Por Víctor Astesiano
Las denuncias recientes por supuestas tareas de inteligencia efectuadas por Gendarmería Nacional, deben tener una rápida respuesta por parte del gobierno nacional, a través de la ministra Nilda Garré, porque más que a la servil oposición y a sus mentores (los medios concentrados), es a quienes apoyamos este proyecto político a los que se debe dar un certero y contundente relato de los hechos.
No niego que el Estado debe tener la información necesaria para resguardar la seguridad.
Pero una cosa es controlar a quienes puedan atacar el orden institucional -como ocurrió en 1976 y sus antecedentes- y otra muy distinta infiltrarse entre los estudiantes y organizaciones sociales que puedan o no formular críticas al gobierno, al sistema o a quien sea, en defensa de sus derechos; estén o no equivocados.
Tengo plena confianza en la ministra, quien tiene una historia de sufrimiento personal de persecución, cárcel, muerte y desaparición de sus compañeros. Por ello nos debe la respuesta que esperamos y si ha existido algún error, se lo debe admitir y corregir sin más.
Porque este gobierno no debe perder la credibilidad que se ha ganado merecidamente y que lo llevó a tener el impensado apoyo en las últimas elecciones, a tres años vista de un difícil trance político. Nilda, con todo cariño, respeto y humildad, te pido des la explicación correspondiente. No importa si hubo errores. Estoy seguro que serán reparados y se continuará con el camino correcto.
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