LA FRASE

"ESTADOS UNIDOS ES UN PAÍS LIBRE, ALLÁ UN TIPO DE PIEL NARANJA PUEDE SER PRESIDENTE DOS VECES, NO COMO ACÁ, QUE YO NI PUDE SER GOBERNADOR." (MIGUEL DEL SEL)

martes, 7 de abril de 2020

NO ES NECESARIO


El viernes pasado el operativo para el cobro de los jubilados y beneficiarios de AUH y otros planes fue una completa cagada, del principio al fin. No sirve decir que los bancos tuvieron la culpa (que la tuvieron), o hablar de la pelotudez de la gente que se resiste a usar la tarjeta de débito en el cajero, o el home banking, que existe: como Estado tenés que prever esas cosas, y estar preparado para darles respuesta.

La prueba está en que el sábado y domingo, con los mismos bancos y con la misma cantidad de pelotudos en la población, la cosa funcionó como debía funcionar, desde el principio. El gobierno hizo lo que tenía que hacer: había un error, lo corrigió.

Flaco favor le hacemos nosotros si justificamos el error, apelando a  cualquier argumento, o a señalar que el macrismo hacía cosas peores: para que se hagan mejores, justamente, es que nos votaron a nosotros y no a ellos.

Otro tanto pasa con la compra de alimentos con sobreprecios (sí, sobreprecios) de Desarrollo Social: no importa si los que la denunciaron fueron el diario La Nación y Cabot, el periodista de los cuadernos. Las resoluciones estaban publicadas en el Boletín Oficial, y cualquiera podía ver que se compró y a que precios, y sacar sus propias conclusiones.

Claro que el periodismo hegemónico opositor al gobierno se regodea en éstas cosas y calló por años el saqueo a gran escala que perpetró el macrismo del Estado, vía negociados eufemísticamente bautizados "conflictos de intereses", privatizaciones, endeudamiento y fuga de capitales. Pero de ellos no se puede esperar otra conducta, fue "su" gobierno. El asunto es que nosotros tratemos -en la medida de lo posible- de no mandarnos cagadas tan obvias, y dejárselas picando para que se hagan un pic nic.

El presidente viene hablando hace tiempo (lamentablemente y hasta ahora, solo hablando) de los vivos que especulan con la pandemia para aumentar los precios de los productos más sensibles de la canasta familiar, y hasta prometió un DNU para facultar a los municipios a controlar a los comercios de proximidad, y aplicar las sanciones de la ley de defensa de la competencia (entre nos, creemos que le erró al vizcachazo y quiso decir defensa del consumidor, porque de aplicar la ley de abastecimiento ni hablemos).

Y mientras pasaba eso, el propio Estado, comprando por procedimiento abreviado porque lo autoriza la declaración de emergencia, convalida sobreprecios en productos sensibles destinados a prestar asistencia alñimentaria a los sectores más necesitados: ¿cómo vamos a convencer a la gente de que podemos ir contra los formadores de precios, o reestructurar la deuda o poner en cintura a grupos como Techint, si pagamos por un paquete de fideos casi el doble de lo que vale?

Spoiler: tampoco podemos poner en cintura a Techint, que acaba de ratificar los 1450 despidos. Ni siquiera con un DNU que suspendió por 60 días los artículos 211 y 247 de la Ley de Contrato de Trabajo.

Y si decimos que compramos caro porque hay emergencia -como dijo Arroyo- estamos diciendo que la emergencia autoriza a aumentar los precios de un modo desmedido, o sea lo contrario de lo que el presidente procura transmitir. 

Seamos serios, y banquemos todo lo que tengamos que bancar de éste, nuestro gobierno, el que militamos y votamos; y al que vamos a defender de todas las asechanzas que tiene a diario, en un contexto particularmente difícil. Pero bancar lo que haya que bancar no supone, necesariamente, bancar pelotudeces (pensando bien) de funcionarios que no están a la altura de las circunstancias, o no terminan de comprender lo que está en juego.

Otra vez: de ese modo, flaco favor le hacemos a un gobierno cuyo presidente (el nuestro, el que votamos) pidió que le dijéramos cuando se estaba equivocando, incluso saliendo a la calle si era necesario para hacernos oír. No pasó tanto tiempo de eso.

Si no vamos a tener que terminar creyendo que tanto pedido de autocrítica, tanto pegarle a "los patios militantes" y la "militancia termo" era nada más que un modo oblicuo de pegarle al kirchnerismo porque nunca les terminó de caber, y en especial a Cristina. Un cacho de coherencia nomás, no es tan complicado. Tuits relacionados: 

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