Dicen que la fe es algo que no necesita de evidencias, y el deber ser es aquéllo que idealmente tendría que ocurrir, en un presente o futuro hipotético, en base a principios más o menos admitidos de un modo universal.
A estas divagaciones filosóficas nos condujeron las declaraciones de éste muchacho, funcionario del gobierno provincial en el área de Seguridad; y que pese a nuestros consejos acá, persiste en no ponerse los pantalones largos.
Es verdad que el socialismo se caracteriza (al igual que el PRO, por ejemplo) en disciplinar a los funcionarios para que adquieren entrenamiento en ciertas rutinas básicas, como tener todos los días algo para decir en los medios; y actuar más como comentaristas de la realidad, que como responsables de operar sobre ella para transformarla.
Pero modestamente nos parece que la situación que se vive en Santa Fe con la inseguridad, donde el rol de la policía es fundamental, exigiría (usamos el potencial, porque es una opinión, no queremos ser dogmáticos) que el segundo funcionario en importancia del ministerio que conduce Lamberto hiciera algo concreto en esa dirección; más que decirnos que "cree" que es lo que "debería" pasar.
A ver si un día de estos nos sorprende, y nos cuenta lo que hizo.
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