LA FRASE

"VOLVÍ PARA OFRECERLE AL PRESIDENTE MI COLABORACIÓN PARA RESOLVER EL PROBLEMA DE LOS CANDIDATOS QUE PROPUSO PARA LA CORTE." (FABIÁN RODRÍGUEZ SIMÓN)

domingo, 7 de octubre de 2018

TEMPORADA DE APERTURA DE PARAGUAS


Primero fue nada menos que Nicolás Massot, el jefe del bloque de diputados del PRO, que cuestionó el uso de la prisión preventiva por algunos jueces, como "atajo legal para detener a ex funcionarios". A lo mejor prefería los chupamientos, por tradición familiar.

Luego vino Gil Lavedra, el asesor de Gerardo Morales, que sostuvo que con las prisiones preventivas de opositores “se cometieron algunos excesos”. No entró en detalles respecto a si estaba hablando del caso de Milagro Sala, que sigue presa.

Después fue Garavano, que dijo lo mismo, y que no era bueno que los ex presidentes fueran requeridos por la justicia, para ir presos.

Algunos -como Carrió- pensaron que hablaba de Cristina, y le saltaron a la yugular, pidiendo su juicio político. A las pocas horas, la Cámara de Casación absolvía a Menem, con el argumento de que había pasado demasiado tiempo sin que se resolviera su situación procesal, aunque tenía condena a siete años y medio de prisión.

También apareció Lipovetzky, el diputado sororo que se hiciera famoso en la discusión por la legalización del aborto, que dijo lo mismo que los dos anteriores: en el uso de la prisión preventiva contra opositores se cometieron algunos abusos, y ejemplificó concretamente con el caso de Amado Boudou. Amado sigue preso, y ni siquiera le permitieron ir al velorio de su padre.

Y el último que se agregó a la lista hace apenas unas horas, y a raíz de la embestida de Carrio contra Garavano (*) fue Daniel Salvador, el radical vicegobernador de María Eugenia Vidal.

No es que de golpe todos se hayan vuelto garantistas, o tuvieron un rapto de conciencia y se arrepientan de haber promovido una cacería judicial de opositores, violando todos los principios constitucionales y el debido proceso.

Lo que sucede es más sencillo: están abriendo el paraguas porque saben que les queda poco, que escupieron para arriba y que les puede terminar cayendo la escupida en la cabeza, cuando se de vuelta la taba. O sea, se están curando en salud, digamos.

Y tampoco crean que no nos dimos cuenta como viene la mano con la absolución de Menem: le están metiendo presión a Pichetto, sacándole una excusa para no aprobar el desafuero de Cristina, y meterla presa.

Porque una cosa es haberse vuelto garantistas de golpe y reconocer que hubo abusos con las prisiones preventivas de los opositores, y otra es ser boludos y arriesgarse a perder las elecciones, y tener que desfilar ustedes por Comodoro Py.

Eso, o los jueces juegan su propio partido y todavía no les avisaron como viene la mano. En ese caso, es lo que se gana convirtiéndolos en imprescindibles aliados políticos.

(*) Ni piensen que nos vamos a comer la curva de la ruptura de Carrió con el gobierno por lo de Garavano y porque le acaban de echar los topos que tenía en la AFIP y le pasaban datos para los carpetazos.

En todo acaso si quieren hablamos del nuevo tarifazo retroactivo del gas, que es un tema mucho más interesante. 

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