HAY UNA PROFUNDA CRISIS EN LAS INSTITUCIONES DE SALUD MENTAL

Es la única explicación posible para el hecho de que éste esperpento esté suelto; y aun no le hayan hecho un juicio por insanía.

Suelto, y atosigando los tribunales de papeles con pelotudeces variadas como ésto; para peor tomando como base de la "acusación" el informe sobre pobreza de los chantunes del "Observatorio de la Deuda Social" de la UCA, que acá Artemio López demuele concienzudamente, por impresentable.

A este tenebroso personaje los pobres le importan un comino, como que además los considera tarados incapaces de discernir correctamente: recordemos que ya en el 2007 (en aquélla célebre noche en la que ni siquiera tuvo la dignidad democrática de reconocer su estrepitosa derrota a manos de Cristina) llamaba a las clases medias a una "cruzada moral para rescatarlos de las garras del clientelismo".

Alguien que cree que la política se hace exclusivamente desde los medios y los tribunales, judicializando absolutamente todo, pero que fue incapaz -por ejemplo- de ratificarle cara a cara a Duhalde que era un narcotraficante.

Un espécimen peligroso, no por su aire de redentorismo moral, sino porque nos muestra hasta donde pueden llegar la banalización constante del mal (como ahora con la expresión "desaparición"), y la desideologización de la política con el pretexto de un brumoso "contrato moral"; de bordes tan difusos que -por ejemplo- termina justificando una alianza con Macri "para salvar a las instituciones de la república". 

Con esas mismas premisas (expulsando al otro del universo moral) se han cometido las mayores atrocidades en éste país; por parte de los que desaparecían gente y no como figura retórica. Ellos también sentían que estaban haciendo una obra moral, a su modo.