PAGNI SALDA LA POLÉMICA: EL KIRCHNERISMO FUE LA DÉCADA GANADA

Los párrafos resaltados en la imagen de apertura corresponden a ésta nota de Pagni en La Nación de hoy, en la que incluso hasta se humedece pensando en la posibilidad de que -por fin, tras décadas- el trotskismo reemplace al peronismo en las preferencias políticas de los trabajadores argentinos: cosas vederes, Sancho.

Pero lo interesante de la columna está en lo subrayado, porque -a nuestro modesto entender- el amigo Pagni salda la polémica sobre si el kirchnerismo fue o no una década ganada; y ensaya algunas reflexiones interesantes para contrastar con otras que plantean que estamos igual -si no peor- que en el 2001, o a las puertas de otra debacle.

Cualquiera podría decir -en términos estrictamente democráticos- que la polémica la zanjaron los argentinos electoralmente en las elecciones presidenciales del 2007 y el 2011, votando por amplísima mayoría a Cristina; pero sabemos que hay gente que opina de la democracia lo que opinaba con ironía Borges: que es un curioso abuso de las estadísticas.

Pagni nos dice que en estos 11 años de kirchnerismo el poder compra de los asalariados se incremento sistemáticamente, y que eso fue uno de los pilares del boom de consumo que vivió el país. No dice a su vez -quizás por pudor, para que no lo tilden de kirchnerista- que eso fue el motor sustancial del fuerte crecimiento económico y la generación de millones de puestos de trabajo.

O sí lo dice, pero de otro modo (quizá otra vez por el pudor de no parecer oficialista); cuando sostiene que ahora -a diferencia de la crisis del 2001- se mantiene el nivel de empleo y la gente (mayoritariamente) no pierde o teme perder su trabajo.

Sería bueno ver de cuanto fue en estos años ese "incremento sistemático del poder de compra de los asalariados" del que Pagni toma nota, para contrastarlo con la "reducción del salario real" que vaticina; y ahí sacar conclusiones. 

Recalca Pagni que, a diferencia de la crisis por la caída de la convertibilidad, hoy los protagonistas de la lucha social no son los piqueteros (que demandaban subsidios y ser incluidos en el empleo), sino los sindicalistas; que representan a los trabajadores ocupados y reclaman mejorar el salario, sin miedo a perder el empleo y (esto lo agregamos nosotros); o a que la existencia de un ejército de desempleados fuerce a la baja los salarios, y les reste chances de mejorarlos.

Como en cualquier sociedad moderna y desarrollada, digamos.