LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 13 de diciembre de 2012

ES TODO CUESTIÓN DE PLATA


Los "especialistas" de Clarín terminan siendo el constitucionalista Gil Domínguez (que de gil no debe tener nada, porque asesora al Grupo), el Tognoli de la AFSCA y uno de Proyecto Sur, que dijo que el agua moja: el dictamen del fiscal no es vinculante y hay que esperar el fallo del juez.

Lo del candidato propuesto por el FAP para la AFSCA amerita un párrafo aparte: un futuro funcionario público, propuesto para ocupar un cargo en un organismo creado por ley del Congreso, para controlar la aplicación de esa ley, y mientras se resuelven las impugnaciones que organismos como el CELS hicieron a su candidatura, opina abiertamente que la ley es inconstitucional; aun pendiente un fallo judicial que así lo declare, y con un dictamen del fiscal que dice claramente que no.

Esa debe ser la idea que tienen Binner y sus socios de la transparencia republicana, la calidad institucional y la división de los poderes.  

Sin embargo, lo primero interesante a destacar de ésta nota, es el fallido del título: es verdad Clarín, justamente lo que la ley de medio viene a cuestionar, es la multiplicidad de licencias; en lo que ustedes sobresalen. 

Del mismo modo que sobresalen por lo truchos: luego de ocultar todo el día de ayer en su edición digital los argumentos del fiscal, ahora directamente los barrieron del sitio y pretenden rebatirlos; dejando en claro que lo que menos les interesa, es la libertad de expresión.

Aunque pretenden vincularla a la defensa del tamaño del imperio mediático que construyeron, con el curioso argumento que, ser grandes y acaparar muchos medios, es el único modo seguro de ser independientes; para evitar depender de la pauta oficial.

Recordemos que la discusión judicial es en torno a si ciertos artículos de la ley son o no constitucionales, desde el punto de vista de la libertad de expresión, la libertad de comercio y el derecho de propiedad: no existe un derecho constitucional a tener éxito en los negocios, o a mantenerlo si lo tenés.

El hecho de que una ley no te guste, o eventualmente te perjudique en tus negocios o tu nivel de ganancias, no implica para nada que sea inconstitucional, porque como bien lo dijo el fiscal en su dictamen, de lo contrario lo que estás cuestionando (como lo hace Clarín) no es que la ley no se ajusta a la Constitución, sino que no te gusta, porque no te conviene; y por ende si por vos fuera, no la hubieras sacado, o la hubieras sacado de otra forma, o con otro contenido. 

El avance (aun lento) de la causa judicial, con el dictamen de Uriarte, va ayudando a poner las cosas blanco sobre negro en punto a qué es lo que verdaderamente se discute; y explica por qué Clarín viene interponiendo una chicana tras otra, para evitar discutir el fondo del asunto: porque saben que jurídicamente no tienen razón, y que exponer en público sus verdaderos argumentos, corroe el discursito del periodismo independiente que ve amenazada su libertad de expresión.

La postura de algunos dirigentes opositores (la mayoría, incluyendo los que votaron a favor de la ley en general, pero en contra el artículo 161, como la mayoría de los que hoy integran el FAP) denota que están tratando de lograr en la justicia (encabalgados en el planteo de Clarín) lo que no lograron en la discusión parlamentaria; porque no les dieron los votos.

Y en el fondo -como dice León Gieco en "Pensar en nada"- es todo cuestión de plata. 

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