LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

jueves, 25 de junio de 2015

PENSAR Y REPENSAR


Por Kaña

El cierre de la candidatura Scioli-Zannini para presidente y vice por el Frente para la Victoria inquietando los espacios donde los que nos alineamos con esta gestión de gobierno expresamos nuestros pareceres.

El lunes en Página 12 apareció ésta columna de opinión de Mempo Giardinelli con la que me tomaré el atrevimiento de disentir.

Dice el compañero: “Es posible pensar que, finalmente, la resolución de la candidatura presidencial del FpV fue un ejercicio de peronismo puro y duro. O sea, el producto de una decisión de la cima del poder, irreprochable y coherente desde el punto de vista de la militancia más rigurosa, verbigracia esas decenas, quizá cientos de miles de “soldados peronistas”, como se los llamaba hace años.

La decisión de la Presidenta de consagrar como fórmula electoral a Daniel Scioli-Carlos Zannini para sucederla es congruente con los intereses del poder y con su estilo de conducción: firme, más bien secreto, indiscutible y en lo posible sorprendente por inesperado. Todo lo cual se cumplió ahora a la perfección.

Y produjo por lo menos tres impactos evidentes:

Uno es el cacareo de los medios concentrados, que una vez más quedaron dando pasos a contramano y entonces se lanzaron a fabular, gritar y fogonear el resentimiento de sus fieles lectores y televidentes. Obviamente los buitres del periodismo porteño celebraron la digna decisión de Florencio Randazzo, aunque no por empatía sino por oportunismo. Es la basura que comen y deponen, y Randazzo no tiene nada que ver con eso. Fue sólo una excusa aprovechada por el caranchaje.

El segundo es el alineamiento peronista “pata al suelo”, como se decía hace cuatro décadas. Es decir: la militancia procede a la aceptación de lo decidido “arriba” sin cuestionamientos ni críticas ni ideas propias. La decisión la toma el conductor y las bases obedecen y actúan en consecuencia. Y si alguno se atreve a cuestionar, es mal visto. Guste o no, cuando se es peronista la lealtad a la conducción es un dogma. Lo sé y lo acepté hasta que fui uno de los firmantes del documento de renuncia al PJ en 1985, cuando con una treintena de militantes e intelectuales decidimos abandonar ese sello entre otras cosas porque no veíamos posibilidades ciertas de renovación ni espacios para el pensamiento crítico. Respetando rigurosamente el derrotero personal y político de cada uno/a de aquellos compañeros, en mi caso, y no sin dolor, me refugié en la literatura y el periodismo.

El tercero es la fenomenal discusión que desencadenó la no aceptación por parte de Randazzo de ir como candidato a la gobernación bonaerense.

Esta nota prefiere seguir de largo frente a los dos primeros impactos y opta por detenerse en el tercero, sobre todo por la obvia paradoja que plantea: las PASO son un excelente instrumento democrático que figura entre los muchos méritos del kirchnerismo, pero que el kirchnerismo no utiliza. Lo que es una pena, y sobre todo porque es innegable que gran parte de la militancia y del electorado general que acompaña al gobierno K se sentía más interpretado y mejor representado por Randazzo que por Scioli.

Otro punto que muchos piensan que debió tenerse en cuenta es que no es seguro –no puede serlo– que la presencia en la fórmula de un kirchnerista de libro como Carlos Zannini garantice mucho más que eso –su presencia– sobre todo en un sistema fuertemente presidencialista como el que define nuestra Constitución nacional.”

La opinión trasunta una desconsideración que veo injusta.

No comparto que la aceptación de la resolución de Cristina en la coyuntura electoral sea  irreflexiva. Muy por el contrario, analizada, responde a una lógica que previene de negativas consecuencias que el resultado de las PASO significaría (cuestión que no debe resultar ajena al análisis) como corolario de una campaña con un tenor (ya anticipado por Randazzo en el discurso con el que se paró para ese proceso). Los que nos ponemos el zayo de peronistas “pata al suelo” o “soldados” podemos debatir esto y dar cuenta de por qué, cuando pensábamos que votar a Randazzo en las PASO tenía un sentido, lo fue perdiendo a la luz de un tablero en el que incidían otras cuestiones (y a las que las reacciones finales no hacen más que confirmar como riesgosas).

El esquema blanco negro que se plantea en el artículo no permite abarcar la realidad compleja en la que resolución de la candidatura a presidente y vice se adoptó, ni los objetivos que la podrían haber fundado. Es exagerado poner en un extremo de la tensión al precandidato desplazado y que ello sintetice una disputa que hubiere alumbrado una claridad ideológico-política definitiva.  La política no admite semejantes juicios definitivos, por el contrario es el espacio de la opinión modulada, adpatada y adaptable.

Ahora, las razones propias para entender lo que pasó y acompañarlo tienen que ver con un algo que no aparece en su justa dimensión en el artículo del compañero: hay que ganar la elección presidencial.

Hoy el candidato ideal (el proyecto) encarna en una singularidad que genera inquietud. A esa inquietud la resolución dada lo ancla en el protagonismo de otros actores que, en principio, son portadores del sello de agua del kirchnerismo sin dobleces ni historia anterior que los condene, y en nosostros, en tanto estemos dispuestos a mantener el compromiso militante en este colectivo que tiene este presente y un destino trazado.

El compañero se sitúa junto a otros muchos “simples ciudadanos”.  Con ellos los militantes compartimos el mismo sueño.

El sueño que transitamos como realidad se enfrenta a sus horas más difíciles. Continuidad y profundización vs cambio y abandono. A la inclinación al aislamiento propia del compañero intelectual (del que no renegamos y al que reivindicamos como conciencia crítica) hay que inyectarle la tensión del aquí y ahora tal como está planteado.

Todo voto es esperanza. Para los militantes también. Veremos después si los ungidos están a la altura. Nosotros asumimos de antemano que sostener lo hecho y hacer más seguirá siendo motivo de conflicto, y que eso nos exige compromiso y militancia.

A aquellos que se sienten comprendidos en el pensamiento del compañero me atrevo a decirles que si no les alcanzan las razones que son buenas para mí, al repensar el voto no pierdan de vista lo que está enfrente.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Suscribo el comentario. Más reflexionemos y conversemos sobre estos temas más nos convenceremos que hay que votar la fórmula y que para mantener el rumbo hay que asumir vivo el compromiso cada uno desde su lugar.
Ahora hay que salir a persuadir.
Zannini ayer en Córdoba decía -tomando de Perón- es la hora de miles y miles de predicadores.
Tenemos que ganar en primera vuelta, será otro éxito que podrá capitalizar Cristina.

Anónimo dijo...

Si el kirchenrismo se plantea como una fuerza con un proyecto que aspira a seguir influyento en la política argentina no puede soslayar articular la mejor táctica para salir lo mejor parado posible de cualquier proceso electoral.

Cuando Néstor le puso el cuerpo a las candidaturas testimoniales hubiese ganado acompañado con Scioli y Massa en su lista. Hoy Nestor no está y Cristina no es candidata, pero un armado nacional en el que ella participó donde está Scioli pero tambíen Zannini, Máximo K, Taiana, De Pedro, Urribarri, Aníbal F es el armado de nuestra fuerza, es la herramienta para este momento del desarrollo de nuestra idea y acción. Vicente

Erkekjetter Silenoz dijo...

Yo no veo "irreflexividad" en la nota del compañero, sí una crítica por no haber ido a internas. No la veo a CFK tomando decisiones de ese tipo màs allà de su "temperamento"

Como fuera me parece pertinente alguna aclaración respecto a que
"cuando se es peronista la lealtad a la conducción es un dogma"

Esto a mi entender es posible sí y sólo si tenès una conducción como la de CFK donde el balance da superavitario. Con lo cual NO ES UN DOGMA, al menos para una parte importante de la militancia. Creo que las deserciones a la Mempo ponele, son mayores cuanto menores méritos presenta la "conducciòn"

A mi me hubiesen gustado unas internas, pero NO bajo los tèrminos en los cuales se estaban desarrollando: macarteo de un lado y mandando a lloriquear a un pariente por el otro, cuando AMBOS debìan hablar què carajo pensaban hacer y por pedido "expreso" de la jefa.

Pero bueno, precisamente como CFK no toma decisiones sin pensar digamos, confiemos en la estretagia adoptada

Saludos

Anónimo dijo...

Reitero comentario ya hecho.
Solo evitar los títulos después de las PASO como : "Scioli dinamitó al candidato Kirchnerista", "El ciclo tuvo un final dado por las urnas","El kirchnerismo sin candidato en Octubre", "Scioli construye a partir de hoy su propio espacio", etc,etc, explica la decisión y la torna inevitable.Inevitable.
Randazzo perdía las PASO, las perdía.Todos lo sabemos. Y él también lo sabía.
Después están las preferencias personales que podamos tener, pero eso no cuenta a la hora de evaluar los costos.
¿O vamos a privilegiar la catarsis de tener la posibilidad de votar en una interna a quien nos gusta pero sabemos que pierde, frente al costo que la elección la termine capitalizando el enemigo?
En política no hay decisiones trascendentes que no dejen heridos.El peronismo nunca fue un buen lugar para las almas sensibles.
Había que hacerlo y se hizo. Después se podrá discutir el momento, o el remanido tema de las "formas",pero la política no es una academia de buenos modales.Por lo menos la política en serio.
Había que hacerlo y se hizo.Los temblores que produjo la decisión, son nada frente a una interna que se iba a encender hasta lugares sin retorno.Con riesgo serio de llegar al terremoto.
¿Que se perderán algunos votos? Seguro. Pero con una interna encarnizada fogoneada por los medios con todo el país como platea, se hubieran perdido muchos, pero muchos más.
El Colo.

Don Frias dijo...

Lo que me parece una falacia es atribuir "el randazzismo" a un capricho "progre", cuando es al reves. Randazzo era el candidato "peronista" en la dualidad que se le presentaba al electorado. Por una vez al candidato testimonial que siempre fue Scioli desde su entrada a la politica con el menemismo, se lo enfrento con un candidato de gestion y laburo comprobado y presente en el dia a dia de la GENTE COMUN. Transformarlo a FR en el "candidato de carta abierta" fue una estrategia inteligente por parte del sciolismo. Randazzo se dejo arrinconar bajo esa etiqueta opuesta a lo popular de su gestion y experiencia real, bajandose el precio.
No fue lo mismo cuando se uso a Sabattela en pcia para enfrentarlo a Scioli con otra lista, Sabattela si era un candidato que merecia tal etiqueta "progre" al ser el "hombre Afsca y 7D".

Ser el candidato de la renovacion ferroviaria, es totalmente distinto a los ojos de un electorado medio y peronista. El electorado de Randazzo no era "carta abierta", eran los millones y millones que viven arriba del tren diariamente. No me cabe duda que la "intencion de voto" que no se mide con encuestruchas le dio la señal de alerta al sciolismo cuando lo empezaron a operar a Randazzo ya sin reparar en la mas minima verguenza (ni "lagrimas"). Uno creeria que todo lo que se armo era innecesario, si realmente los numeros de las encuestas eran esos que mostraban los medios.
Era logico que el flaco midiera bien, bajarle el precio ahora, ya pasado el peligro, solo demuestra patetismo por parte de ciertos analistas. Tambien decir "Randazzo no le ganaba a Macri" es otra relativa paparruchada que se dice ahora, cualquier candidato de Cristina y del proyecto esta en condiciones de darle la pelea al globero.

Lo que si se puede empezar a admitir y sacar en claro es que el nivel de tension de la interna podia llegar a terminar en un desastre. Y tampoco me parece achacarle esto a Randazzo chicaneramente como se hizo, ninguno estaba dispuesto a tirarse con flores. Los Sciolistas lo atendieron a Randazzo sin piedad, y cuando el flaco al fin cayo lo destriparon vivo. Con el "diario del Lunes" si, podemos decir que esta interna iba a terminar en un escandalo y quilombo mayusculo, posiblemente implosionando todo al carajo, y se la desactivo a tiempo.
Afortunadamente y nunca mejor dicho "gracias a Dios" la derrota de Del Sel ayudo a tomar la decision final con mayor tranquilidad, con el globo amarillo pinchado fatalmente, apostar a la relativa seguridad del candidato natural empezaba a fortalecerse de certezas.

Hasta que el recuento de Santa Fe no lo dio perdedor a Del Sel, recien ahi respire al fin. La opcion entre Macri vs Scioli para mi solo despertaba incertidumbre y confusion, la opcion Randazzo vs Macri en cambio muchas certezas. Ahora que a los amarillos se les revento el globo en la cara (y todavia hay que ver que pasa en CABA), ahora si, veo mucho mas tranquilo este resultado de la interna.
Al final el verdadero peligro estaba adentro, como siempre se dijo, y ese monstruo que llevamos dentro aun sigue sin ser domado. Nos llevara tiempo lograrlo, al menos esta interna nos la llevamos a marzo, no estuvimos listos, ni a la altura de tal prueba. Hay que seguir estudiando.

Anónimo dijo...

Comparto lo de Frías y lo veo compatible con el análisi del post que plantea que Cristina controló la onda expansiva de situaciones desatadas y ordenó la estructuración del espacio para ganar las elecciones sin dividir la fuerza. Es la diferencia que hace que Cristina sea una estadista. En esto también fijó el rumbo anticipándose.
Ma´s allá de que los que queríamos votar a Randazzo en las PASO (para ganra o el menos para marcar la raya a Scioli) hoy debemos aceptar que Cristina eligió otra vía para marcar (esa) raya.