Un par de oportunidades (acá
y acá)
nos hemos ocupado de las declaraciones de los funcionarios y referentes del
socialismo intentando desmentir que en Santa Fe haya discriminación a los
municipios y comunas gobernadas por el FPV, por parte del gobierno provincial.
Vemos en la imagen que encabeza el post (tomada
de ésta nota) como el secretario Ghirardi pone como ejemplo de la gestión provincial en la materia, el manejo del llamado
Fondo de Obras Menores; que en realidad fue creado en el año 2004 por la Ley
12.385, y reglamentado en cuanto a los criterios de distribución por la Ley
12.744 de 2007; es decir en ambos casos durante el gobierno de Obeid.
Dice el funcionario que el año pasado los recursos del Fondo
fueron girados "en porcentajes similares a las localidades del Partido
Justicialista y las del Frente Progresista, según lo marca la ley".
El problema es que la ley no establece la distribución de esos
recursos por el color político de los gobiernos (o en proporción a los votos),
sino otros indicadores: un 25 % por partes iguales entre todos los
municipios y comunas de la provincia, un 5 % destinado a constituir una reserva
para casos de urgencia, y el resto (como si fuera un nuevo 100 %) repartido en
un 70 % en base a la población de cada municipio y comuna (Santa Fe y Rosario
no entran en el reparto), y el 30 % restante en base a población con
necesidades básicas insatifechas (NBI), en base a los últimos datos oficiales
publicados.
Pero además dice el funcionario (como un logro de la gestión de
Bonfatti) que en el 2012 el conjunto de los municipios y comunas provinciales
recibió 95 millones de pesos, del Fondo de Obras Menores.
El problema es que el presupuesto provincial del año pasado
asignaba recursos del Fondo por $ 186.830.000, lo que implica que el conjunto
de los municipios y comunas recibieron apenas el 50,48 % de lo que les
correspondía.
Cosa que sucede por lo que decíamos en
un post de hace poco más de un año, sobre el modo como el gobierno
provincial hace funcionar el flujo de los recursos del Fondo, contrariando el
espíritu de la ley: "Tal como
quedó la ley, ese 1º % es un recurso afectado, lo que implica que no se puede
usar para otros fines o gastos, ni del Estado provincial ni de los Municipios y
Comunas; y por ende debería fluir automáticamente a éstos como la
coparticipación federal o de los impuestos provinciales, o el Fondo Soja; máxime
cuando hay coeficientes fijados por ley para distribuir los recursos.
Sin embargo, en el 2008 Binner modificó la
reglamentación (posterior a la reforma de la ley en el 2007) con este decreto; que creó un sistema más
engorroso aún que el anterior, cuando ya no tenía sentido por lo dicho respecto
a la reforma de la ley en el 2007: ahora las municipalidades y comunas tienen
que presentar proyectos, Ordenanzas de los Concejos municipales autorizando el
pedido de plata (cuando son recursos asignados por ley a cada una), esperar que
se losaprueben para girarles la plata, etc.
Pero en realidad lo que el gobierno provincial
perseguía (y persigue) es "pedalear" el uso de los recursos para
fumárselos, por eso igual exige que los pedidos de M y C sean aprobados en
todos los casos por la Secretaría de Hacienda de la provincia (cosa que por
supuesto no pasa con la coparticipación o el Fondo Soja en la parte que corresponde
a Municipios y Comunas); y mientras tanto los usa para tapar los agujeros que
deja su propio descontrol a la hora del gasto."
Esos casi 92 millones de pesos recaudados por la provincia y
sustraídos a los municipios y comunas le permitieron (junto con otros
enjuagues, como el pedaleo de deudas con proveedores) al gobierno de Bonfatti
cerrar el 2012 con un déficit menor a los impactantes 1665 millones de pesos
que dejara Binner en el 2011, al terminar su mandato.
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