PRAT GAY, O COMO NO ENTENDER NADA DE LA VIDA

Es difícil saber que resulta más insoportable del ministro de Economía Alfonso Prat Gay, si su soberbia o su necedad para resistirse a ver la realidad, o querer tomarnos por pelotudos.

Cuando soltó la bocota en campaña anticipando la devaluación que Macri negaba como Pedro a Cristo, decía que el levantamiento del “cepo” no impactaría en los precios porque estaban todos alineados con el dólar “blue”, que por entonces andaba por los 16 pesos.

Cuando la realidad se impuso por su peso (el cepo trajo la devaluación, y la devaluación aceleró la inflación) aseguró que iban a exigirles a los empresarios que retrotrajeran los precios a noviembre, esos mismos precios que dijo que no iban a aumentar.

No solo que eso no pasó ni va a pasar, sino que fue vano esperar la más mínima autocrítica de su parte, para admitir que la inflación la causaron las políticas que desplegaron ellos desde el gobierno: la eliminación de las retenciones a las exportaciones de los productos básicos de la canasta familiar, la devaluación y los tarifazos.

Inflación que fue mucho más dura aun par los sectores populares, para los que la casi totalidad de sus ingresos se destinan al consumo, y los alimentos básicos de la canasta familiar constituyen el grueso de ese consumo.

Por eso para ellos el golpe en su poder adquisitivo, nivel de vida y de consumo fue mayor; porque el gobierno tomó un combo de medidas que dispararon los precios de “bienes salarios” clave, como los alimentos, aunque no fueran los únicos que subieron.

Y para empeorar lo dicho y hecho, el ministro de Economía del gobierno de los ricos que gobierna para ellos y se enoja cuando se lo dicen, nos cuenta ahora que con la devolución de parte del IVA que van a recibir algunos sectores según la ley que acaba de aprobar el Congreso, los precios volverán a los niveles de diciembre.

La estupidez de atribuirle la inflación al IVA es tan grande, que Prat Gay -en un gran gesto de sensibilidad social- anuncia que al devolverle a los beneficiarios de la ley los 300 pesos en 6 cuotas "les están ahorrando la inflación de los últimos 6 meses". 

Lo que implica un desconocimiento profundo de la realidad concreta de los sectores populares (como viven, sus modos de consumo), que no debería extrañar en el gobierno de los CEO’S.

El tema es que con sus palabras deja en claro que también desconoce como funciona la estructura del IVA, lo que es más grave aun, porque es el ministro de Economía, no el de Turismo.

Al respecto leíamos tiempo atrás a Emanuel Alvarez Agis (el del mail a Cristina por el proyecto de blanqueo) enPágina 12: “Lo primero que hay que señalar es que no se puede devolver el IVA que nunca se cobró. Muchos de los productos que componen la Canasta Básica están exentos o pagan una alícuota reducida. Actualmente en nuestro país la atención médica y los gastos en salud, el trasporte público, los libros, la educación, la leche y el agua no pagan IVA. Por otro lado, los productos de panadería, las harinas, el arroz, los cereales, la carne vacuna, las frutas, las verduras y tubérculos, las legumbres son todos productos que pagan una alícuota reducida del 10,5 por ciento. Para que quede claro, y solo a título de ejemplo, si una familia gasta la totalidad de la Asignación Universal por Hijo en comprar leche, la devolución del IVA será igual a cero. ”.

Eso sin considerar que lo que el Estado (y las provincias) resignan de impuestos no quede en los bolsillos de los empresarios formadores de precios, y en las diferentes etapas de la cadena de comercialización, como ha pasado siempre que se intentó esta misma medida.

En el artículo -cuya lectura íntegra recomendamos- se abunda en consideraciones sobre las razones por las que medidas del tipo de la devolución del IVA tendrán un impacto muy acotado en la recomposición de los ingresos de los sectores populares, seriamente afectados por las políticas del gobierno de “Cambiemos”: la baja utilización del posnet para compras por los sectores a los que apunta el proyecto (generalmente extraen el efectivo de sus cuentas y con eso compran), que además canalizan buena parte de sus consumos a través de la economía informal; entre otras cuestiones.