Decían que no se lograba el quórum en Diputados para aprobar el acuerdo con Irán por la causa AMIA.
Hasta un par de días antes, seguían poniendo en duda que el oficialismo lo lograra:
Pero como lo logró y el acuerdo fue aprobado, entonces hay que poner el acento en los cuestionamientos, como si en una Cámara de 257 diputados, y en un tema tan espinoso, todo iba a salir con fritas y por unanimidad:
Para Clarín incluso el modo en el que el kirchnerismo reunió el quórum fue "una escandalosa maniobra", que consistió en sumar a diputados electos por el pueblo, en las listas del FPV, para que voten un proyecto enviado por el Ejecutivo, que iba en la misma boleta que ellos, pegadito:
No escaldados con lo del acuerdo con Irán, ahora enfocan los cañones al reclamo de los fondos buitres en los tribunales de Nueva York, donde todo vendría mal al parecer, y los jueces nos recontracagaron a pedos mal:
Incluso se habrían enojado porque el gobierno dijo lo mismo que viene diciendo siempre, contra todas las versiones y rumores, propalados por éstos mismos medios: no les va a pagar a los fondos buitres todo lo que reclaman, sino lo que dicen las leyes que aprobaron los dos canjes de deuda, o sea en las mismas condiciones que entraron los bonistas que sí aceptaron la oferta (con quita y reestructuración de plazos):
Y con pulsión carriotista por los pronósticos, se largan a consultar a los "expertos" que nunca faltan, y que auguran todo tipo de catásrtrofes; en éste caso que el final (nuestra virtual desaparición del mapa, digamos) será rápido y mortal.
Vendrán embargos y todo tipo de plagas, y todos moriremos, devorados por los buitres:
Claro que ante la inminencia de tamaño desastre, se les ocurre preguntar que pasará verdaderamente, como influiría en la economía un fallo adverso en Nueva York.
Y acá Ricardo Delgado, de la consultora Analytica les dice más o menos que nada:
Es decir, el peor escenario posible (que nos consideraran técnicamente en defáult) no incidiría ni en las paritarias, ni en la formación de los precios, ni en el empleo, ni en el tipo de cambio, ni en el financiamiento del Estado (porque el gobierno se niega a volver a endeudar al país); que son las cosas que verdaderamente importan.
Hasta el financiamiento de las empresas se vería escasamente afectado, porque (esto no lo dice la nota, pero sucede) el gobierno instrumentó el programa de préstamos para la inversión productiva de los bancos, forzados a prestar con ese destino una parte de su cartera de depósitos; a partir de la reforma de la carta orgánica del BCRA.
Hasta el financiamiento de las empresas se vería escasamente afectado, porque (esto no lo dice la nota, pero sucede) el gobierno instrumentó el programa de préstamos para la inversión productiva de los bancos, forzados a prestar con ese destino una parte de su cartera de depósitos; a partir de la reforma de la carta orgánica del BCRA.
Las preocupaciones reales (de la gente, de las empresas) pasan por otro lado, más allá de lo que haga o deje de hacer el buitrerío.
Y se desayuna Clarín además con que un eventual (recalcamos: eventual) fallo adverso, tampoco incidiría en la fuga de capitales, por la simple y sencilla razón que los controles que estableció el gobierno (despectivamente calificados por los medios como "cepo cambiario") cerraron el grifo y detuvieron la fuga, de un modo drástico y contundente.
Lo que revela que las medidas fueron lógicas y oportunas, porque además todos los temas están vinculados entre sí: nivel de endeudamiento público y privado, capacidad de pago de la deuda, nivel de actividad económica del país y movimientos de capitales. Y que seguirán porque tienen el objetivo de tratar de mantener esas variables bajo control.
Algo parecido les pasó hace poco con las famosas sanciones del devaluado FMI: anunciaron que hasta podrían llegar a echarnos de un lugar del que (al menos a la hora de pedir plata y consejos) nos "fuimos" hace años, hasta que al final la profecía se les cumplió en parte porque nos sancionaron ("moción de censura" por lo del Indec, y acá estamos: igual que antes, el cuco tan meneado no espanta a nadie.
O al menos es irrelevante en términos económicos y políticos, o en todo caso (junto al eventual -recalcamos: eventual) fallo desfavorable en el reclamo de los fondos buitres, son cuestiones que sólo sirven para que algunos nabos paguen más caros los seguros por riesgo de defáult que contrataron; una especie de impuesto al boludo como decíamos acá.
Como sea, ambos casos (acuerdo con Irán y reclamo de los fondos buitres) son ejemplos del modo como los medios hegemónicos (la veradera oposición política al gobierno, el resto es una comparsa de cotillón electoral) encara el kirchnerismo: las eternas profecías apocalípticas (sin advertir que Carrió, la experta en el género, descendió hasta el 1,82 % de los votos), los pronósticos que no se cumplen, la implosión o el estallido que no llegan, la confusión entre la realidad y los propios deseos.
Y con esa misma lógica política, analizan las elecciones de éste año, y ya dan por descontada una derrota del gobierno, porque la imagen de Cristina (dicen, descuentan) y la gestión se cae en picada, y no hay forma de remontarla.
Del mismo modo que con el quórum de Diputados para la sesión de ayer, con las sanciones del FMI, con los fallos en contra en los reclamos de los buitres, veremos que pasa.
Veremos también si alguna vez aprenden de todos los porrazos que se pegaron estos años, aunque parece difícil.
1 comentario:
AMIA y compañia ya están pensando en una cautelar.....En caso que en USA fallen en contra de los buitres ¿Le aceptarán ,allá, una cautelar a Magnetto?.-
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