¿QUIÉN ABRIÓ LA PUERTA?

Evidentemente algo está funcionando mal en las instituciones de salud mental de la Argentina, porque se les escapan los internos así como así.

Como el coso éste, que dice que lo que el país necesita es volver a los 90', y a un plan económico como el que él implemento a partir del 91; para que la gente esté mejor.

Incluso dice que quiere volver a la política pero no lo llaman, porque lo consideran piantavotos (una calumnia, verdaderamente); y lo mantienen embargado con algún que otro juicio que le inventaron, seguramente para sacarse de encima a un competidor electoral de fuste.

Y aprovechando que la puerta estaba abierta, salió a pasear éste otro (compañero de andanzas y de celda acolchada con el pelado), que viene de un importante acierto a la hora de estimar el superávit comercial del país el año pasado (un clarividente el hombre):

   

Que nos dice que fuimos unos boludos al pagar deuda, y que lo que tendríamos que hacer es volver a endeudarnos, porque las tasas están bajas.

Aunque al principio plantea que en el 2001 tendríamos que haber seguido pagando, aunque el país se cayera a pedazos, así no perdíamos el acceso a los mercados financieros internacionales; algo que -como sabemos- es el sueño de todo argentino bien nacido.

Y los dos no se conforman con hablar de economía (hay tanto tiempo libre en un manicomio, que uno puede especular sobre casi cualquier cosa) e incursionan en la política, y hasta se permiten dar consejos.

Como ése de que la clase política se corra a un costado, y deje que el país lo maneje gente que sabe lo que conviene hacer.

Como él por ejemplo, aunque no lo diga por su inmensa modestia.

Claro que no va a faltar el mal pensado que diga que todo esto estár armado por el kirchnerismo (que dejaría abiertas a propósito las puertas de los hospicios, para que estos personajes salgan), como parte de la campaña por la re-reelección de Cristina.

Como cuando decían que las declaraciones de Astiz o Videla eran funcionales al gobierno.