Alguien le tendría que explicar a éste gente que en democracia, la voluntad popular es justamente lo que determina el resultado de las elecciones; y por ende quien gobierna.
O que precisamente el fraude consiste en manosear la voluntad popular, alterando el resultado.
Poner en un cartel "No es por el resultado" es como decir "Sabemos que perdimos, pero igual tenemos ganas de hacer quilombo".
Más en una elección como la de gobernador que -al menos en Tucumán, y en la mayoría de las provincias argentinas- se resuelve por simple pluralidad de sufragios: el que saca más votos, gana; sin importar cuanta distancia haya con el segundo.
Supongamos que el escrutinio definitivo da que Manzu no ganó por 14 puntos sino por 8, o por 4, ni hablemos si termina siendo por más: ¿se puede seguir hablando de fraude sin quedar como un pelotudo?
2 comentarios:
La que tiene el cartel, con esa cara de torta ,bigotes y esos anteojos,si hay algo que nunca va a conocer es el manoseo.
De salon ... pobre bigotuda.
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