Un par de veces hemos hablado acá de los
“ayudines” del gobierno provincial de Lifschitz para otro de los tantos
“chiches” superfluos de la gestión municipal del socialismo en Rosario, como es
el patio de comidas montado en el Patio de la Madera: ver al respecto acá, acá y
acá.
Y conforme corre el
almanaque, a los muchachos se les achican las posibilidad de seguir haciendo
“regalitos”, como el “aporte no reintegrable” que le volvieron a dar por el
decreto de apertura, para pagar “los reajustes de los contratos” de los trabajos
que hicieron ahí, porque los fondos que antes les dieron con el mismo fin "resultaron exiguos; aunque con este último "aporte no reintegrable" la provincia lleva gastados 125 millones de pesos en el "patio de comidas" socialista.
Observen de que
modo transparente el decreto describe todo el curro: el Patio es manejado por
un “consorcio”, cuyos fondos son a su vez administrados por un fideicomiso
manejado por BMR, empresa pantalla del Banco Municipal de Rosario creada a
esos fines; y que viene administrando una ristra de fideicomisos similares,
todos con fondos aportados por la provincia.
Pues bien, según
cuenta el decreto, esta buena gente viene adeudando no uno ni dos, sino cinco
rendiciones de cuentas, de otros tantos “aportes no reintegrables” anteriores,
con lo cual y de acuerdo a la Ley 12.510, no debería recibir
nuevos fondos hasta que no presente esas rendiciones.
Sin embargo y como
ya había pasado antes con los fondos provinciales transferidos a la
Municipalidad de Rosario para este mismo fin, aparece un funcionario político
que se hace cargo de que el trámite siga igual, en infracción a la ley; y lo
compromete con la firma del decreto al gobernador, que por supuesto no le hizo
asco a firmarlo en esas condiciones: todo sea por pagar la cuenta que nos salió
a todos que el socialismo nos invitara a comer afuera.
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