LA FRASE

"NO ES TAN DIFÍCIL DE ENTENDER: ESTELA DE CARLOTTO ES GOLPISTA Y EL GENERAL VIDELA LO ÚNICO QUE HIZO FUE COMBATIR AL TERRORISMO." (VICTORIA VILLARRUEL)

domingo, 9 de octubre de 2011

NO ME MIENTAS QUE ES PEOR


En la búsqueda de una explicación para el rojo que vienen acusando las cuentas públicas de Santa Fe desde que gobierna el socialismo, el ministro de Economía Sciara lo atribuyó a las políticas salariales, es decir los aumentos otorgados a los diferentes sectores de trabajadores estatales a partir de la discusión en paritarias con los gremios que los representan, como se puede ver en la imagen.

Pero resulta que nosotros descubrimos que, hace apenas unos días, el mismo Sciara -junto a Binner y el resto del gabinete, en acuerdo- firmaron este decreto.

Decreto que dispone un incremento del total de gastos del Presupuesto provincial 2011 votado por la Legislatura (algo que acá Binner puede hacer por simple decreto, y Cristina en la Nación no: necesita un DNU o una ley del Congreso), en algo más de 1133 millones de pesos; para afrontar justamente las políticas salariales.

Pero resulta que -como el mismo decreto lo dice y lo pueden ver en la imagen de abajo-, ese mayor gasto pudo solventarse porque la provincia también contó con mayores recursos, por encima de los que previó en el Presupuesto: 


El decreto no dice en los considerandos cuáles son, concretamente, los rubros de recursos "cuya recaudación efectiva ingresada al mes de agosto de 2.011 resulta superior a los valores previstos en el Presupuesto vigente"; pero si vuelven al enlace con el documento original y pican en el Anexo A, los pueden ver: son los impuestos nacionales que el Estado nacional envía todos los meses a la provincia de Santa Fe, por el régimen de coparticipación de la Ley 23.548.

Es decir entonces que el déficit del gobierno provincial (más de 940 millones de pesos, al 31 de agosto) habrá que buscarlo por otro lado, y no por el de los aumentos de sueldos a los empleados públicos.

Como cuando éramos chicos y nos mandábamos una macana, y para ocultarla mentíamos: previo a darnos un chirlo, nos decían "decíme la verdad, no me mientas que es peor".

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