LA FRASE

"DE MI ASCENSO A SECRETARIO DE ESTADO SOLO DIRÉ QUE SI UNO ES BUENO EN LO SUYO, EL RECONOCIMIENTO SIEMPRE LLEGA." (MANUEL ADORNI)

sábado, 8 de septiembre de 2012

BARLETTA Y EL RADICALISMO DE LA NAFTALINA


Las definiciones del radicalismo (por boca de Barletta) sobre el proyecto de voto a los 16 años nos ratifican en lo dicho acá: en 1890, en la Revolución del Parque, esta dirigencia radical (con nuestro ex intendente a la cabeza), hubieran estado con el régimen oligárquico de Roca y Juárez Celman, defendiendo el fraude electoral.

Incluso lo dice el propio Barletta con palabras que deben haber hecho revolcar en su tumba a Yrigoyen, justo esta semana en que se cumplió un nuevo aniversario de su derrocamiento por el golpe de 1930: "la participación democrática no termina ni empieza con el voto".

Notable: ¿cuál fue entonces, la lucha fundacional del radicalismo entre 1890 y 1912, y el sentido de la acción política de Yrigoyen en el gobierno a partir de 1916, interviniendo a las provincias con gobiernos fraudulentos, si no garantizar ese derecho político mínimo y elemental?

¿Cuál fue el sentido de la abstención electoral del radicalismo después de la caída de Yrigoyen, en plena Década Infame?

Superado el sueño socialdemócrata de la primavera alfonsinista, Barletta y toda la dirigencia radical de la hora se colocan así sin complejos en la peor tradición del partido de Alem: en la de Alvear (que forzaba la participación electoral convalidando el fraude justista), y de Balbín, que fue una de las patas civiles del golpe del 55' contra Perón, y convalidó su proscripción electoral y la del peronismo todo, durante 18 años.

Ahí no les preocupaba la instrumentación electoral de las normas sobre el sufragio.

Y respecto al "proyecto alternativo" que presentaría el radicalismo, dejémonos de versos y de pavadas, acá pueden ver el proyecto que presentó Aníbal Fernández y que está discutiendo el Senado:    


Los artículos subrayados (apenas 3) son los que refieren a la cuestión del voto opcional a los 16 años, ¿cuán distinto puede ser un proyecto alternativo a ese texto, que lo único que hace es reemplazar en cada artículo "18" por "16"?

Tan distinto como un proyecto de expropiación en el caso Ciccone, o sea nada.

El verdadero "proyecto alternativo" de los radicales es un cuento, o en todo caso es, lisa y llanamente, que los pibes de 16 a 18 años no voten, así de fácil.

Como pasó antes con las leyes de expropiación de Aerolineas, estatización de los fondos de jubilaciones y pensiones, la ley de medios o hasta la expropiación de YPF (donde votaron a favor en general y en particular en contra todos los artículos, hasta el que declaraba de utilidad pública las acciones de Repsol); lo que pareciera es que los radicales proponen cosas (el propio Alfonsín lo hizo en su momento con el voto a los 16) cuando saben perfectamente que no van a salir.

En cambio cuando existe la voluntad política de que se concreten (como cuando las propone el gobierno) votan en contra, con el cuento de la "intencionalidad electoral", como si ellos no tuvieran una urna en la cabeza.

Ni hablar de la chicana berreta de descalificar a los jóvenes que militan en el oficialismo (¿en serio cree Barletta que éste radicalismo es "el partido de los jóvenes"?), cuando durante su gestión en la UNL como rector (de paso: reelegido) o en la municipalidad como intendente (al igual que ahora lo hace Corral) llenaron los despachos de militantes de la Franja Morada súbitamente convertidos en funcionarios, "asesores", "coordinadores" y cosas por el estilo: en el caso de la Universidad, hasta hicieron una especie de escalafón que conduce desde el Centro de Estudiantes al rectorado; y si no pregúntenle al Nicky Cantard.

La molestia de Barletta y de los radicales (además del hecho de que los pibes que se interesan por la política hoy día no pasen ni a una cuadra del comité radical más cercano), es que algunos de esos pibes "que empiezan su militancia arriba de un escritorio -¿no será "detrás"- con cargos importantes" hagan cosas como éstas:     


Ahí está el "partido de los jóvenes" en acción, rápido para los mandados de Techint, como antes lo estuvieron para los de Clarín o la Mesa de Enlace.

Creer que a Aguad (el amigo de Menéndez) le preocupa el respeto por el disenso es creer que a Paolo Rocca y Techint les  preocupa la inflación y la distorsión de los precios: justo ellos, que son monopólicos y formadores de precios, que trasladan costos crecientes a toda la estructura productiva porque producen acero, que es uno de los principales insumos difundidos.

Aguad -que no es hombre de delicadezas- tiene la delicadeza de disfrazar el pedido de Rocca de bajar salarios bajo el eufemismo de los "costos que se incrementan", porque como lo señaló Cristina de eso (de los salarios que paga), y no de otra cosa habló el CEO de Techint.

Delicadeza que ni siquiera tuvo Barletta para argumentar en contra del voto desde los 16 años con términos que bien podría haber usado Marcelino Ugarte o cualquier otro arquitecto del fraude electoral conservador contra el cual el radicalismo luchaba en sus inicios.

Así, tan bajo, han caído los radicales, y parecen empeñados en seguir cayendo.

Después que no se sorprendan que les vaya como les va cuando vienen las elecciones.

Aunque a lo mejor justamente por eso desde "el partido de los jóvenes" se oponen a que los pibes voten desde los 16.   

2 comentarios:

tio pepe dijo...

El problema de estos muchachos de la UCR, es que no logran encontrar un resucitador..Je!.-

Anónimo dijo...

Barletta es asesorado por el intelectual Rogelio Alaniz, luego de compartir varias damajuanas.