Una de las escenas más repugnantes de la
descomposición final del régimen macrista es el obsceno espectáculo que está
dando el periodismo ensobrado, en su lucha febril por conseguir un lugar en los
botes del Titanic, y salvarse del naufragio.
Hasta el domingo
mismo (no hasta el viernes, siguieron en plena veda) operaban escandalosamente
a favor de la reelección, y difundían las encuestas truchas que hablaban de una
elección peleada cabeza a cabeza, con la misma vocación por el tráfico de
pescado podrido de siempre.
Ahora todos se dan
vuelta en el aire como panqueques, se arrancan las insignias de los uniformes,
hacen “autocríticas”, se muestran sorprendidos por el resultado y -sobre todo-
por los estropicios sociales causados por el gobierno macrista. “Vieron la luz”
que no podían ver, enceguecidos como estaban por perseguir a Cristina, al
gobierno anterior y a sus funcionarios.
Mienten, por
supuesto: siempre supieron como fueron las cosas, desde el principio, y
eligieron callar. Peor aun: eligieron justificar y convertirse en apologistas
de un régimen infame, por guita, mucha guita. Algún día sabremos bien cuanta,
sobre todo la que reciben en negro.
Producido el
urnazo, les llegó la revelación, y hablan en lenguas: reconocen que había
listas negras de periodistas que no podían trabajar en los medios por
simpatizar con el kirchnerismo, admiten que el plan económico del gobierno
castigó a los argentinos, subrayan que Macri está ido, alienado de la realidad.
Falta que pidan la ficha de afiliación al PJ, o salgan a decir que hicieron campaña por Macri, pero votaron la
fórmula FF.
Están tratando de
reciclarse para sobrevivir en los tiempos que vienen, y por eso la preocupación
de Fantino preguntándole a Massa si el nuevo gobierno va a perseguir
periodistas. Son los mismos -recordemos- que hace unos días firmaron una
solicitada defendiendo al extorsionador Santoro, en nombre de la libertad de
prensa.
Hicieron circular
por los medios detritos informativos extraídos de las cloacas de la AFI y el
poder judicial, violaron la intimidad de las personas difundiendo escuchas
ilegales obtenidas ilícitamente, y les chuparon asquerosamente las medias a
Macri, a Vidal y a cuanto funcionario del gobierno o legislador del oficialismo
entrevistaran.
Y creen que nos
vamos a olvidar, y que basta con un par de editoriales diciendo que “se
equivocaron”, “se dejaron llevar”, unas cuantas puteadas a Macri mirando a las cámaras con cara de indignados, y listo, ya
está: se limpiaron y están listos de nuevo para salir a la lucha.
Ellos son tan
culpables como Macri y su gobierno de lo estamos sufriendo los argentinos,
porque sin su concurso no hubiera sido posible, y no vengan con eso de
diferenciar a los periodistas de los medios donde trabajan; porque esta caterva
de canallas de periodistas no tiene nada: son empresarios de los medios como
aquellos para los que trabajan, y su norte profesional es juntar la mayor
cantidad de guita posible, sin importan de donde venga y a cambio de que.
La cuestión no es
lo que hagan ellos, y como intenten despegarse del desastre del cual fueron
también causantes, sino lo que hagamos nosotros como sociedad: no los
indultemos con nuestra amnesia, no permitamos que quieran volver otra vez a
decirnos como pensar, sobre que enterarnos o no, como votar, como vivir.
Y si lo hacen, recordémosles a cada momento la lacra que son, y seguirán siendo. Eso, sin contar con que más de uno debe ir preso, como Santoro.
Y si lo hacen, recordémosles a cada momento la lacra que son, y seguirán siendo. Eso, sin contar con que más de uno debe ir preso, como Santoro.
2 comentarios:
Sí, los cosos son repugnantes pero, en su afán por reciclarse, quizás puedan prestar algún servicio útil, por ejemplo, que desde su lugar en esos medios ex oficialistas hagan campaña por que sea este desgobierno de porquería el que libere a los presos políticos... a todos, lo que sería justicia y un módico precio para que sirva la panquequeada y, claro, no olvidar, que ése es más nuestro problema que el de estos malandrines de cuarta.
Vendrá una catarata de citaciones judiciales a periodistas ensobrados.
Tendrán que gastar mucho en abogados y costas del proceso.
Hay países con los cuales Argentina no tiene convenio de extradición y hay ofertas de vuelos baratos.
El Colo.
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