declino en la producción de los dos primeros años del gobierno de Macri, fue por inversiones de empresas nacionales, y en base a la explotación de yacimientos descubiertos y en operación desde antes del 2015. Al mismo tiempo, declina la refinación de petróleo y -esto no lo dice la nota, pero es así- las compañías que operan en la zona (en especial las extranjeras) han obtenido del gobierno macrista autorizaciones para exportar gas que extraen de la misma cuenca, en especial a Chile.

El modelo macrista de Vaca Muerta, además de las concesiones habituales que se suelen hacer en este tipo de casos (exenciones impositivas, libre disponibilidad de las divisas) incluyó la dolarización de los precios del gas en boca de pozo (que se trasladaron a los usuarios en forma de brutales tarizafos), la desregulación del mercado de combustibles y la flexibilización laboral: siempre es oportuno recordar que con el auspicio del gobierno, el sindicato conducido por el senador del MPN Pereyra con el aval del gobierno de Neuquén, aceptó firmar un convenio flexibilizador en el que incluso virtualmente renunciaban al derecho de huelga.

Pues bien, en ese marco (con derechos laborales flexibilizados a la baja) se generaron los nuevos puestos de trabajo que produjo Vaca Muerta desde el 2016 en adelante, y que ahora son la variable de ajuste de las quejas de las petroleras por el congelamiento del precio de los combustibles, según cuenta el tuit de apertura que corresponde a ésta nota, también de Ambito; en la que dicen además que el sindicato presiona porque el gobierno de Macri de marcha atrás con el congelamiento (ya lo hizo parcialmente, aumentando el precio de corte del "barril criollo" para el mercado mayorista), para recuperar puestos de trabajo en riesgo por suspensiones masivas dispuestas por algunas petroleras extranjeras que operan en el yacimiento neuquino.

Yacimiento en torno al cual parece haber cierto consenso en oficialismo y oposición en torno a que puede ser una de las claves del futuro crecimiento del país, o del aporte de las divisas necesarias para superar la restricción externa: en éste punto cabe destacar que como pasa en cualquier actividad exportadora, ello dependerá de las regulaciones que dicte el Estado en la materia, en cuanto a la obligación de liquidar o no esas divisas en el país, y los plazos y modalidades para hacerlas.

En efecto, la compañías petroleras siempre gozaron de un régimen de privilegio en la materia (incluso durante el kirchnerismo, luego revertido) y tal como los demás sectores exportadores, estaban directamente exentos de hacerlo por el Decreto 893/17 de Macri, hasta el dictado del DNU 609 hace pocos días, que implantó lo que algunos denominan "cepo", y restableció la obligación de liquidar.

Pero volvamos al convenio laboral flexibilizador que rige en Vaca Muerta: en su momento Macri lo escogió como prueba piloto de su ofensiva para terminar con la "industria del juicio laboral" (¿se acuerdan cuando nos decían que ése era el problema que le impedía al país crecer?), y más adelante, del ensayo general de flexiblización fracasado al enviarlo al Congreso. Tuvo incluso su réplica en el caso de la industria electrónica en Tierra del Fuego, y en las terminales automotrices, con los resultados conocidos: no solo no se crearon nuevos empleos, sino que se destruyeron muchos de los que ya existían.

Algo parecido pasa con el petróleo: de las cifras que aporta Bernal en su nota, surge que en Vaca Muerta se producía más antes de que se aprobara el convenio flexibilizador, que después; y facilitando (abaratando) los despidos y suspensiones, vemos que las compañías los utilizan como herramientas de presión para conseguir de los gobiernos regulaciones y concesiones favorables a sus intereses. Lo mismo hizo en su momento Tecpetrol (la petrolera del Grupo Techint que opera en el lugar), cuando el gobierno amagó con reducir o suspender los millonarios subsidios a la producción de gas.

Vaca Muerta es, entonces, en todos estos sentidos, un caso testigo para evaluar que modelo de desarrollo se propone para el país, que lugar tienen en él los trabajadores, como se generan cadenas de valor con proveedores locales que puedan beneficiarse de la explotación de los recursos naturales, entre otras cuestiones; cuestión de la que también viene hablando Alberto Fernández.

Como vemos, aun existiendo consensos sobre la importancia de Vaca Muerta para el futuro del país, no hay un solo modelo para aprovechar sus recursos; y como decía un viejo slogan de campaña: en la vida hay que elegir. Nota relacionada.

1 comentario:

guille dijo...

Lo más importante es utilizar los hidrocarburos para tener energía local y barata oara el desarrollo industrial nuestro
En un mundo con economías ralentizadas baja el consumo de hidrocarburos y su precio
Encima hay que subsidiar su extracción local por la caída de los precios internacionales
Extraer a estos costos y vender a estos precios para exportar y obtener divisas para pagar deuda no es conveniente