Vemos acá como la situación de las cuentas públicas de la provincia es cada día más complicada y -sobre todo- más confusa.
Tal como señala el diputado Mascioli, cuando el gobierno de Bonfatti pidió la autorización a la Legislatura para emitir letras de Tesorería, lo hizo por una cantidad de 456 millones de pesos; pero sin indicar que destino les daría a los recursos captados por esa vía.
Cuando la iniciativa se discutió en el Senado, en el marco de la "buena onda" que impera entre algunos sectores del PJ y el gobierno provincial, no prosperó un pedido de informes del senador Calvo para que se aclararan -entre otras cuestiones- que destino se les iba a dar a los fondos aportados por los suscriptores de las letras.
El propio Sciara -tal como también lo marca Mascioli- se contradijo en reiteradas oportunidades sobre ese punto, para terminar ahora aduciendo que necesita imperiosamente que sea aprobada la autorización para emitir las letras, para poder pagarles a los empleados públicos provinciales los haberes de mayo.
Como avizora que el debate en Diputados será más áspero que en el Senado, trata de poner a los legisladores contra la pared, planteando que -si las letras no salen- no podrá pagar los sueldos; muy poco serio de su parte.
El Presupuesto provincial 2012 aprobado por la Legislatura en base al proyecto remitido por Bonfatti y Sciari contempla gastos en "Personal" (sueldos y cargas sociales) por un total de $ 13.505.438.150 (más de trece mil quinientos millones), antes del impacto de las políticas salariales pautadas en las paritarias, que dejaron un aumento promedio del 21 %.
Si bien ese aumento se prorratea a lo largo del año en forma escalonada, aun sin considerarlo, el impacto mensual de la planilla de haberes del gobierno provincial (considerandos los doce meses y las dos mensualidades del Sueldo Anual Complementario) oscila en alrededor de 1040 millones de pesos mensuales.
Lo que implica que (reiteramos: sin considerar los aumentos) la emisión de las letras de la Tesorería en la parte que estará destinada a las arcas provinciales (hay otros 100 millones destinados a municipios y comunas según lo votado en el Senado) sólo alcanzaría a cubrir algo así como el 45 % de un mes de haberes de la plantilla de agentes públicos provinciales: es muy poco serio que Sciara diga que necesita las letras para poder pagar los sueldos.
Hay que recordar en este punto que la cifra incluida por el gobierno provincial en el proyecto (456 millones de pesos) tampoco tiene ningún sustento visible, como no ser una chicana política: es el importe que la administración Bonfatti estima recibir de parte de la Nación con destino a financiar el déficit de la Caja de Jubilaciones y Pensiones; algo que está por verse porque el Estado nacional no admite tener esa obligación, y tampoco está del todo claro si la provincia finalmente la ha reclamado en sede judicial (al parecer así sería).
Todos estos interrogantes (sumados a los que planteaba el senador Calvo en su pedido de informes sobre el procedimiento de contratación del emisor de las letras, la tasa de interés y plazos de pago previstos para el rescate de las mismas y otras cuestiones), no hacen más que sumar inquietud sobre el estado real de las finanzas de la provincia.
Y para colmo, el famoso "derecho a la información pública" del que tanto se jacta Binner, no aporta demasiados datos, como pueden ver:
La imagen está captada del portal oficial de la provincia, y comprueba que el gobierno de Bonfatti no carga información sobre la evolución de los recursos y los gastos de la provincia desde el mes de enero de éste año.
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