LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

sábado, 2 de marzo de 2013

BUENAS GANANCIAS


Por A.C.

Se puede leer en esta nota de Página 12, que “los bancos deberán informar a partir de abril al Banco Central los datos del Costo Financiero Total (CFT) que aplican mensualmente a sus clientes por préstamos personales, dispuso ayer el directorio del organismo monetario”.
Esto se enmarca en las nuevas facultades que posee el Banco Central a raíz de la reciente reforma de su Carta Orgánica, la que fuera impulsada por el Gobierno Nacional, y que analizaramos anteriormente.

Como bien se señala en Página 12, “El año pasado los bancos privados volvieron a registrar ganancias record, ya que sumaron en conjunto más de 12.000 millones de pesos, bajo un esquema en el que continúan privilegiando los créditos de corto plazo vinculados con el consumo por sobre los productivos. Esto se debe a que sobre los préstamos personales los bancos cobran tasas exageradamente altas, como las que se aplican al financiamiento de saldos impagos en tarjetas de crédito entre la fecha de vencimiento y la de pago y las tasas punitorias.”

Para las entidades bancarias, resulta un negocio extraordinario el otorgamiento de préstamos personales, créditos que en su gran mayoría se otorgan con plazos de reintegro breves (12, 24 o 36 meses), porque se cargan sobre los mismos intereses siderales. Al igual que en los saldos que se financian mediante las tarjeta de crédito.

Esta cartera de préstamos personales (gran interés con retorno breve), naturalmente produce la disminución del monto que los bancos prestan para actividades productivas, ya que en ese sector del mercado, resulta imposible pretender un retorno tan inmediato y con tasas astronómicas como las de préstamos personales o tarjetas de crédito.

La medida del Gobierno tiene una finalidad evidente: el control de acciones abusivas por parte de las entidades bancarias y no bancarias en relación con sus clientes, en lo que hace a los intereses que perciben por créditos personales o tarjetas de crédito.

Las ganancias récord de más de 12.000 millones obtenida por las entidades bancarias durante el año 2012, tienen una parte de explicación en los préstamos personales y en éstos mágicos plásticos llamados tarjetas de crédito.

Tomo el resumen de Febrero de 2013 de una tarjeta –Mastercard-, donde la entidad bancaria emisora, diligentemente informa lo siguiente:

“Si Ud. desea financiar los consumos, a partir del próximo cierre el interés financiero a aplicar no superará para pesos TNA 47,00%, TEM 3,86%, TEA 57,59%,CFT máximo 80,31%. “

De donde TNA es Tasa Nominal Anual, TEM Tasa efectiva Mensual, TEA Tasa Efectiva Anual y CFT Costo Financiero Total. Entonces repito, EN PESOS, TEA 57,50% y CFT 80,31%.  Si pasamos a dólares,  entonces la entidad me informa de otro robo calificado, ya que en la moneda de EE.UU. la TEA alcanza a 25,20% y el Costo Financiero Total llega a 36,30%. Insisto, en dólares.

Pueden tomar cualquier resúmen de tarjeta de crédito, y corroborar que, con pequeñas variaciones de porcentajes, estos son los leoninos intereses que los bancos cobran a sus clientes en Argentina.

Pero no se puede olvidar un detalle: el interés de las Tarjetas de Crédito tiene una limitación fijada por ley, y casualmente, el límite del interés de las tarjetas,  está fijado en base a…………..los Créditos Personales.

“LEY 25.065 (TARJETAS DE CRÉDITO) - ARTICULO 16. — Interés compensatorio o financiero. El límite de los intereses compensatorios o financieros que el emisor aplique al titularno podrá superar en más del veinticinco por ciento (25%) a la tasa que el emisor aplique a las operaciones de préstamos personales en moneda corriente para clientes.”
Es decir que, si las entidades bancarias cumplen con la ley (cuestión que nadie pondría en duda), en tarjetas de crédito los intereses que aplican no pueden superar el 25% la tasa de interés de los créditos personales.

Como vimos anteriormente, la Tasa Efectiva Anual en Tarjetas de Crédito alcanza al  57,59% (cincuenta y siete coma cincuenta y nueve porciento). Entonces, es sencillo deducir que, si cobran el 57,59% anual efectivo en las Tarjetas, en los préstamos personales están cobrando alrededor de un increíble 46% de interés efectivo anual.

¿Porqué? Porque sumándole al 46% de interés de los préstamos personales un  25% más (11,25), nos da aproximadamente (46 + 11,25:  57,25%) el interés que la ley les permite cobrar –como límite- en tarjetas de crédito.

Esto demuestra el origen de tan buenas ganancias de los bancos, tanto por créditos personales como por tarjetas de crédito. Pero también demuestra la elevación injustificada del costo de dinero que generan las entidades bancarias para obtener esas extraordinarias ganancias.Y esto se vincula también con la inflación, porque del mismo modo que hay formadores de precios en el mercado que elevan artificialmente los precios de los alimentos, los bancos tienen la misma conducta en relación al costo del dinero.

No resiste el mínimo análisis plantear que para tener utilidades razonables como en cualquier mercado del mundo, necesitan cobrar tasas del 57% anual, triplicando los índices de inflación de las consultoras más extremistas, y pagando en plazo fijos o cajas de ahorro, intereses que son irrisorios en relación a los intereses que cobran.

Por eso es importante haber modificado la Carta Orgánica del Banco Central, y que el Estado ahora disponga y utilize esa herramienta para regular y direccionar el mercado bancario. Porque de lo contrario, los perjudicados son siempre los mismos.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

La banca internacional que ahora se la lleva con pala, en el 2001 con el desastre De la Rua, se hicieron los dolobus y dejaron a acá a los depositantes en pelotas.
Ningún banco extranjero se hizo cargo de los depósitos de los clientes argentinos. Cuando las cosas van bien, son capitalistas. Cuando la cosa se pudre, son socialistas (de las pérdidas).

Anónimo dijo...

Pensar que los caceroleros añoran a los que los mandaron a acampar a los hall de los bancos.