Pocos ejemplos más demostrativos del grado
de descomposición terminal del gobierno y de la licuación de la autoridad
presidencial de Macri, que el sainete con las idas y vueltas sobre el
congelamiento del precio de los combustibles por 90 días.
En el mensaje
grabado desde Olivos después del papelonazo de Macri en la conferencia de
prensa del lunes, él mismo anunció la medida como algo resuelto, sin explicar
como se instrumentaría. Al rato, Frigerio decía que en realidad lo que iban a
hacer era congelar el precio de los combustibles que vende YPF (aprovechando
que el Estado es el accionista mayoritario, por una ley que todo el PRO votó en
contra durante el gobierno de Cristina), y esperaban que las demás petroleras
la imitaran
Y para redondear el
sinsentido, Lopetégui primero anunció
que saldría una resolución suya en el Boletín Oficial de ayer, para luego
desmentirse a sí mismo y aclarar que la medida debía consensuarse con las
petroleras, sin dar mayores precisiones al respecto: recapitulando, el martes el
presidente de la nación, en un mensaje grabado tras una categórica derrota
electoral, anunció como cosa resuelta algo que no estaba ni en pañales, y sus
propios funcionarios lo “explicaron” primero”, y lo desmintieron después. Y
después le echan la culpa a lo que diga Alberto Fernández: uno los quiere
ayudar pero no se dejan, muchachos.
Lo cierto es que,
pasando en limpio y como dijo uno, la única verdad es la realidad: el mercado
de los combustibles en el país está completamente desregulado desde el 1º de
enero del 2018, como consecuencia de lo dispuesto por Macri en el Decreto
962/17, que limitó al 31 de diciembre del 2017 la vigencia del registro de
operaciones de importación de petróleos crudos y sus derivados; creado por el
Decreto 192 del mismo año.
Según dijo Macri en
su decreto, esa medida (abrir un registro para que se inscriban las operaciones
de importación, y que el gobierno las autorice fue “...una situación
coyuntural, hasta tanto los precios locales converjan con los precios
internacionales...”; situación que entendían Aranguren y los suyos (o sea, las
petroleras) se produciría a principios del 2018.
No es necesario
recordar lo que pasó desde entonces: los argentinos fuimos sacudidos por una
catarata de aumentos de las naftas, por la suba del petróleo o la del dólar
(las dos variables que forman el precio, en un mercado desregulado); sin que
bajaran cuando alguno de los dos bajaba: ventajas del Estado ausente, que se
repliega para darle lugar al mercado, como pregona el credo oficial.
Sin embargo, la Ley
17.319 de hidrocarburos dispone en su artículo 6 que “Los permisionarios y
concesionarios tendrán el dominio sobre los hidrocarburos que extraigan y,
consecuentemente, podrán transportarlos, comercializarlos, industrializarlos y
comercializar sus derivados, cumpliendo las reglamentaciones que dicte el
Poder Ejecutivo sobre bases técnico-económicas razonables que contemplen la
conveniencia del mercado interno y procuren estimular la exploración y
explotación de hidrocarburos.”. (las negritas son nuestras)
Eso significa que
el Estado tiene facultades legales para regular los precios del mercado de
combustibles, teniendo en cuenta entre otros factores la situación del mercado
interno, no solo en lo que hace a los niveles de producción de hidrocarburos,
sino teniendo en cuenta además que se trata de un insumo difundido, que impacta
en toda la estructura de costos de los bienes que se producen y comercializan
en el país. Que decida abandonarla como ha hecho el macrismo, es otra cuestión.
Más aun, el mismo
artículo 6 agrega que “Cuando los precios de petróleos importados se
incrementaren significativamente por circunstancias excepcionales, no serán
considerados para la fijación de los precios de comercialización en el mercado
interno, y, en ese caso, éstos podrán fijarse sobre la base de los reales
costos de explotación de la empresa estatal, las amortizaciones que
técnicamente correspondan, y un razonable interés sobre las inversiones
actualizadas y depreciadas que dicha empresa estatal hubiere realizado. Si
fijara precios para subproductos, éstos deberán ser compatibles con los de
petróleos valorizados según los criterios precedentes.” (las negritas son
otra vez nuestras).
Es decir que además
de poder regular, tiene criterios sobre la base de los cuáles hacerlo, de modo
de desacoplar los precios internos de los internacionales, y tomar en cuenta
los reales costos de producción de las petroleras (que son en pesos) y una tasa
“razonable” de ganancia sobre los mismos.
Lo que hizo Macri
al desregular es simplemente “enganchar” los precios internos a los
internacionales, que son en dólares;·y luego llevar el dólar hasta los 61
pesos, con lo cual los aumentos se gatillan solos, con independencia de la
evolución de los costos de producción; además de permitir además la exportación
de hidrocarburos sin asegurar previamente el abastecimiento interno, que se
cubre con importaciones, porque ambos precios (internos e internacionales)
están acoplados.
Ese es el negocio
que las petroleras defienden, y desde la óptica de su interés, es lógico. Lo
que no es lógico que un gobierno diluido y que se está yendo anuncie (impulsado
por la fuerza de las circunstancias: léase un piñazo electoral) medidas que no
está en condiciones políticas de imponer, porque ya carece de la fuerza y
autoridad necesaria para cortar los nudos gordianos de intereses creados que
construyó en estos cuatro años.
Ni hablar (como han dicho también) de que apliquen la Ley de Abastecimiento 20.680, porque ellos "no creen en eso", y siempre han sostenido (como las petroleras, y contra la jurisprudencia) que es inconstitucional; tanto que cuando Cristina la amplió en el 20124, votaron en contra. Tuits relacionados:
La desregulación del mercado de combustibles fue dispuesta por Macri por decreto en 2017. Pese a los anuncios de ayer, hoy no hay decreto en el Boletín Oficial que disponga lo contrario, o congele los precios. Fin del comunicado.— La Corriente K (@lacorrientek) August 15, 2019
Lo del congelamiento de las naftas demuestra que Macri es el presidente subtitulado, en lenguaje de señas para petroleras— La Corriente K (@lacorrientek) August 15, 2019
El Gobierno no acordó con la petroleras y aplicará la Ley de Abastecimiento para congelar el precio de los combustibles https://t.co/GvbUlXzACx pic.twitter.com/29TvKGgFto— infobae (@infobae) August 15, 2019
Actualización: Al final, lo terminaron haciendo por un DNU, que va a durar menos que un pedo en un canasto. ¿Apostamos?...los precios de YPF aprovechando que el Estado la controla, gracias a una ley que dijeron que era un disparate y votaron en contra. Pero te quieren hacer creer que son una maquinaria de relojería suiza de precisión, y tienen todo previsto al detalle.— La Corriente K (@lacorrientek) August 15, 2019
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