LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 19 de julio de 2012

UN PERIODISTA QUE METE RISA


(*)


Los argentinos tenemos un alto nivel de tolerancia frente al abuso de poder de los gobiernos. (algunos: las Madres y las Abuelas por ejemplo, los que bombardearon la Plaza en el 55’ no mucho) De otra manera, no se explica cómo la mayoría de la sociedad puede soportar, sin la más mínima sublevación, (¿cacerolazo, golpe, emoticones con carita de enojados en el Facebook?) tanto maltrato oficial (¿cuál?, uno  poné) y tantas violaciones de la ley por parte de la Presidenta misma (¿cuáles, qué ley?) y seguir su rutina como si nada hubiera pasado. (porque a lo mejor no pasó nada) Porque una cosa es apoyar las medidas "populares" (pero con comillas, o sea no tan populares) o acertadas de un gobierno, como su política de derechos humanos o la decisión de implementar la asignación por hijo, (las dos cosas que todos los que leen este diario no comparten, mirá los comentarios de los lectores) y otra cosa es "comprar" todo el combo, (¿y quién dijo que había que “comprar” -así con comillas- todo el combo?, sólo en un cerebro binario que todavía opera en Basic Cobol como el tuyo puede caber esa pequeña idea) que incluye maltrato, discriminación y autoritarismo a granel. (uuuy, sáquenle las cadenas a éste pibe y libérenlo de las mazmorras del régimen)

En un país con instituciones fuertes y en pleno funcionamiento, Cristina Fernández debería haber sido demandada por violar el secreto fiscal del señor Saldaña, (bueno, nada te impide a vos ir a los tribunales a hacerlo, si te animás, ¿o sos de los que siguen su rutina sin sublevarse?) al acusarlo de no haber presentado su declaración jurada, o la declaración jurada de la inmobiliaria de la que sería socio, por medio de la cadena nacional. (ah, ése secreto fiscal: el de no pagar impuestos, decí la verdad: hasta que dijo que era de una inmobiliaria pensaste: “sonamos, me escracha a mí”) Leí a un colega especialista en economía que justificó el accionar de la jefa del Estado con el argumento de que informar sobre la falta de presentación de la declaración de ganancias no configuraría la violación del secreto fiscal. (hiciste bien: leé a la gente que verdaderamente sabe del tema, antes de andar diciendo boludeces, porque decir que un tipo evade no tiene nada que ver con el secreto fiscal) Me hizo acordar a otros que, tiempo atrás, defendían las acciones de la dictadura sobre la base de tecnicismos que ocultaban el mal mayor: el hecho de que la Junta Militar se había llevado puesto un gobierno elegido de manera legítima y democrática. (realmente sos tan estúpido que ni siquiera tenés la mínima conciencia de la barbaridad que acabás de decir, tenés suerte que el gobierno no sea justamente una dictadura, si no inteligencia -que no tenés- mostrá al menos cierto respeto por algunas cosas, no las banalices gratis)

En un país donde el Congreso funcionara como se debe, los jueces impartieran justicia sin la más mínima presión y los funcionarios fueran condenados al violar la ley, el secretario de Hacienda, Juan Carlos Pezoa, debería explicar con urgencia por qué, desde diciembre pasado, no hace públicos los gastos del presupuesto nacional. (¿y cuál sería el delito por el cuál los jueces lo juzgarían, que artículo del Código Penal violaría?, ¿leíste alguna vez la Constitución en la parte que dice “ningún habitante de la Nación puede ser penado sin juicio previo fundado en ley anterior al hecho del proceso”, o pensás que es delito lo que a vos se te ocurre que es delito?) Es decir, del dinero de los impuestos que pagamos todos los argentinos. (menos el de la inmobiliaria, que no presentó la declaración jurada de Ganancias) No estamos hablando de una pavada. (lo cual en tu caso sería cambiar del tema habitual) Estamos hablando de la totalidad de las cuentas públicas. Se supone que se trata de funcionarios con el ineludible deber de informar. (se supone, ajá, antes tenían que ir presos  sí o sí, o sea que serían presos por una suposición, muy garantista lo tuyo)Y no de una banda que tomó las millonarias cajas del Estado por asalto. (la confusión puede provenir de que eso es lo ustedes dicen todo el tiempo) ¿Por qué hacen lo que hacen con semejante nivel de impunidad? Porque el Gobierno sabe que puede. Que no hay, enfrente, una resistencia moral capaz de impedirlo. (y menos ahora, que Lilita sacó el 1,82 %) Y que, al ocultar información, no tendrá ningún castigo por violar la ley. (¿qué ley, la que no existe, o la que vos supones que existe pero mencionaste tres veces y no identificás?) Al contrario: sus hombres intuyen que si actúan rápido, con energía, y si además encuentran una buena excusa para llevarse el mundo por delante, en vez de ser perseguidos por la Justicia (por la ley que no existe, pero se supone que sí) serán aplaudidos por una buena parte de la sociedad, que estará dispuesta a valorar "el coraje" y "la determinación" de los presuntos delincuentes.(ah, ahora son “presuntos”, y se “supone” que violan la ley, pero los jueces tienen que actuar ya, y la gente sublevarse, muy claro todo)

¿El Gobierno falsifica, manipula y adultera las estadísticas oficiales hace más de seis años? (no, en todo caso lo que mide mal es el índice de inflación, que no es una estadística) No importa. Lo único que importa, en el fondo, es comer un buen asado durante el fin de semana, ver gratis Fútbol para Todos y disfrutar del feriado largo cada vez más seguido, que la vida para eso está. (ah, esos negros de mierda que no aprenden el valor de tener estadísticas oficiales confiables, así no salimos, ahora: si pueden comer asado la carne no estaría tan cara y el índice del INDEC a lo mejor no está tan mal hecho, pensálo) ¿El Gobierno persigue a los que piensan distinto, (sí, como Morales Solá, que vive en el Uruguay desde el 2006) les arma falsas denuncias, (¿cómo la de Boudou en Ciccone?) les tira a la AFIP y la SIDE encima, les quita a los medios críticos la publicidad oficial (ahí está el huevo y no lo pise: por lo menos disimulá que ese es el carozo del problema, con todas las otras plagas de Egipto que nombraste, y leída a las apuradas en la peluquería de señoras, la nota pasaba por algo serio) y les regala millones de pesos a los medios amigos, o inventa medios a los que financia con la propaganda pública que pagamos todos con nuestros impuestos? (la segunda vez que mencionás que pagás impuestos: ¿tendrás los pelpas a mano para cuando la AFIP -que te persigue- te alcance?) Paciencia. Por algo será. No es la muerte de nadie. No va a ser ni la primera ni la última vez. Hay cosas más transcendentes. Mientras no me toque a mí, que estoy afuera o por encima de todo aquello, ¿para qué me voy a preocupar? (tiene cierta lógica el razonamiento: con tantos problemas reales que afectan a muchos, ¿por qué hacerse mala sangre por los problemas imaginarios que afectan a boludos como vos, que no tienen ninguno de esos problemas reales, como llegar a fin de mes por ejemplo?) Este es el pensamiento real de muchos argentinos, como si los abusos se cometieran en un país africano (como Angola, donde fue Moreno, pero antes estuvo Alfonsín) o una dictadura de Medio Oriente. (es verdad, serían como un cuento de “Las mil y una noches”, así de reales digamos)

¿Tenemos un gobierno autoritario? Mejor, así hay un tema apasionante para conversar en el café con amigos y en la mesa familiar. (y para que vos tengás programas en radio y televisión, y escribás boludeces como éste todos los días, aunque la gente cuando se junta habla de fútbol, minas y Tinelli, pero ponéle, es un detalle) De hecho, la Presidenta habla del Estado y de los presupuestos como si Ella fuera la dueña del dinero público. (obvio, la plata para el bótox y las carteras, y el Mini Cooper de Florencia, no te olvidés) Habla de los gobernadores como si fueran sus empleados. (¿cuándo che, dice por ejemplo “Dale Bonfatti, traéme un café”?) Habla de los fiscales y los jueces como si fuesen sus subordinados y no un poder independiente del Ejecutivo. (sobre todo en la parte que dijo que la procesaran a ella si querían que mandara gendarmes a las provincias) Es capaz de retar a Daniel Scioli, a un periodista, a un empresario y también a la Corte Suprema de Justicia como si estuviera por encima de todos y todas, (ah, te aprendiste el principio de los discursos, para que no te peguen las feministas) y como si el 54% de los votos que obtuvo el año pasado le sirvieran como patente de corso para hacer todo lo que se le antoja, sin ningún límite legal ni constitucional. (¿cuáles serían los límites legales y constitucionales para que un presidente diga que alguien es un pelotudo, si eso es lo que piensa, y si encima no usa la palabra “pelotudo” por delicadeza?)

Cada tanto me pregunto por qué son tan pocas las personas, los líderes políticos, los empresarios, los fiscales, los jueces, los sindicalistas y los dueños de medios y periodistas que están dispuestos a denunciar y poner un límite a tanta arbitrariedad. (¿pocos?, ay Majul, dejáte de boludear al menos un día a la semana, ¿se le ponen límites a la arbitrariedad denunciando, que te creés que son los periodistas, la Liga de la Justicia, no tenés nada más interesante que ver que tu propio ombligo?) Y cada tanto me respondo que es el pánico. (¿y las otras veces que te respondés: "dejáte de pensar boludeces Luisito"?) El miedo a perder el empleo, los negocios o el hecho de verse expuesto, escrachado y acusado por un poder que parece invencible, porque emana desde el propio Estado. (que como sabemos, es el único poder) Puedo comprender y justificar el miedo. (lo que es incomprensible en cambio es la pelotudez: cuando uno piensa que ya la entendió bien, aparecen cosas como esta columna, y tiene que volver a empezar) Pero quiero tener el derecho de decir que, salvo excepciones, el aceptar el abuso y el maltrato me parece, por lo menos, una actitud pequeña y conservadora. (¿cuáles serían las excepciones, por ejemplo los abusos que vos tolerás de De Narváez o los dueños de la radio para seguir trabajando ahí?) Me provoca indignación por un lado y pena por el otro cuando escucho a gente que critica a la Presidenta con energía y hasta con saña en forma privada, pero es incapaz de repetir las críticas de manera pública y más educada. (ah, los famosos “un empresario...un juez...un dirigente sindical...un alto funcionario” que “pidió reserva de su nombre por temor a represalias”, como si eso te impidiera seguir citando fuentes imaginarias e incomprobables)
Me parece pequeño y miserable, también, (¿por qué “tambien”, antes de qué hablabas, de Nelson, el hombre rata?, ¿recién ahora te diste cuenta que te comparan con él en los parecidos de “TVR”?) el nivel de especulación que manejan muchos políticos de la oposición antes de tomar decisiones transcendentes. (¿qué decisiones, por ejemplo a qué programa de TN ir?) Son incapaces de unirse detrás de un objetivo común, (fijáte que no, en su momento lo hicieron, para repartise chapas en el Congreso) como el de evitar que este gobierno o cualquier otro se lleve el mundo por delante. (¿por qué “cualquier otro” si tu problema es con éste, o estás hablando del de Paraguay?) Prefieren mantenerse agazapados y aprovechar el momento de salir de sus madrigueras (epa, fuerte eh, ¿eso lo incluye a Mauricio?, guardá que por ahí alguno interpreta que los tratastes de alimañas o comadrejas) cuando la economía se empiece a enfriar todavía más y la imagen positiva y la intención de voto de la Presidenta caigan, eventualmente, (¿cómo “eventualmente”, no viene cayendo en picada ya desde hace meses según vos?) en picada. (en pulpa picada, para hacer empanadas para acompañar el asado que comen los domingos, mientras miran el fútbol y les chupa un huevo todo) No les importa la ley (¿cuál, la que no existe o vos no te acordás?) ni la fortaleza de las instituciones ni el equilibrio de poder. (ni la coparticipación del impuesto al cheque, no te olvidés, que es un tema importantísimo) Sólo viven para esperar el turno de gobernar, sin plantear ni defender cuestiones de fondo, como, por ejemplo, el efectivo castigo para los que roban dinero público y mienten en sus declaraciones patrimoniales. (lo que pasa es que ahí los primeros que caen son ellos)
Por supuesto, la Presidenta y su pequeño círculo de asesores cuentan con eso. (menos mal que el círculo es pequeño, sino imagínate cuantos desastres más harían) Saben que el miedo, la sumisión e incluso la sensación de humillación de los individuos a quienes atacan juegan a su favor. (¿por qué “sensación” de humillación, es como la de inseguridad?) ¿Qué otro objetivo podría tener, si no, señalar con el dedo al "abuelito" que le quería regalar dólares a su nieto o al agente inmobiliario que osó decir que cada día tenía menos trabajo? (poner en evidencia que son unos forros, por ejemplo, tiene cierto valor didáctico) No importa cuántos editoriales se escriban sobre el asunto. (obvio, desistí entonces: sos inocuo) Su intención ha sido disciplinar, una vez más, a todos los que no piensan como ellos y se atreven a decirlo. Y el resultado, como se puede comprobar, está siendo inmejorable. (ah, porque entonces vos no pudiste escribir esta columna, que es fruto de nuestra imaginación, a menos que en tu caso el miedo se traduzca en que cada vez escribís más pelotudeces)
(*) Las negritas son nuestras, el original acá.

2 comentarios:

Daniel dijo...

"maltrato, discriminación y autoritarismo a granel"

"el miedo, la sumisión e incluso la sensación de humillación de los individuos a quienes atacan"

Yo te digo; o soy un duro o soy un insensible, pero ni con los milicos sentía eso. Y eso que una vez asumimos con unos amigos que ibamos a ser boleta.
Este pelotudo no puede ser tan cagón. Juega con eso para hacerse el carnero degollado, la víctima fatal.

Anónimo dijo...

Yo quiero que estos "periodistas" tengan cada vez más miedo. Y los empresarios como el abuelito y el de la inmobiliaria. Quiero que tengan mucho mucho miedo de que los agarre la AFIP, la DGI, ARBA, y todas las unidades de control del Estado. Quiero que tengan mucho miedo de asomar la cabeza para hacer uso de su "libertad de expresión" si tienen el culo sucio, y que sigan usándola pero que sepan que no les conviene ponerse de putas contra un Estado que hasta ahora fue bastante contemplativo con sus ilegalidades. Y que les dejó alegremente comprar divisas como si fuese pan acá a la esquina. Y que les dejó no presentar declaraciones juradas. Quiero que tengan tanto pero tanto miedo que empiecen a pagar todos y cada uno de los impuestos y obligaciones, só pena de que vayan en cana y no con una palmadita y una multita de la que se cagan de risa. Quiero que tengan mucho miedo y que el Estado tenga toda la fuerza para perseguirlos hasta los más recónditos puntos alejados.

Sí, definitivamente, me convenció Majul: quiero que tengan miedo y que el Estado los persiga. Con la fuerza que tiene que tener la ley.

Saludos
Ladislao