UNA PREGUNTA QUE NOS HACEMOS

De la asamblea ruralista convocada en Pehuajó surgió la idea de no comercializar soja por tiempo indeterminado, para asfixiar financieramente al gobierno, que dejaría de percibir ingresos importantes en concepto de retenciones.

El amigazo Buzzi fue más allá: llamó a sabotear la economía, haciendo que se acumulen (si fuera necesario) 100 barcos en el puerto esperando soja que no se venderá, y a ver que pasa.

Hasta acá, no se supo de ningún dirigente opositor al gobierno nacional que lo cruzara o cuestionara la idea, que antepone la lógica empresarial al interés del conjunto.

Incluso algunos (como la inefable Pato Bullrich) promueven desde su sitio web (después se arrepintieron y lo borraron) la comisión de delitos varios, bajo el eufemismo (que también utilizan los agrogarcas) de "rebelión fiscal", como vemos acá (más detalles en éste enlace):

Por si la imagen no se alcanza a ver bien, las recomendaciones del sitio son: 

"1) Acaparar granos en silos-bolsa;

2) Realizar contrabando sin pasar por la confiscatoria Aduana Argentina, eludiendo retenciones y cualquier otro impuesto;

3) Subfacturar exportaciones;

4) Retener divisas en el extranjero sin liquidárselas a tipo de cambio miserable a la tiranía;

5) Mantener cuentas bancarias o efectivo en el extranjero resultante de sus actividades productivas fuera del conocimiento de la organización hitleriana AFIP."

Ahora bien, es sabido que, si los sojeros no liquidan sus stocks, no sólo el Estado nacional pierde ingresos por concepto de retenciones: a partir del Decreto 206/09 de Cristina que creó el llamado Fondo Federal Solidario, el 30 % del total de o recaudado por las exportaciones de soja, se transfiere automáticamente a las provincias (para que éstas a su vez lo coparticipen en parte a sus municipios y comunas) para realizar " obras que contribuyan a la mejora de la infraestructura sanitaria, educativa, hospitalaria, de vivienda o vial en ámbitos urbanos o rurales, con expresa prohibición de utilizar las sumas que lo compongan para el financiamiento de gastos corrientes.".

De acuerdo con el Presupuesto nacional 2013, el conjunto de las provincias recibirá por esa vía más de diez mil millones de pesos; exactamente $ 10.060.700.000.

Todas las provincias, incluso las gobernadas por la oposición, como Santa Fe: el presupuesto nacional contempla que reciba $ 868.400.000 del Fondo Federal Solidario.

Incluso el presupuesto provincial 2013 contempla recibir aun más por esa vía: exactamente $ 920.600.000, de los que 276 millones estarían destinados a los municipios y comunas de Santa Fe (requisito impuesto por el decreto presidencial, para transferir los fondos).

Desde que el llamado Fondo Soja se creó en el 2009, fue el principal soporte financiero de la obra pública provincial y municipal en todo el país, y Santa Fe no fue la excepción: en éste post mostramos con números oficiales del gobierno socialista como fue creciendo su participación al respecto, incluso considerando las obras ejecutadas por las empresas del Estado provincial (la EPE y ASSA), que vieron aumentadas sus tarifas, con la excusa de que era para ejecutar obras.

Acá en la provincia incluso el socialismo empleó las partidas del Fondo (violando lo que dice el decreto de Cristina, y transcribimos) para comprar aparatología hospitalaria, y ambulancias. 

Tan importantes son las partidas del Fondo Federal Solidario para el gobierno provincial, que saboteó la sanción en la Legislatura de un proyecto de ley (aprobado en Diputados incluso por los propios legisladores del FPCyS) aumentando la participación de los municipios y comunas en el reparto de las partidas, del 30 % fijado por Binner por éste decreto, al 50 %; y al 60 % sobre el excedente que se recaude cada año, por encima de lo previsto en el presupuesto.

Ahora bien, siendo así las cosas nos preguntamos: ¿no deberían Bonfatti, en su condición de gobernador que recibiría fondos provenientes de las retenciones a las exportaciones de soja -o Binner, tan preocupado siempre por el supuesto retaceo de fondos a Santa Fe por parte de la Nación- decir algo respecto de estas imaginativas ideas que se les han ocurrido, primero a los de la Sociedad Rural, y ahora a Buzzi.

Pensamos que sí, a menos que opten por descargar en Cristina el peso de confrontar con la Mesa de Enlace (con cuyos reclamos se alinearon en la asonada patronal del 2008, reclamando la baja o eliminación de las retenciones), para después participar de los beneficios; si los agrogarcas liquidan la cosecha, y entra plata por retenciones.

O que pesen más los compromisos que tienen con Buzzi y la Federación Agraria, que van desde el financiamiento de la campaña electoral del FAP, hasta el aporte de plata del gobierno provincial para el famoso monumento del centenario del Grito de Alcorta.