“Vamos a pagarles a los jubilados el 82 % móvil desde
el 1º de enero, con los recursos del Fondo de Garantía de la ANSES”
Para ese momento ya estará vigente el Presupuesto nacional
2016, aprobado por el Congreso ahora antes de la finalización del mandato de
Cristina; que no contempla ese gasto adicional para el Estado.
Pero además el Fondo de Garantía de Sustentabilidad (FGS)
de la ANSES no se consolida con el presupuesto nacional ni lo integra, razón
por la cual para afectarlo a pagar un gasto corriente (el 82 % móvil a
jubilados nacionales) hay que dictar una ley que así lo disponga; para cumplir
además con lo que dice la Ley 24.156 en su artículo 38: "Toda ley que autorice gastos no previstos en el Presupuesto General debe especificar las fuentes de los recursos a utilizar para su financiamiento"; por no mencionar que imponer el 82 % significa modificar
la Ley 26.417, que es la que establece a la fecha el mecanismo de movilidad de
las jubilaciones y pensiones que paga la ANSES.
Y finalmente la idea es una burrada, porque le está
creando al Estado un gasto corriente permanente (pagar el 82 % móvil, todos los
meses) a financiar con un recurso limitado y contingente (los activos del FGS),
que equivalen hoy a más o menos un año y medio de jubilaciones y pensiones de las que
paga la ANSES, con sus valores actuales (ver al respecto acá).
Terminados esos recursos, el Estado tendría que buscar
otros para poder seguir pagando el 82 % móvil; por no mencionar que apenas un porcentaje menor de los recursos del Fondo son de disponibilidad
inmediata (esencialmente depósitos a plazo fijo en los bancos, alrededor del 11 % del total), el resto deben transformarse en líquidos; por ejemplo vendiendo las acciones que el Estado
tiene en las empresas, o distrayendo los fondos del recupero de los préstamos
del PROCREAR para pagar el 82 % móvil, con lo cual no podrían seguir
otorgándose préstamos.
“Los jubilados quieren
medicamentos, no acciones de las empresas”
Los jubilados ya tienen cobertura
de medicamentos por parte del Estado a través del PAMI, la que en algunos casos
alcanza al 100 %, sea por el tipo de enfermedad (oncológicos, diabetes) o por el nivel de ingresos (los que perciben hasta una vez y media la jubilación mínima); y las acciones del FGS (o sea las
acciones que la ANSES tiene en diferentes empresas) no se les entregan a los
jubilados.
Y si se vendieran masivamente
(por ejemplo para pagar el 82 % móvil como él mismo propone según vimos en el
punto anterior) se desplomaría su valor de mercado, y los accionistas mayoritarios de
esas mismas empresas podrían recomprarlas a menor precio, que quizás sea lo que
en realidad está buscando: actuar como broker de negocios de Techint, Aluar,
Clarín o el Banco Macro.
Por no mencionar que es el mismo
argumento que utilizaban Menem y Cavallo en los años 90’ cuando privatizaban
empresas estatales con el argumento de que los recursos obtenidos se
destinarían a mejorar los haberes de los jubilados.
“Personalmente voy a meter
presos a todos los corruptos”
Entonces debe estar pensando en
impulsar una reforma constitucional para abolir la división de poderes, porque
hasta ahora disponer que alguien vaya preso es una atribución de los jueces
previo juicio con derecho a defensa (artículo 18 CN); y la misma Constitución
dice en su artículo 109 que “En ningún caso el presidente de la Nación puede
ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes ni
restablecer las fenecidas”.
“Vamos a establecer la
imprescriptibilidad del delito de corrupción”
Disponer algo por el estilo
requiere de una ley del Congreso, que sólo regiría hacia el futuro y no para
delitos ya cometidos, porque el artículo 2 del Código Penal es muy clarito, al
establecer el principio de la extractividad de la ley penal más benigna: “Si la
ley vigente al momento de cometerse el delito fuere distinta de la que exista
al pronunciarse el fallo o en tiempo intermedio, se aplicará siempre la más
benigna”.
Lo mismo dice (para las penas, pero se aplica) la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU en su artículo 11 inciso 2), y el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 9.
Lo mismo dice (para las penas, pero se aplica) la Declaración Universal de los Derechos Humanos de la ONU en su artículo 11 inciso 2), y el Pacto de San José de Costa Rica en su artículo 9.
Por otro lado significaría
equiparar a la corrupción con los crímenes de guerra y delitos de lesa
humanidad; que son imprescriptibles por la Convención Internacional que así lo
dispone, incorporada con rango constitucional por la Ley 25.778 de 2003.
Seguramente ignora además que el
artículo 67 del Código Penal vigente suspende el curso de la prescripción de
los delitos cometidos por alguien en el ejercicio de la función pública para
todos los que participaron en ellos (aun los que no son funcionarios); mientras
cualquiera de ellos siga desempeñando un cargo público.
Como también probablemente ignore
que la corrupción como tal, no existe como delito en el Código Penal; que sí
tipifica diferentes figuras delictivas que pueden atribuirse a funcionarios
públicos, en ocasión o con motivo del ejercicio de sus funciones, a saber:
enriquecimiento ilícito, negociaciones incompatibles con la función pública,
peculado, cohecho, dádivas, tráfico de influencias, malversación de caudales
públicos, entre otras.
Por eso la Constitución en su
artículo 36 habla de “grave delito doloso contra el Estado que conlleve
enriquecimiento”, y no de “corrupción”.
5 comentarios:
Y si cro..... excelente como siempre
Ahora este pibe está casi al nivel de pelotudez del punching ball Majul ja ja... un digno repuesto para uno de los mas divertidos entretenimientos de la feria: "Péguele al muñeco"
Saludos
Como diría el personaje de Capusotto, Claudio Tepongo: "Vas a decir lo que yo quiero que digas"
"Tenemos las propuestas más claras y valientes para la genteee", dice el aterciopelado tigrillo, mientras no deja de ratificar una y otra vez el Teorema de Baglini para los que miden lejos, lejísimo de un quimérico balotaje.
Nace el relato massita, que será efímero.
En un mes cae en el olvido.
Si todo el mundo se volviera loco y llegara a presidente este pequeño stronzo, zafaría fácil con la promesa del 82%. Diría que el kirchnerismo saqueó la caja de Anses y no hay plata.
Después Bojos haría un post sensiblero y subiría una foto de un jubilado pobre y le echaría la culpa de todo a Bossio por haber incluido a tantos millones de jubilados sin aportes suficientes.
Que tire la primera piedra el politico (o su partido) que lleve a cabo un discusion seria. El nivel de debate que se lleva a cabo en este pais, es deplorable, sin excapciones!!
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