Ya estaba empezando a hacer pucheritos porque no la dejaban tener el suyo propio, y Gaby Michetti aprovechó el viaje de Macri para firmar su propio DNU: con todo esto de los feriados, salíó publicado recién hoy en el Boletín Oficial, pero es del 16 de junio.
Se trata del DNU 797 (el texto completo acá), por el cual se amplía el presupuesto 2016 votado por el Congreso en 76.000 millones de pesos, para pagar el primer tramo de los aumentos de las jubilaciones y pensiones resultante de la Ley de movilidad 26.417.
Lo curioso del caso es el financiamiento del aumento, porque no se paga con un correlativo incremento de los recursos genuinos de la seguridad social (aportes patronales, contribuciones personales de los trabajadores o parte de la recaudación de impuestos), sino con endeudamiento.
Endeudamiento que el DNU califica como "interno", pero sin precisar la fuente. De hecho, podría ser una de las tantas letras del Tesoro nominadas en dólares que se emiten todas las semanas incrementando el endeudamiento público; como por ejemplo ésta por 500 millones de dólares que aparece también en el Boletín Oficial de hoy.
No hace falta ser un genio de las finanzas para darse cuenta que a mediano y largo plazo es insostenible solventar los gastos corrientes del Estado (y vaya si las jubilaciones y pensiones lo son) con recursos provenientes de un endeudamiento que luego hay que cancelar.
Desde distintos sectores de la ortodoxia y el mundo de las finanzas se vienen sembrando dudas sobre otras de las "metas" del gobierno de Macri, en éste caso la reducción del déficit fiscal: ver acá por ejemplo la opinión de las "calificadoras de riesgo".
A nosotros sin embargo nos interesa destacar el hecho desde otro ángulo, que es la sustentabilidad del sistema previsional a largo plazo, justamente cuando el gobierno está impulsando en el Congreso un proyecto que denomina de "reparación histórica" para un grupo de jubilados; que pone seriamente en riesgo esa sustentabilidad para el conjunto del sistema.
Si el simple pago de uno de los dos ajustes semestrales de haberes establecido por ley desde el 2008 obliga al Estado a endeudarse para solventarlo, ¿cómo puede ser sustentable a largo plazo un sistema al que se le están agregando obligaciones, como ser la recomposición de los haberes del tramo superior de la pirámide, el de los jubilados con más ingresos?
Tampoco el DNU de Michetti abunda en explicaciones (en realidad, no las tiene) de cuál es la razón por la que el gobierno tuvo que apelar al recurso de la deuda y no a los recursos ordinarios de la Anses y el Tesoro, para pagar el aumento.
¿Será acaso que no quieren exponer la caída de la recaudación en términos reales (neta de inflación) como consecuencia del desplome de la actividad?
¿O la caída de las contribuciones de la seguridad social, como consecuencia de la suba del desempleo?
La suma de la ampliación neta del presupuesto que dispone el DNU (como se dijo, 76.000 millones) es más o menos el equivalente a lo que el propio gobierno ha estimado que costaría anualmente el "programa de reparación histórica", para el que se prevé usar o los fondos que provengan del blanqueo, o los activos y disponibilidades del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de la Anses.
Ya existía preocupación por la liquidación a mediano plazo del FGS, ¿habrá que sumar más preocupación por el financiamiento genuino del conjunto del sistema, o estamos ante otro ejemplo de algo ya sabido: que las políticas de ajuste terminan agrandando el déficit, en lugar de achicarlo?
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