Si hay un proyecto emblemático (en más de un sentido) de las gestiones socialistas en la provincias, es el Puerto de la Música de Rosario.
Aunque se la pretendió presentar como una más de las obras del Plan Estratégico rosarino y la iniciativa despertó adhesiones en el mundo de la cultura, en la práctica el proyecto generó todo tipo de críticas y Binner lo sostuvo contra viento y marea; casi como un capricho personal.
Desde la millonaria contratación de Niemeyer para diseñar el proyecto (sin cuestionar sus condiciones, pareció hecha para favorecer el ego localista de los rosarinos de tener una obra suya en la ciudad), hasta la polémica con la Nación por el lugar de emplazamiento y el espacio que se le resta a la actividad portuaria; que todavía no termina porque el emprendimiento está muy flojito de papeles, y la obra se adjudicó sin obtener los permisos de los organismos nacionales correspondientes.
Sin dejar de mencionar el conflicto (justamente por la incidencia de la mega obra en las actividades del puerto de Rosario) desatado con los trabajadores portuarios preocupados por la perspectiva cierta de perder muchas fuentes de trabajo si la obra se lleva adelante; o la controversia que generó que la adjudicación de los trabajos (dispuesta por éste decreto de Binner) a una UTE conformada por empresas muy favorecidas con contratos en la gestión socialista.
Y para remachar, ya en el Presupuesto 2012, la decisión de financiar la obra (en rigor, el primer tramo que es la estructura de hormigón armado, pero costará más de 78 millones de pesos, sin contar los honorarios de Niemeyer) con las partidas del Fondo Federal Solidario, o Fondo Soja; que de acuerdo al Decreto 206/09 de Cristina debe destinarse a obras que "contribuyan a la mejora de la infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda o vial en ámbitos urbanos o rurales".
En ese contexto, pasó el gobierno de Binner y la obra no arrancó, y en eso estaba la cosa cuando nos topamos con éste decreto de Bonfatti; por el cual le sacan al Puerto de la Música más de la mitad de los 20 millones de pesos (todos con cargo al Fondo Soja) asignados en el Presupuesto de éste año, como vemos en éste detalle:
Cuando se cuestionaba el costo de la obra durante el gobierno de Binner el socialismo replicó las críticas promoviendo la formación en Rosario de una Fundación destinada a canalizar los aportes privados (de empresas y ciudadanos) que ayudarían a solventarla.
Acá tienen el enlace a la página de la Fundación , en el cual podrán ver el nivel de "aportes privados" alcanzados hasta ahora con destino a lo que podríamos denominar a esta altura la pirámide del faraón Hermes: cero, serapio, ni un cobre.
O por lo menos no se informa.
Acá pueden ver la nómina de los directivos de la Fundación Puerto de la Música:
Los que figuran con recuadros rojos fueron funcionarios del gobierno de Binner, y repiten en el de Bonfatti; enre ellos la esposa de Binner (Silvana Codina) y Francisco Miguel Quijano, funcionario del Ministerio de Obras Públicas y Vivienda en ambas gestiones, y socio del estudio de Niemeyer.
En los recuadros verdes, dos de los miembros del Consejo Consultivo de "notables" (casi todos rosarinos) creado por Binner por éste decreto; para aportarle ideas a su gobierno.
Hay otros personajes conocidos como Silberstein (Decano de Derecho de la UNR), Javier Ganem (Decano de Económicas de la UNR, miembro del jurado que seleccionó a los vocales contadores del Tribunal de Cuentas) o René Balestra (gorilón importante si los hay, ex diputado nacional); y representación de la Bolsa de Comercio y demás "fuerzas vivas" de la ciudad.
Eso sí: de poner un mango, ni hablar, al parecer.
¿Se hará finalmente el Puerto de la Música, lo inaugurarán con un recital de Fito Páez producido por el amigo Granato, o será otra más de las maquetas a las que nos tiene acostumbrados el socialismo?
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